Rod Stewart en Argentina: Fútbol, actitud y sex-appeal #Reseña

Definitivamente Sir Rod Stewart sabe cómo seducir a Argentina. A sus 78 años el legendario cantante regresó al país para cautivarnos con actitud y sex-appeal, pero tambien apelando al amor por el fútbol, una pasión que Rod comparte con el país campeón del mundo, y él lo sabe. Este 4 de octubre recibimos en Buenos Aires al «forever young», que no dudó en volver a enamorarnos, tanto de su música como de su energía, su carisma y su talento.

Ante un estadio GEBA completamente lleno, el británico nos deleitó con más de 2 horas de show, como sólo él sabe hacerlo, pero vayamos al inicio y repasemos qué pasó esa noche.

La velada inició pasadas las 21 hs con el cover de Roger Palmer, «Addicted to Love», uno de tantos temas ajenos que Rod ha sabido convertir en suyos. Acompañado al frente por una banda de atractivas mujeres vestidas de traje y con instrumentos al hombro, el cantante hizo su aparición en tarima. Pero quienes lo acompañaban no eran unas simples chicas, se trataba de un grupo de talentosas artistas que durante todo el show se encargaron de cantar, bailar, tocar distintos instrumentos y deleitar a la audiencia con episodios donde tuvieron todo el protagonismo.

«You Wear It Well» (este sí de propia autoría) y «Ohh La La», de su antigua banda FACES, sonaron a continuación y el público ya iba comprendiendo que estabamos «Having a Party», como dice la canción que siguió en el orden. Stewart sabe sacarle provecho a cada uno de los covers que ha grabado en su carrera, tal es el caso del clásico de CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL, «Have You Ever Seen the Rain?», con el que puso a la gente a cantar y se escuchó por primera vez ese amor sonoro por parte del público, que si bien se levantó de sus asientos desde el inicio, no se había hecho sentir demasiado hasta ese momento.

«Infatuation», «The First Cut Is the Deepest», de Cat Stevens, «Young Turks», «Maggie May» y «Baby Jane» fueron solo algunas de las gemas que pudimos escuchar mientras nuestra mirada se mantenía fija sobre la humanidad de Stewart. Es imposible quitarle la mirada a Rod mientras está en tarima. Con su atuendo brillante, sus cambios de ropa, la constante interacción con el público y sus movimientos y poses -esos que todos esperan que haga-, el británico supo cómo hacer gritar a fanáticas (y fanáticos) de todas las edades que colmaron el lugar; como por ejemplo cuando después de «It’s a Heartache» se quitó el abrigo por primera vez o cuando antes de «I’d Rather go Blind» -dedicada a la memoria de Christine McVie, de FLEETWOOD MAC – tiró la campera escarchada, se remangó la camisa, y con mucho estilo anunció que cantaría un blues, para euforia de los fans. Stewart es y será, como dice su canción, «Forever Young», tema que -por cierto- también sonó esa noche y fue la mejor forma de recordarnos que la edad es solo un número. Rod, que se vio enérgico desde el primer tema, por momentos bailarín y siempre sonriente, es un buen ejemplo de ello.

Rod Stewart: «You’re In My Heart, Messi»

«Rod the Mod» no desaprovecha ninguna oportunidad para mostrar sus pasiones y lo orgulloso que se siente de sus ancestros escoceses, por eso en medio de «Forever Young» nos regala una sección de música celta y durante «You’re In My Heart» nos habla de su amor por el fútbol mientras muestra un banderín de la AFA y decide regalar balones, algo que continuaría durante el resto del show.

Y acá llegaría un momento climax de la noche, ya que antes de presentar la canción que el británico le escribió a su equipo de fútbol, aprovechó para recordarnos quién es el actual campeón del mundo: «Ustedes son los campeones, Messi, ¡oh! Estás en mi corazón, Messi», dijo Rod, quien antes había pedido a una chica servir de traductora pero finalmente optó por hablarle en inglés a su público.

El mensaje para Messi despertó aplausos pero la eufória fue máxima cuando en las pantallas, durante la interpretación del tema, proyectaron el último penal de la final 2022 donde Argentina se consagró, así como varias escenas de personas celebrando el campeonato en su casa y en el estadio, intercaladas con imágenes del Celtic Football Club, del cuál es hincha Stewart.

Sir Roderick sabe que es el imán de todas las miradas, por eso opta por salir del escenario cada vez que alguno de sus talentosos músicos tienen un momento para destacar, bien sea para hacer un solo de saxofón, una introducción en el arpa o cantar algún tema adicional, como ocurrió con «I’m So excited», de THE POINTER SISTERS, y «Lady Marmalade» de THE ELEVENTH HOUR, ambos cantados de forma impecable por las tres cantantes que lo acompañan y cuyos vestidos combinaban con la ropa de Rod.

Rod Stewart: Humildad y talento que no necesita pistas

La banda de Rod, uniformada con trajes al estilo Las Vegas, se mantuvo siempre firme y alerta a cada movimiento de su líder, que tuvo la humildad suficiente como para detener «Downtown Train» (original de Tom Waits) y volver a empezar, disculpándose por su error al entrar a destiempo en el tema. «Puede fallar», dicen por ahí, y es algo totalmente normal cuando se hace música en vivo de verdad, al estilo «old school» y sin pistas ni samplers. Es inevitable pensar en la actualidad musical y en lo que se convirtió la industria del canto gracias a la tecnología. Algunos artistas jóvenes tienen mucho que aprender del experimentado Rod, que a sus 78 años se arriesga a cantar por sí mismo, ante un estadio repleto, a riesgo de que la voz le falle y sabe que en caso de necesitar ayuda, estarán sus coristas, que son cantantes profesionales, nunca una máquina o un playback.

Vocalmente Rod luce muy bien, sobre todo para tener la edad que tiene, siempre afinado y con ese estilo rasposo de toda la vida. No duda en hacer juegos vocales y armonías en sus canciones, como ocurrió en «Have I Told You Lately», demostrando que todavía tiene con qué. También hay que destacar el trabajo de sus dos violinistas y la multi-instrumentista que tocó el arpa en «The First Cut Is the Deepest», ya que además cantaban coros y bailaban en coreografía, haciendo del show un gran espectáculo.

Luego de «Some Guys Have All the Luck» entramos en la recta final del show, que no podía dejar por fuera el clásico «It Takes Two», un cover de Kim Weston donde las tres cantantes hicieron el rol de la fallecida Tina Turner, con quien Rod grabó la canción en 1991. Inmediatamente sería el turno de una versión extendida del popular «Da Ya Think I’m Sexy», con el cual Rod anunciaba el cierre y todo parecía terminar, pero siempre hay chance para «una más» así que volvieron para cantar la emotiva «Sailing», -original de The Sutherland Brothers Band- y así dar por finalizado el show, o al menos eso parecía, ya que antes de despedirse decidieron rendir un segundo homenaje a su público argentino.

Por si los videos de la final del mundial de fútbol no habían sido suficiente para demostrar cuanto ama Rod a Argentina, sus tres coristas se despidieron cantando «Don’t Cry for me Argentina», solo acompañadas por el piano, mientras Stewart, desde atrás, las aplaudía casi entre lágrimas. El show terminó con un gran abrazo grupal, dejándonos una postal final muy especial y emotiva, pero sobre todo memorable. Desde ya, anhelamos su pronto regreso, pero mientras tanto brindaremos por que su profesionalismo sea por siempre replicado en la música y sobre todo en el rock.

Frank Hernández