Más Pong!: LOS BRUJOS en Niceto Club, Buenos Aires. #Crónica.

Quien piense que los shows de LOS BRUJOS se han vuelto agridulces o algo grises luego de la partida de Ricky Rùa es porque simplemente no ha asistido a uno recientemente. Los muchachos del cono en la cabeza se presentaron en Niceto Club el pasado viernes 11 de noviembre para continuar con la rotaciòn del álbum que marcó su regreso al estudio luego de diecisiete años: Pong! (2015)

Gente de veinte, treinta años e incluso un poco más se acercaron al local a la espera de sus peculiares ídolos. Hasta hace poco tiempo, para los de veinte, LOS BRUJOS no eran más que una especie de leyenda urbana del rock argentino, a la cual solo podían acercarse a través de internet y anécdotas contadas por hermanos mayores. Para los de treinta o más, es la banda que los acompañó en sus años adolescentes, los cuales hoy tienen chance de revisitar cuando suenan títulos como “Canciòn del Cronopio” o “Sasquatch“. Aunque bien podrían dedicarse a tocar viejas joyitas y dejar a todos contentos, LOS BRUJOS y sus seguidores no se congregaron para eso, he ahí el motivo detrás de tanto Pong! en la lista de temas.

El show arrancó y desde temprano hubo un invitado: Francisco Bochaton de PELIGROSOS GORRIONES, quien suele compartir escenario con Los Brujos bastante seguido, subió para acompañar a Alejandro Alaci en “Cachorro de Tierra” y terminar gritando una y otra vez “la selva” arrodillado, casi rendido ante la canciòn.

El hecho de que el show haya sido una fiesta no significa que la banda haga de cuenta como si aquí no hubiera pasado nada: la dedicatoria de “Azul Lucero“, la constante aparición de su imagen en la pantalla y las máscaras gigantes con su rostro con la que sus compañeros interpretan “Gagarin” hacen que Ricky Rúa esté presente durante todo el show. En lugar de ser llorado, se lo celebra.

Los mùsicos se desprendían de los calurosos trajes con los que arrancaron el show a medida que se intercalaban temas de la primera etapa (“No Mataras/La Salamanca“, “La Bomba Musical“) con lo más reciente (“No Soy John“, “Rolling Stone“). Vale destacar que las canciones pertenecientes a Pong! fueron tan bailadas y pogueadas como los himnos adolescentes de los discos anteriores.

LOS BRUJOS son de esos conjuntos que apuestan tanto a lo visual como a lo musical, solo que a diferencia de la mayoría de las bandas de similar propuesta, su show no se vuelve insoportablemente tedioso ni aburrido; el manejo de los tiempos es perfecto y el show se disfruta de principio a fin.

El cierre del recital se vio trunco, ya que luego de un pequeño descanso y que la banda volviera para un par de canciones más se notó que los músicos se vieron corridos por el famoso reloj de Niceto, el cual en esta ocasiòn obligó a cerrar el telòn de golpe y casi sin aviso, por lo que nos quedamos sin poder oìr “Kanishka” ni “Beat Hit“. Será cuestión de tomarnos revancha el próximo 22 de diciembre en La Trastienda.

Leonardo Rodríguez Luque