La trayectoria de FAITH NO MORE muestra claramente una crisis de sentido en el Rock y se revela ante él y la música en sí con una actitud cínica. No obstante, en medio de su actitud provocadora, típica de una situación crítica, dentro de la desesperación, el vacío y el nihilismo, aparece una creación magnífica, que aún así por su vaguedad es difícil de interpretar. Esa invención artística es Introduce Yourself, álbum editado en 1987, que a treinta años de su lanzamiento es sintomático de una era y, en simultáneo, una esencia que el grupo jamás perdería, aunque sí vería con ciertos matices, al menos musicales, no así en sus rebeldes actitudes, de las cuales nunca se desligaron.
Por otra parte, una bondad del movimiento Punk fue haber roto con muchos tabúes – aunque trajo otros que varios romanticistas se empeñan en no ver – y esto le permitió a la banda de San Francisco hacer realmente lo que deseaban, como música Disco, estilo enemigo del Hard Rock y el Heavy Metal de aquella época. Allí está la clave de Introduce Yourself: la frescura producto del deseo, la búsqueda y la conquista de un ideal artístico. Chuck Mosley lo deja claro en “Anne’s Song”: “nunca dije ser diferente, simplemente estaba aburrido”. No es azaroso que esta banda haya influenciado a las próximas generaciones del Rock que buscaban salir de la norma y experimentar con otros estilos.
Otra de las cualidades, para nada superfluas, que tiene esta obra, es la de condensar en unos minutos la energía que la banda poseía por aquellos tiempos, una disposición ante la música que los tenía entre el profesionalismo y el amateurismo, otro rastro del Punk y de varias corrientes del Rock: el artista se va haciendo, y en ese camino se encuentra su encanto. Por eso todos los chistes internos – como en la canción homónima o la ya mencionada “Anne’s Song” -, algunos sinsentidos o incoherencias – la introducción a “Death March” – o la crítica al Live Aid pronunciada en “We Care a Lot”, entre tantos otros factores, son pequeños pedazos de un momento irrepetible y al cual solo podemos acceder por extrañas grabaciones piratas, algunas fotos y un disco.
No obstante, es preciso ser mesurado con la nostalgia y reconocer que este pasado bajo ningún punto de vista fue tan bueno como puede llegar a idealizarse, ya que económicamente la banda estaba lejos de sustentarse, el reconocimiento era escaso, el sonido bastante esquemático – a comparación de lo que sería diez años después – y el estilo limitado por la impronta de Chuck Mosley, que su característica punky hacía que el conjunto toque rápido los límites de la comunicación con distintos géneros. La comparación con los tiempos de Mike Patton es odiosa pero necesaria y, aún así, existen puntos de conciliación: la era Mosley guarda la esencia Punk de FAITH NO MORE y el período con Patton es el eclecticismo que hace al grupo caracterizarse porque su identidad se base, precisamente, en la carencia de la misma. ¿De qué se trata la propuesta musical del conjunto luego de 1989? No hay una respuesta que lo sintetice y sus miembros, como sostuvieron en varias entrevistas, simplemente se dejaron llevar por la experimentación. He ahí la gran distancia entre lo ocurrido antes y después de 1989.
Por ser la muestra cabal de la juventud de FAITH NO MORE, de su ingenuidad, de la agonía de los vestigios Punk en su música y de los últimos ecos del quinteto en el underground, Introduce Yourself es una pieza clave para comprender al grupo de San Francisco. Aunque, debido a la altura de sus canciones y su posterior influencia para toda una generación, se ha convertido en una obra fundamental dentro del Hard Rock y el Heavy Metal, al mismo tiempo. Una auténtica máquina del tiempo y una plataforma para viajar a un lugar que representa tanto a una época que, afortunadamente, ya no existe, porque si aún se mantuviera en pie demostraría la miseria que sería vivir en el eterno presente y alejarse del progreso. Por eso, Introduce Yourself es una buena retrospectiva a un lugar que solo puede ser imaginario.