Herederos de un legado: BLACK STAR RIDERS tuvo su debut en Argentina #SolidRock

El pasado 4 de Noviembre no fue un domingo cualquiera en Buenos Aires. Con el clima de nuestro lado -tuvimos el día más primaveral posible- fueron muchos los que se levantaron con ganas de salir de casa y… ¿qué mejor plan que ir a escuchar buenas bandas de rock? Ese parece haber sido lo que pasó por la mente de muchos de los que se acercaron hasta Tecnópolis a comprar las últimas entradas disponibles del SOLID ROCK el propio día del festival, logrando así que la convocatoria fuera bastante buena.

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Desde el anuncio, el evento generaba curiosidad. JUDAS PRIEST, ALICE IN CHAINS y BLACK STAR RIDERS, tres agrupaciones internacionales de géneros muy distintos, se unían en un mismo show para continuar con la tendencia actual de hacer festivales mixtos, algo que suele tener éxito en muchos géneros pero no siempre en el metal (y sino preguntémosle a METALLICA cómo les fue con el Orion Music Fest). Con dos bandas legendarias en su estilo y una que pocos conocían, la expectativa acerca del evento era enorme.

Mientras muchos permanecían afuera -haciendo la tradicional previa- hasta que fuera la hora de los “metal gods”, una gran mayoría se citó temprano frente al escenario para disfrutar de cada una de las agrupaciones, siendo BLACK STAR RIDERS los que más curiosidad generaban. La banda conformada por la última formación de THIN LIZZY prometía una fusión de experiencia con sonidos frescos, pero llegaban como los “menos conocidos” de todo el cartel.

Los estadounidenses, encargados de representar al Hard Rock en una noche donde el Grunge y el Heavy Metal eran protagonistas, tuvieron la difícil tarea de levantar a un público apático que al principio parecía esperar con más ansias el final de su set, que la llegada de los headliners (que no es lo mismo, ¿eh?). Con un show que fue de menos a más, la banda autodenominada como “el próximo paso en la evolución de THIN LIZZY” se ganó los aplausos de la audiencia a fuerza de nostalgia y simpatía, siendo los covers que hicieron de “Jailbreak” y “The Boys Are Back in Town” los que más movieron, aunque probablemente “Whisky in the Jar” hubiese funcionado mejor.

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Como era de esperar en una banda de 3 guitarristas, donde uno de ellos es Scott Gorham, el sonido fue más que sólido. Sin destacar demasiado en virtuosismo ni originalidad, la banda dejó claro que sabe lo que está haciendo: Hard Rock. El público, que posiblemente esperaba algo más novedoso, se vio escéptico pero contemplativo, como quien no está convencido de lo que escucha pero de todos modos observa con respeto.

Aunque el vocalista Ricky Warwick (THE ALMIGHTY) se mostró enérgico y agradeció por el recibimiento dado a la banda, sus intentos por interactuar con el público no fueron muy efectivos. Ricky apeló a ese cliché infalible de “están listos para ver a *inserte banda headliner*” pero ni siquiera eso funcionó. El público parecía ser sordo, llegando Ricky al extremo de retarlos con un “¿Están ahí? ¡Vamos gente! ¿Están vivos?”.

Una vez que los distraídos habían despertado, interpretaron “The Killer Instinct“, tema que le da nombre a su segundo álbum, de 2015. Así continuaron pasando los temas, muy aplaudidos por los presentes, en los que los guitarristas eran protagonistas. Eso sí, la base creada por los norteamericanos Chad Zseliga (Black Label Society) en la batería y Robbie Crane (Vince Neil, RATT) en el bajo, no se quedaba atrás. La dupla les da ese sonido compacto que necesita cualquier buena banda en vivo.

Hacia el final, ya el público se mostraba más accesible y en “Bounds for Glory“, la última del set, la invitación del vocalista a que lo acompañáramos con aplausos tuvo la respuesta esperada. El hielo se había roto y el público se unió a la banda para ese juego rítmico. Incluso se podían ver a algunos pocos fans saltando y cantando la canción. Un final feliz, sin duda, con los músicos abrazados sobre el escenario agradeciéndole a Argentina por recibirlos esta primera vez.

No fue nada fácil la tarea de apertura que tuvo el grupo. Nos queda la duda de si esos sentidos aplausos fueron la aprobación de lo que acabábamos de escuchar, o un reconocimiento honorífico que el público argentino le otorgaba a los músicos que integran esta banda. Recordemos que se trata de una formación que hasta ayer se llamaba THIN LIZZY, comandada por el legendario Scott Gorham, quien a sus 67 años continúa activo en la guitarra, pero ahora bajo el nombre de BLACK STAR RIDERS. Seguramente fue una mezcla de ambos, pero sea como sea, cumplieron con creces su rol de soportes, dando paso a los legendarios ALICE IN CHAINS y JUDAS PRIEST. Será interesante verlos en el futuro tocando para un público más del palo al que pertenecen. El resultado será mucho mejor.

Frank Hernández