El metal más oscuro tuvo nuevamente en Buenos Aires una velada para el recuerdo. ¿La ocasión? Pues, nada más y nada menos que la visita de ROTTING CHRIST, que se presentaron por segunda ocasión en la ciudad, esta vez celebrando sus 35 años de trayectoria.

Desde tempranas horas de la tarde del sábado 24 de febrero, Arena Sur, en el barrio de Pompeya, se concurrió de fanáticos ansiosos por el show que darían los griegos esa noche.

El evento arrancó con la participación de DISLEPSIA, hoy por hoy una leyenda del metal extremo porteño cargando a sus espaldas 25 años del más puro y crudo death metal. Tocaron canciones de sus 2 discos de estudio y presentaron -aparte de un par de temas nuevos que estarán en un próximo disco- su nueva formación, que incluye a Lucien Anello en la guitarra.

La tarde/noche transcurría y llegaba el turno de INAZULINA, con su propuesta de rock/metal gótico e interesantes elementos estéticos, como por ejemplo, las letras de las canciones eran proyectadas en la pantalla del fondo a la par que eran cantadas por la banda, y en el caso de las que son en inglés traducidas al castellano. Detalles en la escenografía y creativos vestuarios daban un toque muy llamativo a su show, coronado por el carisma de su cantante/guitarrista, Caro Bakos.

Como último acto nacional de la noche, se presentó LEPERGOD, banda de black/death metal que supo dejar el escenario a punto para lo que seguía, con sus temas de elevado tempo, guitarras densas y guturales profundos. “Los Pilares del Edén”, “Himno a Sachayoj” y “Tetragramaton” fueron algunos de los temas que integraron su set, compuesto por canciones de sus dos discos: Siniestro Éxtasis (2017) e Impvro (2019).

Quedó así todo listo para que ROTTING CHRIST tomara el escenario, con los hermanos Sakis (voz/guitarra) y Themis Tolis (batería), Kostas Heliotis (bajo/voces) y Kostis Foukarakis (guitarra/voces). La oscuridad se apoderó del recinto desde el minuto 1 con la intro de “666”, que marcó el inicio del show, a la que siguió “P’unchaw kachun- Tuta kachun”, ambas de su álbum Kata ton daimona eaytoy (2013), por lejos el más tocado de la gala.

Apenas iniciado el show, Sakis hace uso de su nivel medio de español para decir “gracias Buenos Aires” y agrega (en inglés) que ha pasado algún tiempo desde la ocasión anterior por lo que tienen muchas ganas de compartir lo mejor de su música. Uno de los momentos más altos llegaría un par de temas después con “Apage Satana”, que fue muy celebrada por el público. Emocionado, Sakis nos advertía que iban a tocar un tema que no habíamos escuchado nunca antes. Se refería a “Pix Lax Dax”, que forma parte de su nuevo disco Pro Xristou, a lanzarse en mayo de este 2024.

Cabe destacar que el show tuvo un color distinto a lo acostumbrado en ese apartado: fue extraña la ausencia del “ole ole olá, cada día te quiero más” y otros cánticos similares que son tradición en Argentina, solo escuchándose al público corear -intermitentemente- el nombre de la banda, siendo hacia el final el momento más claro de esa efusividad, al punto que Sakis detuvo lo que iba a hacer y comenzó a tocar en la guitarra algunos riffs para acompañar al público que repetía «Rotting Christ, Rotting Christ», mientras Themis llevaba el ritmo con su doble bombo. Lo mismo pasó con el pogo que, aunque tuvo sus momentos, no fue constante y muchos parecían estar más concentrados en observar con detenimiento lo que ocurría en el escenario.

Luego nos invitó a volver algunos años atrás, al disco Triarchy of the Lost Lovers (1996), para interpretar “King of a Stellar War” y “Archon”, desatando esta última un instante de furia en el pogo. De vuelta con su intento de hablar español, Sakis exclamó: “muchas gracias hermanos y hermanas”, frase que repitió luego en un par de ocasiones, y posteriormente nos invitó a que el lugar se venga abajo, así que a la cuenta de “un, dos, tres, cuá” arremetieron con “Societas Satanas”, tema original de THOU ART LORD, un proyecto paralelo del que él forma parte y que mostró la faceta más violenta del pogo.

“In Yumen-Xibalba” destacó por el impactante juego de luces que acompañó su impecable ejecución, dando paso a los últimos 2 temas de la noche: “Grandis Spiritos Diavolos” y “The Raven”, con el que se despidieron agradeciendo mientras el nombre del grupo era coreado. Todo parecía el final pero volvieron unos segundos después y Sakis, con un gesto, pidió silencio en la sala para decir: “¿quieren una más, o mejor dos?

La respuesta fue obvia, así que arremetieron con “The Sign of Evil Existence” y “Fgmenth, Thy Gift” como encore. De este modo, invitando a “alzar los cuernos al aire”, marcaron ahora sí el final definitivo de un concierto que embelesó a los presentes con la calidad de ejecución de la banda, una puesta en escena muy enérgica, un Sakis muy carismático y una selección excepcional de canciones. Uno a uno, fueron desapareciendo del escenario, Sakis quitándose la remera y Themis, que se fue último, tomándose un momento para estrechar algunas manos de sus fans y hasta firmar algunos discos.

ROTTING CHRIST está en gran momento como banda, haciendo que la escena del Black Metal se renueve a través de sus principales exponentes, más allá de que no sean una banda nueva. Músicos de primera, capaces de brindar un gran show y con un sonido a la altura de las circunstancias, creando la atmósfera adecuada para disfrutar sus composiciones, son de esas cosas que provoca volver a ver. Desde ya nos dejan con ganas de escuchar su nuevo material y altas expectativas ante una nueva visita.

Manuel Herrera

Colaborador en Rocktambulos

En las páginas de un libro o las canciones de un disco me puedo perder, y con suerte volver. Baterista, entusiasta del audio, intento de cronista.
Amante de la música y la buena comida.

©Todas las fotos fueron tomadas por Frank Hernández para Rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

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