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Retrovertigo: BRANT BJORK regresó con “Jacoozi”. Así suena su nuevo disco #Reseña

Obsesivo y sistemático, prolífico e instruido: así es BRANT BJORK, una persona que ha lanzado un disco por año desde el 2016. Esta vez, retornó a las bateas con Jacoozi, su más reciente trabajo que vio la luz el último 9 de abril. El ex KYUSS y VISTA CHINO, entre tantos otros, volvió a dejar en claro por qué es una de las figuras obligatorias dentro del Stoner Rock. Aquí analizamos su nueva obra.

Zapada, despreocupación y nostalgia: con esas tres palabras uno podría, tranquilamente, establecer la estructura analítica para este álbum. Sin ir más lejos, la ya mencionada tríada fue utilizada una y otra vez por el Stoner, de inusitada vigencia durante la última época. Si hay tanta oferta, ¿qué se puede hacer para no continuar sobrecargando al mercado? Bueno, tratar de darle un toque de distinción al arte, y eso es lo que busca BRANT BJORK, en su afán por explorar efectividad y matices sonoros en cada una de las composiciones.

“Can’t Run of The Sun” es la típica improvisación anclada en los 60, ideal para quienes le rinden pleitesía a este tipo de sonidos, pero sin ir mucho más lejos que eso. Recién en “Guerrilla Funk” Bjork busca la solidez y agresión – leve, claro está – para volar sutilmente con las seis cuerdas, mientras que el sonido cálido, analógico, de la batería junto a un prodigioso bajo, generan el clima para recibir con expectativas cada nueva etapa en la que se desarrolla la composición. Sin embargo, los toques más distendidos, más cercanos a un ambiente – y solo eso – jazz llegan con piezas como “Mexico City Blues”.

PH – @samgrant

Pero existe una particularidad, no menor, dentro de este trabajo: BRANT BJORK toca todos los instrumentos, en una suerte de escenario ideal para un “hombre orquesta”. Así Brant improvisa consigo mismo y, de alguna manera, descubre facetas de su propia musicalidad. Ese es el puntapié, luego esta lo más difícil, básicamente, hacer que un disco de Stoner suene fresco hoy en día. ¡Y Bjork lo logra! A corto plazo, ninguna canción es aburrida, ni mucho menos, sino que el escucha puede estar entretenido con cada aventura sonora.

Por supuesto, Jacoozi tiene su costado negativo. Nuevamente, es muy difícil escuchar algo en el Stoner que, a mediano plazo, no se convierta en un disco más, debido a que la oferta en este género es tan considerable, que resulta prácticamente imposible posicionarse como la figura que viene a revolucionarlo desde sus entrañas. Es imposible, y en ese contexto, este trabajo ya parte de cierto panorama general negativo. En otro orden, los guiños místicos, típicos de la nostalgia por los años 60 del siglo pasado, parecen un esfuerzo futil y trillado en la era globalizada: un marcado cliché romántico.

Con todas las cosas que pueden decirse a favor y en contra, la última obra de BRANT BJORK es un trabajo entretenido para este 2019, invitándonos a una escucha atenta, especial para melómanos, con el fin de adentrarnos hacia las distintas facetas de este notable compositor.

Facundo Guadagno
Redactor en Rocktambulos
Antropólogo. Politólogo. Escritor.
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