NIGHT DEMON: La oscuridad llegó para quedarse en «Darkness Remains» #ReseñaDestacadaDiscos (Así Suena)Reseñas por Roger Alan Provan - 08/10/201709/10/2017 El nuevo milenio vio un renacimiento de corrientes de antaño. Luego del indiscutido reinado del Nü Metal post Grunge, para los metaleros más tradicionales fue un deleite ver el renacimiento de la rama más clásica del género. Las vueltas de la formación clásica de IRON MAIDEN (más Janick Gers, claro) y el regreso de Halford a JUDAS PRIEST terminó de poner la casa en orden. A partir de ese momento se instaló un sentimiento de nostalgia por el sonido de los 80’s y así surgieron una multitud de bandas fanáticas de ese sonido. Algunas lograron moderado éxito sin mucha ambición, pero otras se lo tomaron con mayor seriedad y salieron a cumplir sus sueños. Ahí es donde aparece NIGHT DEMON, oriundos de Ventura, California. Luego de un primer LP, Cursed of the Damned (2015), llegamos al presente con la reciente salida de Darkness Remains.A diferencia de su primer lanzamiento, en esta ocasión hay una mayor intención de encontrar un sonido propio y hasta arriesgan con elementos nuevos, como la balada que cierra el CD, “Darkness Remains”. Hay también un buen puñado de temas que se erigen victoriosas por peso propio (“Hallowed Ground” y “Welcome to the Night») o donde simplemente alcanzan el nivel de sus influencias (“Flight of the Manticore”), logrando sonar como una banda originaria de la NWOBHM. La voz de Jarvis Leatherby (bajo y voz) me hizo acordar levemente al histórico Sean Harris, vocalista de DIAMOND HEAD en sus años dorados, pero con un caudal y potencia todavía mayores. El desempeño de Jarvis es tal vez el punto más alto del récord, siendo dueño de geniales melodías. Su bajo, bien presente y nítido, pero no interfiriendo con las guitarras, se llevará ovaciones de todo oyente. La responsabilidad real de las reminiscencias al pasado recae en el violero Armand John Anthony (y también en los importantes aportes del anterior guitarrista, Brent Woodward), pero si me enfoco en su talento -especialmente sus solos- es de primera calidad. Dusty Squires en la batería es el encargado de unir las partes y que formen un todo coherente, logrando un gran trabajo.El sonido, excelente en todos los tracks, implica una buen inversión por parte de las discográficas detrás del lanzamiento (Century Media en EE.UU y SPV/Steamhammer en Europa). Se nota que las expectativas para con el futuro de NIGHT DEMON son altas. Las influencias de la NWOBHM, especialmente de La Doncella de Hierro, son palpables. Podría decirse que son, sin exagerar, las alas que permitieron que la banda haya levantado vuelo. Mi única advertencia es que no intenten volar demasiado cerca del sol que los iluminó. De todas maneras, es un mérito importante ser una banda americana que logra sonar como una banda de un movimiento inglés de los 80s. Además, es difícil tocar música con el objetivo de “sonar como tal banda de tal época”. Siempre implica el riesgo de parecerse demasiado a algo ya existente, valga la redundancia. A géneros más actuales como el Nü Metal o el Metalcore hay que darles el crédito de «no intentar parecerse a nadie”. Las comillas están porque claramente me refiero al género como un todo. Pero con el Heavy Metal tradicional puede complicarse más para una banda actual.Una parte de mi aconseja a quienes lean esta crítica que no analizen cada detalle, buscando las relaciones entre el presente y el pasado, pensando “este track se parece a…” de alguna otra banda. Si la música les hace mover el piecito, agitar la melena y les dibuja una sonrisa en la cara, entonces NIGHT DEMON lo van a disfrutar a pleno. Esta no es la oscuridad a la que le van a tener miedo, se los aseguro.Roger Alan ProvanColaborador en RocktambulosLa música, sin importar el género, popularidad, año o país de origen, tiene una chance en mis oídos. En ella encuentro mi camino.