LINKIN PARK le dice no a la rutina y cambia con “One More Light” #ReviewDestacadaDiscos (Así Suena)OXDReseñas por Frank Hernández - 15/06/201721/07/2017 Mucho ha pasado desde que el mundo conoció a la banda liderada por Chester Bennington y Mike Shinoda, ese par de voces inconfundibles que junto al resto de LINKIN PARK rompieron records de ventas para un disco debut del siglo 21. Diecisiete años después de aquel estreno llega One More Light, su nueva producción, y para comprenderla es importante desligarse completamente del pasado. Durante todo el disco la banda nos confirma que no tiene nada que perder y una vez más lo arriesgan todo con un sonido pop-electrónico que coquetea con el rhythm and blues. El inicio es suave con “Nobody Can Save Me” como primer track, en el que se muestra a Chester como único protagonista en un álbum que, a juzgar por su portada, nos invita desde el comienzo a relajarnos. Ésta le sirve de preámbulo a “Good Goodbye“, un tema rapeado en el que Shinoda es quien toma el liderazgo junto a los cantantes invitados Pusha T y Stormzy, repartiéndose una estrofa cada uno. Con “Talking to Myself” el disco continúa en constante crecimiento rítmico, siendo este el tema más “dance” del tracklist, pero la energía disminuye con “Battle Symphony“, una melancólica canción en la que destacan las pistas mezcladas de Joe Hahn y las voces limpias de Chester cantando acerca de cuán listos están para la batalla que les toca librar. “Invisible” (cantada mayormente por Mike) y el polémico single “Heavy” (a dueto con Kiiara) conforman un valle musical donde todo se vuelve balada. Ambos temas dejan claro que los dos vocalistas están en gran forma y en “Sorry For Now” nos sorprenden con un intercambio de roles, siendo Chester quien rapea y Mike quien canta con voz limpia. “Halfway Right” continúa con la misma línea electro-pop e introspección lírica que posee todo el álbum, y es que vale la pena resaltar que casi todos los temas tratan sobre la soledad, depresión y dificultades, siempre desde el ángulo de cómo superar cada uno de estos obstáculos.El momento más suave llega con “One More Light“, tema que da nombre al disco, donde Bennington canta casi a capella para posteriormente cerrar con uno de esos temas que parecen no encajar en el concepto del disco y por eso quedan de últimos: “Sharp Edges“. Éste último es una interesante fusión entre sonidos folclóricos muy estadounidenses y la electrónica característica de la banda. Con ese sonido country cierra una producción que, bajo la batuta compositiva de Mike Shinoda, marca más que una evolución, la transformación de LINKIN PARK hacía un nuevo monstruo del mercado musical, dispuestos a conquistar nuevo público. Si algo han dejado claro tras 7 discos de estudio en 17 años, es que se han sabido divertir haciendo todo lo que han querido.Frank HernándezDirector en RocktambulosEscucho más de lo que veo y escribo más de lo que leo. Periodista musical. Radio Host. Colaborador en Billboard y Rockaxis. Fundador de Rocktambuloshttps://www.youtube.com/playlist?list=PLFOacFaV8t9tF-ay6C9U7Xc7fVttcuSVL