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Una velada especial: PRIMUS se reencontró con su fiel fanaticada en Chile #Crónica

Una velada especialísima fue la que se vivió la noche del pasado jueves 02 de marzo en Santiago: PRIMUS se presentó en solitario por primera vez en Chile, esto pues, anteriormente ya habían visitado el país como teloneros de FAITH NO MORE en el año 2010 y posteriormente como parte del line up del festival Rockout en el año 2014.

El tan esperado concierto -primero de una serie de cuatro programados por la banda- se inició puntualmente a las 21:00 horas en el Municipal de Santiago Opera Nacional De Chile con “Clown Dream” (original de Danny Elfman), introducción que a estas alturas ya es una constante en los shows de PRIMUS. Luego, sin tardar, Larry LaLonde tomó posesión de su guitarra y comenzó el particular sonido introductorio de “Those Damned Blue- Collar Tweekers”, en el acto Tim Alexander tomó sus baquetas, Les Claypool uno de sus tantos bajos completando de esta forma la alineación, y casi sin darnos cuenta arrancó “Too Many Puppies”, tema que en esta ocasión incorporó algunas notas de “Hello Skinny”, original de THE RESIDENTES (este fue además uno de los primeros temas con versión extendida). Tímidamente el público empezó a dejar de lado la compostura y a moverse en sus asientos aprovechando toda la energía que “Pudding Time” liberaba, “American Life” fue también otro de aquellos momentos extensos e hipnóticos con alargues de varios minutos en los que participaban indistintamente los tres músicos.

Créditos: Pedro Mora (humonegro.com)

Con algunas intervenciones del tipo conversación, Les Claypool nos comentaba que no todo sería sólo los cásicos esperados, sino más bien una repasada por toda la trayectoria de la banda, de esta manera comenzó entonces “Lee Van Cleef” (tema que pertenece a su penúltimo álbum, Green Naugahyde,  lanzado en el año 2011). A continuación el frontman abandonó el escenario para en unos minutos, retornar como el cerdo que acostumbra personificar, quien apenas  tomó su contrabajo eléctrico, comenzó a tocar en forma precisa “Jilly´s on Smack”. Con “The Heckler”, y pasada una hora exacta, se dio término a esta primera  parte de la presentación.

El break del concierto, que fue anunciado horas antes  a través de las redes sociales por la productora, tuvo una duración de 20 minutos, tiempo que algunos utilizaron para enfriar un poco sus cabezas y prepararse  para lo que sería la hilarante segunda parte del show. Aquellos que decidieron continuar en sus puestos, se dedicaron a mirar los dos capítulos de las aventuras de Popeye el  Marino que se exhibía en la pantalla gigante situada en el fondo del escenario. Pasado este tiempo, una campanilla invitaba a los asistentes a posicionarse nuevamente en sus asientos.

Créditos: Pedro Mora (humonegro.com)

Eleven” dio apertura a la segunda parte del show, seguida por “Last Salmon Man” y “Groundhog´s Day”, con todo esto el ansioso público no podía mantenerse quieto en sus asientos, esta contención comenzó a tornarse un poco incomoda, situación que notó Les Claypool, quien aprovechando toda la energía que “Sgt. Baker” genera, le exigió a los asistentes ponerse de pie, añadiendo que si bien él no era un hombre que acostumbrara a romper las reglas, le parecería simplemente increíble que se quedaran sentados con esa canción. El público obedientemente se puso de pie ya de forma definitiva por el resto del concierto. Cabe señalar que esta situación se dio debido a que el lugar posee butacas y el público acostumbra a permanecer sentado en los eventos que allí se realizan.

Con “Fisticuffs”, “Bob “y “Over The Electric Grapevine”, todo se transformó en una suerte de viaje en el que la música, las imágenes y el recinto también, crearon un ambiente muy psicodélico, esto evidenciado por la actitud de los fanáticos asistentes, quienes resultaron atrapados por toda la alucinógena atmósfera.

El broche de oro fue el clásico “Jerry  Was a Race Car Driver”, tema que la banda tocó para finalizar, pasadas dos horas y cuarto de concierto. Les Calypool, Larry LaLonde  y Tim Alexander se despedían de los asistente a este primer show y como era de esperar el público no aceptó esta partida, por lo que luego de algunos minutos reaparecieron los músicos en el escenario para despedirse de forma definitiva con el clásico “Southbound Pachyderm”.

Sin dudas fue un gran evento, muy esperado por toda la ferviente fanaticada, que durante mucho tiempo deseó ver a la banda en solitario. El show tuvo una duración no muy larga pero justa a la vez, lo suficiente para que los fanáticos pudieran apreciar gran parte de su discografía y también gozar de un ambiente sumamente grato, en el cual se percibía la gran conexión que existe entre la banda y el fiel publico Chileno, que siempre agradecido espera por más.

Dániza Morales Toro
Redactora en Rocktambulos
Todo es cuestión de perspectiva
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Todas las fotos utilizadas en esta crónica fueron tomadas por Pedro Mora y son propiedad de humonegro.com

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