No Se Aceptan Imitaciones: BRUJERÍA Da Vuelta Su Historia con “Pocho Aztlan” #ReseñaDiscos (Así Suena)OXDReseñas por Facundo Guadagno - 20/10/201603/01/2017 Luego de vivir de dos discos – Matando Güeros (1993) y Raza Odiada (1995) siempre fueron los fuertes en su setlist en vivo, como también en el imaginario metalero. Brujerizmo (2000) no tuvo esa suerte- por, prácticamente, 16 años BRUJERÍA editó un nuevo álbum, Pocho Aztlan, bajo el ala de Nuclear Blast. Recordemos que durante estos 16 años la banda tomaba legitimidad simbólica – y supongo que real, a juzgar por su audiencia en vivo – del pasado, de los discos de antaño, los miembros ausentes -como también de los presentes – y del mito que supieron construir. El chiste se acabó, hace rato, y un nuevo disco era necesario para re-establecer lo que supo ser BRUJERÍA y, tal vez, a partir de ahí construir una historia diferente. En ese contexto llega Pocho Aztlan.Y casi como un Chinese Democracy fronterizo, el nuevo opus de BRUJERÍA es el punto de inflexión para el resurgimiento de la banda. El nuevo clásico, “Pocho Aztlan”, le da comienzo a la obra y muestra dos excelentes señales: la composición, por un lado, y la mezcla, por el otro; ambos en un alto nivel en toda la placa. Otro valor remarcabable es el humor, ya que no obstante pasan los años Juan Brujo y sus secuaces mantienen un cinismo delicioso que le otorga una estimación altísima a este álbum. “No Aceptan Imitaciones” y “México Campeón” son hilarantes dosis de un pseudo grupo narco marcando terreno o llamando a la efervescencia de la sociedad mexicana. Pero si realmente se quiere observar una pluma inspirada, “Ángel de la Frontera” y su “tu mensaje me llegó”, realmente, me tentaron de la risa. Grind, un bajo distorsionado y reforzado en medios y agudos, clásicas guitarras evocando un sonido característico del Death Metal y las voces de Pititis, Pinche Peach y Juan Brujo comulgadas para el desmadre.Para las personas sensibles este disco es mejor dejarlo de lado y, como epítome de la lírica macabra, aparece “Plata o Plomo”. Narrando la historia de mutilaciones narcos, Juan Brujo nos relata sus aventuras al Norte de México con la marcha de un Death Metal bailable. “Te voy a cortar un poco el pelo”, en homenaje a Bastardos Sin Gloria, son una de las crónicas de la mutilación que llevó a cabo el grupo narco. Es notable como “Isla de la Fantasía”, “Bruja” o “Satongo” con su enorme cuota de brutalidad, aun así, manteniéndola sin concesiones, se las arreglan para tener sus partes fáciles de recordar, tan fáciles de entrarle al escucha como tan difícil es acostumbrarse a la voz de Juan Brujo. No es virtuoso y ni siquiera es claro para hablar, pero aún así tiene cierto encanto. Probablemente, el mismo sea tan sugestivo como para que los que lo escuchamos desde sus primeras incursiones musicales ya la hayamos naturalizado. Si es así, su voz es encantadora, de no ser así, es bizarra como poco. Pocho Aztlan finaliza con “California Über Aztlan” y yo me rindo ante semejante elocuencia. Vuelve Pito Wilson a la narración, cosa que es un guiño a los que seguimos a la banda, pero, ¿no se podría haber metido al imbécil de Donald Trump en la canción? Ay… me dejaron con ganas. Aún así, está aprobado.El regreso discográfico de BRUJERÍA logró ser una sólida muestra de cómo dar vuelta una situación que parecía irreversible: shows en vivo sin los miembros de antaño – y con listas concentradas en dos discos -, singles que en su soledad no dicen absolutamente nada y un hiato que sólo logra fortalecerse con el mito subyacente que les dio la gloria hace unos veinte años atrás. Pocho Aztlan está a la altura de los clásicos del grupo, no me atrevo a decir que los supera, pero es claro que los dos primeros lanzamientos de BRUJERÍA tenían varias canciones para descartar y Pocho Aztlan carece de esta propiedad. En síntesis, coloquialmente estaríamos hablando de un discazo. Muchas gracias, chicos.Recomendados: “Pocho Aztlan”, “Ángel de la Frontera”, “Plata o Plomo”. Facundo GuadagnoRedactor en RocktambulosAntropólogo. Politólogo. Escritor.