O’Connor en el Teatro Flores: “Sombras de Placer en Buenos Aires” #Reseña

“Solo me arrimo a los que se animan a compartir lo que nadie da”; Claudio O’Connor dixit, de su contestataria canción “Imperdonable”, del polémico debut discográfico “Hay Un Lugar”. Pero retomemos esa desafiante frase, ¿no es precisamente eso lo que O’Connor ha estado haciendo desde hace casi veinte años? Solo junto a Hernán García como su ladero compositivo, con su propio público, su impronta inimitable y con un estilo en constante reinvención. “Habrá qué ver qué deciden ahora las huestes” rezaba la misma canción y, más allá de sus seguidores, las huestes no dijeron lo mejor. Lejos está aquel Monsters of Rock de 1998 donde hordas de metaleros lo insultaban y él solito se plantó a mostrar su arte. Público hostil y artista insistente.

Ya estamos en el 2015 y, con trece discos de estudio bajo el brazo – “Un Poco de Respeto” o el disco de covers cuenta – O’Connor sigue acercándose a su público fiel mientras es denostado con blandos argumentos por las huestes. Sin dudas, una paradoja; la voz de Hermética, la voz de Malón y una de las voces emblemáticas del Heavy Metal Argentino y, aún así, es descalificado sin argumento alguno. Pero más allá de estas ingratitudes para las que, evidentemente, Claudio construyó una coraza, el “compartir lo que nadie da” sucedió este sábado en “El Teatro” de Flores.

“Pagando Por Tu Actitud” abre la velada seguido por “La Gran 7”, ese clásico inoxidable del segundo disco de la banda, “Yerba Mala Nunca Muere”. Como señal de la noche, esa canción y el disco al que pertenece, definen a la perfección el estado actual de O’Connor. Repasemos: Pablo Naydon es una base de batería firme que, no solo se destaca en su desempeño, sino que aporta coros y lo hace de manera loable. La dupla de guitarristas Iñiguez-Cosenza se complementa y solidifica la propuesta actual del grupo. Luego aparece el mentor, el creador musical de la banda: Hernán García – el parecido en el look a Geezer Butler no es mera coincidencia. Me estoy adelantando, pero la dupla García-O’Connor ha parido una cantidad enorme de canciones que fácilmente podrían quedar en los anales de la música pesada nacional – ¿hace falta que las enumere? – y, aún así, O’Connor es mirado de reojo. Por último, el frontman, la llamada “bestia” – nombre que hasta a él le causa gracia – Claudio O’Connor. Cuando hace cinco años se dudaba de su estado vocal hoy, con el paso del tiempo, hace veintidós canciones que lo exigen al máximo sin tomarse un descanso. El feedback con el público es el de siempre: O’Connor te mira sin mirarte cuando concentra su mirada, pero expulsa su felicidad cuando puede levantar la vista y ver la algarabía del recinto. Y sí, sonó “Imperdonable”, canción que, en su contexto de génesis no evadió ninguna polémica, pero hoy queda simplemente como una gran obra de metal pesado nacional y una rareza en el setlist. Pero esto no es 1998: la renovación es inminente; “Castigo y Perdón”, el nuevo single de la banda, muestra a un grupo ajustado y a la dupla García-O’Connor con una paleta nueva para el 2016. Por último, es destacable la disposición de una puesta en escena: cruces góticas y videos lúgubres acompañan al sonido de la banda. En cuanto a eso, la calidad del audio fue impecable; mis felicitaciones al sonidista que hizo que “la bestia” – je – pudiese apreciarse sonoramente cuando unos días atrás los “gigantes” de Mastodon decepcionaron al público local gracias a un sonido olvidable.

Sí, la convocatoria fue buena, pero también hay que destacar que la parte superior del recinto no estaba habilitada, por ende, todo el público se concentraba en el campo de “El Teatro”. O’Connor ha tenido que suspender algunos shows en lo que va del año y, de hecho, a veces no convoca demasiado. Gran paradoja por motivos que ya nombré anteriormente. En 2016 O’Connor lanzará un nuevo álbum; sí, otro más que sirve para demostrar su vitalidad, luego de 4 años de hiato discográfico. Pero el tiempo no viene solo y la banda se encuentra en un estado admirable, dando shows inimaginables años atrás. Sin ánimos de pecar de propagandista, háganse un favor y denle una oportunidad a lo que está haciendo una banda que no para de reinventarse y, para colmo, solo está engranando a la máquina para un 2016 repleto de actividad.