Lo bueno, lo malo y lo feo de “Rompan Todo”, la serie sobre el rock en América Latina

Este miércoles 16 de diciembre se estrenó, a través de Netflix, la serie documental Rompan Todo, en la cual podemos ver la historia del rock en español en Latinoamérica, narrada por sus propios protagonistas. Facundo Llano analizó la serie y a continuación te contamos lo bueno, lo malo y lo feo del documental del que todos están hablando.

Antes de arrancar, es importante aclarar que la serie hace un recorrido que va desde los inicios hasta el día de hoy, buscando comprender el nacimiento y evolución del movimiento del rock en la región, lo cual ocurrió a la par de algunos de los eventos políticos y sociales más importantes del siglo 21 durante los años 60’s y 70’s. Comencemos:

Lo bueno:

Una historia compleja, explicada con manzanitas

Finalmente se hizo algo a la altura y con la producción que merece una historia como es la del rock latinoamericano, además de estar producida por alguien de vital importancia para ese movimiento: Gustavo Santoalalla. La serie está dividida en seis capítulos, cada uno recorriendo una década, y haciéndolo de una forma muy didáctica.

EL TRI

Los orígenes del rock latinoamericano pueden estar en el entretenimiento, pero rápidamente adquieren una personalidad de “contracultura” y la serie hace un muy buen trabajo contextualizando la historia política de cada país y como esta tiene una influencia en la música que nace en ese momento. Vamos viendo cómo, a medida que los gobiernos se van volviendo más autoritarios y represivos, la música se va endureciendo.

A diferencia del mundo anglosajón, la mayor parte del rock latinoamericano no está ligada al entretenimiento, sino a una herramienta de conciencia social. Es difícil, a partir de los 70, encontrar bandas que no tengan alguna connotación social o política. Porque incluso las bandas que pueden llegar a tener letras mas escapistas, como puede ser VIRUS en sus primeros años, responden a la necesidad de darle color a una vida que era en blanco y negro. La historia social y política es tan rica como la musical y el documental lo retrata de forma muy inteligente y sin tibiezas.

Lo malo:

Brasil y el Metal, grandes ausentes

Si bien el documental en sí ronda las seis horas, sigue resultando poco para una historia tan rica como la del rock latinoamericano. Y ahí entran decisiones de edición un tanto discutibles. Para empezar, no hay una sola mención o intervención del rock brasilero. Puede entenderse si el documental se vendiera como la historia del rock en castellano, pero no, lo hacen como la historia del rock latinoamericano.

También es llamativo, o tal vez no tanto, el eterno ninguneo al heavy metal. En los capítulos finales, se deja de hablar de rock latinoamericano para hablar una identidad de música latinoamericana. Ahí es donde se les da espacio a artistas como Calle 13, Julieta Venegas, Control Machete o Nortec Collective y se empieza a discutir qué es el rock en realidad. Pero el rock, antes que todo, es música de guitarras y rebeldía, y es un tanto injusto para los artistas de heavy metal ser ignorados de esa forma.

La única mención metalera es Ekhymosis, una banda que, más allá de gustos, solo pasó a la posteridad por contar con Juanes en sus filas. No se habla del sonido pionero de V8 en Argentina (editando antes que Metallica), la profesionalización de bandas como RATA BLANCA o A.N.I.M.A.L, ni la globalización e influencia de una banda insignia para el rock latinoamericano como es SEPULTURA.

Y también, incluso cuando se le quiere dar protagonismo a la mujer, la omisión de grupos verdaderamente de rock y exitosos como La Torre, Celeste y La Generación o Kenny y Los Eléctricos, es un tanto llamativa. Pero todo esto puede corregirse con una segunda parte que hasta donde se sabe, está en los planes.

Lo feo:

MTV no es el único héroe en este lio

Todo lo mencionado anteriormente como “Lo malo” se puede justificar con las restricciones de tiempo, lo cual es entendible. Ya dijimos que, incluso en seis capítulos, es imposible contar la historia completa. Pero hay omisiones que no se pueden pasar por alto.

SODA STEREO

Por ejemplo, entre 1990 y 1991, SODA STEREO (Argentina), LOS PRISIONEROS (Chile) y CAIFANES (México) lanzan tres discos clásicos y esenciales para entender el rock latinoamericano (Canción animal, Corazones y El Diablito, respectivamente) alcanzando la masividad regional antes de que existiera MTV. No solo estos discos no son nombrados, sino que la serie da a entender que la masividad se logró solo cuando llega MTV (1993) y me atrevo a decir que esto no es así. Sí, potencian el éxito de SODA STEREO en el extranjero, pero solo durante los primeros años. Para 1993 ya Soda y las demás antes mencionadas se habían convertido en bandas de estadio.

También es imperdonable la omisión de dos bandas fundamentales para el rock latinoamericano: TODOS TUS MUERTOS y los franceces MANO NEGRA. Los primeros porque son una de las bandas que mejor adoptaron el mestizaje de culturas y sonidos y mas lejos lo llevaron, llegando a girar en lugares como Japón.

Y los segundos porque, como The Clash diez años antes, adoptaron todo un lenguaje musical anclado en Latinoamérica, presentándoselo a toda una nueva generación a la que le cambio la forma de hacer música. Hablamos de una banda que en 1992 giró meses por Latinoamérica y sus shows fueron tan impactantes que dejaron huella en la música de bandas como Los Fabulosos Cadillacs, Café Tacvba, La Portuaria o La Vela Puerca. El rock latino como tal no se puede explicar sin MANO NEGRA.

Conclusión:

Retratar la historia del rock latino era una tarea titánica y, más allá de algunas malas elecciones, el saldo es positivo, sobre todo en lo que tiene que ver con los años 60 y 70, donde el aporte de los países es mas equilibrado. Luego Mexico y Argentina despegarían mucho más.

Como argentinos y por ser pioneros de alguna forma de todo este movimiento, el egocentrismo hizo que nos perdiéramos de increíbles bandas de la región. Que bandas como LOS PRISIONEROS o LOS TRES de Chile, CAIFANES o MALDITA VECINDAD de México, BUITRES de Uruguay, TITAS o LEGIAO URBANA de Brasil, nunca hayan tenido repercusión en nuestro país es realmente un pecado, porque nos perdimos de mucha música genial. Ojalá este documental active la chispa de curiosidad, porque como vemos en “Rompan todo”, nunca tuvimos que envidiarle nada a nadie.

Colaborador en Rocktambulos
Música, comida y libros, el resto está de más.
Facundo Llano

Música, comida y libros, el resto está de más.

Ver comentarios

  • Lo de Colombia me pareció desastroso, más allá de la omisión a muchas bandas que no fueron referenciadas, me refiero a la pobreza en cuanto a la presentación del contexto colombiano, el cual esta referido exclusivamente a las bombas del narcotráfico, mientras la serie en cuanto a Chile, Argentina y México sitúa claramente la problemática política, social y económica y como inserta el rock en ese contexto. Reducir la problemática de Colombia al narcotrafico de los noventas, desconociendo los problemas de violencia asociados al tema agrario y la concentración de la tierra, el clientelismo político, la violación de los derechos humanos producto de la doctrinada de seguridad nacional, el neoliberalismo etc. No se puede aceptar la desinformación en este caso de parte de quienes han vivido la música como ejercicio de critica social.