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¿BLAZE BAYLEY se redime?: Así Suena “The Redemption Of William Black – Infinite Entanglement Part III” #Reseña

Desde mi perspectiva, Blaze Alexander Cooke -alías Blaze Bayley– hace rato que no carga más con la cruz de haber formado parte de IRON MAIDEN; es agua debajo del puente. Además, el hombre desafió con mucho temple miles de adversidades que se interpusieron en su camino durante los 20 años posteriores a su partida, hasta ganarse su lugar en la escena metalera internacional. Si hoy en día el vocalista carga con un peso sobre sus hombros, ese sería el de devolverle el brillo que su carrera solista supo tener durante la década del 2000.

Tanto el debut Silicon Messiah (2000), como The Tenth Dimension (2002), Blood and Belief (2004), The Man That Would Not Die (2008) y Promise and Terror (2010) fueron todos lanzamientos de la más alta calidad, mérito -en parte- de codearse con excelentes músicos, y demostrando que un enfoque más pesado le caía como anillo al dedo a su previamente mal explotado potencial vocal. Luego vinieron las épocas oscuras…

Pese a la buena cosecha artística, monetariamente la situación se había puesto tan difícil de sostener que se vio obligado de prescindir de sus compañeros de la BLAZE BAYLEY BAND. Algo similar ya le había pasado luego del lanzamiento de su 3er LP, cuando los integrantes de B L A Z E (primer nombre de la agrupación) lo dejaron a él por cuestiones económicas. Pero la última vez, abandonaría el formato tradicional de “banda”, para girar y componer con músicos sesionistas. Si antes era “solista”, a partir de ese momento se volvió solista 2.0.

El resultado fue un muy pobre The King of Metal (2012), donde se perdió la magia de las formaciones previas, y sufrió de una producción que no estaba a su altura. Pasarían 4 años hasta que Bayley entrara de nuevo a un estudio de grabación, esta vez para dar inicio a una ambiciosa trilogía basada en una historia sci-fi de su propia autoría. De la mano principalmente de Chris Appleton (guitarra), Karl Schramm (bajo) y Martin McNee (batería) -todos de ABSOLVA-, tanto Infinite Entanglement (2016) como Endure and Survive – Infinite Entanglement Part II (2017) fueron muy bien recibidos por la prensa y sus seguidores. El círculo se cierra ahora con el lanzamiento de The Redemption of William Black – Infinite Entanglement Part III, y más allá de evaluar si el lanzamiento cumple individualmente con las expectativas de todo capítulo final, también determinaremos si BLAZE BAYLEY logró llegar al nivel de antaño con esta tríada de LPs.

A Pura Fuerza De Voluntad

The Redemption of William Black –TRWB– continúa por el mismo camino que sus capítulos previos, el de un Heavy Metal clásico bien tribunero y maidenero -“Redeemer”-, repleto de canciones directas y estribillos ideales para el agite del caballero y la dama, además de melodías épicas aptas para todo público. Por ese lado, no hay ninguna sorpresa de lo que se esperaba, compositivamente hablando. Pero desde el lado de la producción, estamos ante la placa más redonda de las 3.

Es probable que la favorable respuesta hasta el momento por parte de la prensa y los fans, sumado a la venta de suficientes discos y tickets de giras, hayan permitido un LEVEL UP en el presupuesto de grabación y mezcla. La voz de Blaze sigue estando un poco por arriba de lo necesario, pero el progreso general es evidente –“Eagle Spirit”-, alejándose finalmente del aire amateur de la primera parte, y del parcialmente novato de la segunda.

Musicalmente hay una leve tendencia a abusar de estribillos breves -casi siempre el título de la canción-, que puede resultarle repetitivo a algunos –“Are You Here”-, pero para otros será ideal para corear en la ya iniciada gira de presentación. Sin embargo la simplificación no termina ahí porque TRWB cuenta con las canciones más cortas de la trilogía, generalmente llegando al solo de guitarra apenas terminado el primer ciclo de “estrofa+estrofa+estribillo” –“Inmortal One”-.

Blaze junto a Liz Owen.

Así como me sucedió con “A Thousand Years” en Infinite Entanglement y “Escape Velocity” en Endure And Survive, “18 Days” fue la canción que terminó de confirmarme que estaba ante una gran placa. Es la responsable de generar una reacción en cadena -elevando el resto de los tracks-, mérito de la participación de Liz Owen y su angelical voz, perfectamente empalmada con la potencia brusca de Bayley. La inglesa ya había trabajado junto al grupo, colaborando con coros e incluso teniendo una participación más activa en “Remember”, del disco anterior. Pero ahí no termina su aporte, porque la versión que escuchamos de “Already Won” es en realidad un cover de ella, que Chris y Blaze moldearon para encajar en el formato pesado.

A pesar de la temática oscura, el mensaje final es positivo –“Prayers of Light”-, de aliento frente a las situaciones que puedan hacernos caer en la vida –“Life Goes One”-. Detrás de los estribillos épicos hay un esfuerzo por contagiar ese sentimiento de no rendirse jamás.

Si nos mantenemos en los límites de la trilogía, TRWB es un final sumamente satisfactorio. Sí bien se acerca bastante a lo esperado, la expectativa era de un leve progreso respecto a su antecesor, y cumple con creces en ese aspecto. No sólo trae una mejora en la producción, sino que aporta unos cuantos nuevos himnos, y aplica pequeñas modificaciones aquí y allá, tales como la mencionada reducción del tiempo de duración por canción, y la ausencia de baladas completas –“Human Eyes”-. Un cierre digno que seguro dejará satisfechos a los fans, y junto a sus 2 hermanos, una redención segura de su pasado más cercano.

Fuera de sus límites, un aspecto que le juega “en contra” a estas 3 placas -al menos en términos de relevancia musical- es el sumarse a la tendencia de…¿cómo decirlo sutilmente?…colgarse de las tetas de IRON MAIDEN y la NWOBHM. Si había algo que hacia tan especial a B L A Z E y BLAZE BAYLEY BAND era el haber encontrado un sonido moderno y personal, más agresivo, con composiciones y elementos que Harris y Cía. nunca usarían. Sino denle una escucha a mazazos como “Ghost In The Machine”, “Stealing Time”, “Will To Win”, “While You Were Gone” y “City Of Bones” para entender a qué me refiero. Las presentes obras dependen demasiado de las guitarras gemelas, cabalgatas y melodías made in maiden –“The Dark Side Of Black”-. Siempre hubo guiños a la doncella en su discografía, pero nunca tan alevosos.

Es entendible la intención de rendirle tributo a ese movimiento en particular y a su ex-banda, pero por otro lado, se siente como jugarse por lo seguro. Acusarlo de vender su integridad no sería correcto, especialmente por la calidad de la música entregada, pero inevitablemente se pierde parte de su personalidad. Simplemente se le dio a los seguidores lo que estos querían porque, después de todo, rendirle homenaje al metal de los 80’s siempre es rentable artística y comercialmente.

Un Historia De 1000 Años

Para sacarle el máximo provecho a la música de Infinite Entanglement (trilogía) es necesario, hasta cierto punto, comprender la historia que se tejió detrás de las canciones. Su concepto madre es el del “enredo sin fin” -traducción literal del título-, que se desprende de la supuesta inevitabilidad del futuro de un individuo a no estar condicionado por su pasado. Repasemos ahora lo narrado hasta el momento:

En Part I nos encontramos con una expedición espacial hacia un nuevo mundo dirigida por una élite de personas poderosas, y William Christopher Black -el protagonista principal- se encuentra a bordo de ella. Black, un ex-fuerzas especiales devenido en sádico mercenario, es uno de los 7 seleccionados para una misteriosa misión. Engañado, será sometido a una operación con el fin de extraer su conciencia para transferirla al cuerpo de metal de una máquina. Confinada su humanidad y vitalidad a este “traje espacial”, durante el primer tramo de la historia se debatirá internamente sobre qué es ser humano, sintiéndose como tal pese a su aspecto robótico. Además, comenzará a sufrir la paranoia de no tener completo control sobre su mente.

Endure And Survive se enfoca en el trayecto de 1000 años hacia este nuevo planeta. Se ahondará también en el terrible pasado de William, y sobre la verdadera razón de que él esté ahí, seleccionado incluso antes de presentarse como candidato a la misión. Saldrán a la luz las mentiras y los engaños, y pronto intentarán eliminarlo. A partir de ahí deberá emprender en soledad una jornada por el cosmos, y sobrevivir.

Llegando a su final, The Redemption of William Black se centra en una profecía indígena del nuevo mundo, en donde un ser caerá del cielo, y que aunque se vea distinto respecto de sus habitantes, este será su hermano y un aliado contra una inminente invasión que buscará aniquilarlos. A William Black se le dará la oportunidad de limpiar la sangre sobre sus manos, y luchar junto a su nueva familia por un futuro nuevo.

Él Ya Ganó

Personalmente, no niego que me pondría muy contento si el día de mañana se anunciase la vuelta de Steve Wray y John Slater (guitarristas de los primeros 3 álbumes) o de Nico Bermudez y Jay Walsh (dupla de las 2 placas que siguieron). Sin embargo, contemplando la imagen completa, Blaze Bayley y los músicos de ABSOLVA, junto al séquito de colaboradores como Michelle Sciarrotta (coros, narración y composición), Thomas Zwisjen (guitarra acústica), Anne Barker (violín), entre otros, han sabido estar a la altura de las circunstancias. Hasta puede decirse que llegaron a la perfección dentro de lo posible, en el contexto dado. Tal vez dentro de algunos años el tiempo me de una nueva perspectiva sobre su valor dentro de su discografía.

Detestaría traerles mala suerte al decir algo como “si siguen así, el salto a las ligas mayores está en el horizonte”. Ya han estado cerca del éxito, y amargamente la vida -y el maldito dinero- tuvieron otros planes para BLAZE BAYLEY. De todas formas, podemos esperar de su líder una actitud de acero frente a los desafíos que se presenten. Es un músico que no permitirá que los contratiempos de su pasado condicionen el futuro de su carrera, sino que lo construirá a paso firme en todo momento, mirando hacia adelante, peleando. Porque eso es: un peleador.

Roger Alan Provan
Colaborador en Rocktambulos
La música, sin importar el género, popularidad, año o país de origen, tiene una chance en mis oídos. En ella encuentro mi camino.
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Desde mi perspectiva, Blaze Alexander Cooke -alías Blaze Bayley- hace rato que no carga más con la cruz de haber formado parte de IRON MAIDEN; es agua debajo del puente. Además, el hombre desafió con mucho temple miles de adversidades que se interpusieron en su camino durante los 20 años…

ASÍ SUENA

Puntaje Final

TOTAL

Destacadas: "Are You Here", "18 Days" y "Immortal One".

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