Más que una amenaza: Así fue el show de CRISIX en Buenos Aires

Como una cuestión anómala, CRISIX, una revelación española para el Thrash Metal mundial, llegó a Buenos Aires. Realmente, se trató de una presentación única, “de culto”, como suele decirse, y eso lo sabían los fanáticos – en términos literales – que llegaron a Gier Music Club, el sábado 03 de diciembre. El conjunto no es masivo, el país pasa por una crisis económica gravísima, la oferta de shows es enorme y, contra este panorama, el grupo español tuvo su noche histórica en la Ciudad de Buenos Aires.

La jornada comenzó con los locales FEEL THE KNIFE, una especie de reencarnación de METALEPSIA, que tenía a sus seguidores atentos a lo que ocurría en las tablas y al merch, adquiriendo vinilos, discos y casetes. Hubo canciones viejas, como también estrenos y un final para el festejo general con “Bite It, You Scum”, de GG ALLIN. ¿Qué pasará con este nuevo proyecto? El tiempo lo dirá. Parecen prometedores.

Créase o no, CRISIX tenía a sus fans agolpados contra las vallas cantando el clásico “olé, olé”. Para sus seguidores no importó si la banda es famosa, under o mainstream, ya que vociferaban para que los artistas salieran a las tablas. Y así inició todo, con “Leech Breeder” y “Xenomorph Blood”, y doy fe que jamás vi un pogo tan violento.

Probablemente, la violencia del público se debió, no solo a que eran thrashers, sino que en su mayoría se trataba de adolescentes: para ellos, se trataba de una experiencia fuera del orden cotidiano. Eso sí, los golpes contra los bancos de Gier, o las patinadas de cerveza, seguro se sintieron al otro día.

CRISIX es una banda que se caracteriza por estar a la orden de la vieja escuela, a cargo de dos guitarristas formidables, como Marc Busqué y Albert Mateu, aunque las miradas se centran en Juli Sánchez, vocalista de la agrupación, que entre sus violentas líneas llega a alaridos que recuerdan al joven Tom Araya o a Zetro Souza.

Hablando de juventud, eso es lo que resalta en el grupo, la vitalidad que sale de su performance, es como si unos chicos fanáticos del Thrash se reunieron para tocar y, en una de esas, se encontraron viajando por el mundo haciendo lo que aman. Por eso, cuando el telón estaba cerrado y se escuchaba a la banda probando sonido, uno no podía evitar reírse, era como hacer “elegante” a una presentación para tus amigos de toda la vida.

Por otra parte, es destacable que la banda en diez años de existencia haya sacado cuatro discos, con pocos años de diferencia entre ellos, y sus canciones hayan recorrido todo el setlist del show. En eso, el grupo también es vieja escuela: cada dos o tres años hay nuevo material, convirtiéndose en una sana costumbre.

Los guiños “solo para entendidos” se dejaban ver cuando la banda jugaba a hacer un “Sabbath Bloody Sabbath”, o en términos no tan oscuros, cuando pasaban por METALLICA o MEGADETH. Aunque también el grupo de entendidos se reducía con las canciones referidas a Dragon Ball Z: “Prince of Saiyans” y “Frieza the Tyrant”.

Covers como “Roots, Bloody Roots” llevaron el nivel de violencia a un estatus mayor. Y como si esto no fuese poco, llegaron las bestias de “G.M.M” y “Bring ’em to the Pit”. El show fue tan festivo que Marc Busqué llegó a tocar entre el público ¡y salió ileso!

Un sonido sólido, que conforme a la velada fue en progresiva mejora, fue una condición excluyente para que “Ultra Thrash” pudiera disfrutarse al máximo, con gran parte del público arriba del escenario, mostrando como la hermandad del Thrash trasciende jerarquías.

Pasó CRISIX por Argentina, y como sostuvo su vocalista: “primer show pero no el último”. Y si consideramos que este grupo ya es “de culto” para la escena Thrash argentina, no podemos más que coincidir con sus palabras.

Facundo Guadagno