ARDE LA SANGRE presentó nuevo disco y la sangre ardió en Flores #Reseña

Si tuviera que elegir un título para la noche del 30 de Noviembre en el Teatro Flores, no podría elegir uno distinto a esta pregunta: ¿Cómo presentar un disco de metal en 2024 por todo lo alto?

Arde la Sangre impartió una cátedra de principio a fin, al presentar su 2do álbum de larga duración Pase lo que Pase, dejando claro por qué son una banda que sigue marcando tendencias y siendo convocada a eventos importantes en la escena argentina e internacional.

Este nuevo disco, lanzado el 17 de Noviembre de 2024, es a su vez el tercer trabajo de estudio de la banda integrada por Corva, Tery, Tano y Nacho, sucesor del EP “Rompiendo Silencios” (2022). El lanzamiento fue realizado en conjunto con el 6to single y su respectivo videoclip: “Tecnocracia“. Le precedieron “Lo Esencial”, “Los Unos y los Otros”, “OBDC (feat. MINY), “Espejo Roto” y “El Ojo del Huracán”.

Desde los primeros acordes, la energía desbordante fue un anticipo del tono del show: un viaje intenso, emotivo y cargado de potencia. Un setlist de 26 temas (más de 2 horas de show) puso al público del teatro – explotado de corazones ardiendo – a navegar por las aguas oscuras, grooveras, de tintes industriales y muy actuales del nuevo disco, para luego despegar en un recorrido que nos llevaría por los hits más conocidos de La Cura y Rompiendo Silencios hasta clásicos de Carajo que hicieron temblar a la manzana entera.

Vamos a adentrarnos en una noche que definitivamente marcó un antes y un después en la biografía de ALS, que aunque según el mismo Tery Langer, se consideran “una banda nueva”, lo cierto es que tienen mucha historia y mucho, pero muchísimo más para dar.

Preludio de una tormenta

Sábado por la tarde y la ciudad de Buenos Aires despide un día soleado, pero fresco, de esos ideales de la primavera porteña. Aunque se pronosticaba tormenta, el verdadero huracán ocurrió dentro del recinto más metal de Buenos Aires. Mientras la luz se iba despidiendo en el horizonte, las ansias de llegar a la Avenida Rivadavia y Pergamino incrementaban sin cesar.

Al bajar del bondi, inmediatamente me doy cuenta de que será una de esas noches en el Flores: Retumbaba el asfalto desde la calle de enfrente. La banda soporte ya hacía temblar el recinto.

Una entrada arrasadora con DARLOTODO

Una vez adentro, en efecto, los muchachos de DARLOTODO estaban ya bastante avanzados en su setlist. Un sonido potente, incluso para tener una sola guitarra, mucha energía con aires modernos de Nü Metal y mucha buena onda era lo que emanaban, preparando la mesa para el plato fuerte de la fecha, destacando que la entrada también estuvo muy a la altura.

Las sorpresas vinieron desde temprano esa noche: Justo antes de terminar su set, los DARLOTODO invitaron nada más y nada menos que al señor Tery Langer en la guitarra, a tocar un cover “poco conocido”: Blind de Korn.

Cerraron con “La Venganza”, un tema con un groove tremendo y un estribillo memorable que hizo brillar la potencia vocal de Lucas Aguirre, recibiendo vítores y aplausos de parte del público, que iba creciendo en números de manera lenta pero constante. Un colchón de sintetizadores con aires de optimismo, dejó el terreno listo para lo que vendría.

Un paseo por el infierno: la introducción del nuevo disco

Mientras se preparaba todo tras el telón, se veían luces y se escuchaban voces del crew durante el armado del escenario. Entre el público crecía la tensión y la emoción, algunos charlaban, otros pedían birras, fernet, agua, energizantes.

Dos pantallas, una a cada lado del escenario, mostraban el logo de Arde con la “A” simulando raíces que sobresalen de un muro, con la inscripción PASE LO QUE PASE debajo.

Luego de algunos minutos, por fin, se apagaron las luces y se escucharon los gritos de todos. Se abrió el telón y una atmósfera oscura de sintetizadores y beats electrónicos invadió la sala del teatro, acompañada por las luces del escenario que iban “agitando” a los presentes.

La introducción iba in crescendo… Aparecieron en tarima los Arde uno a uno: Nacho, Luciano, Corvata y Tery… mientras la atmósfera iba mutando hacia un beat Drum ‘n Bass que desencadenaría en el primer riff de la velada.

Un Paseo por el Infierno, el tema que abre el disco, presentó un adelanto del tono del show: riffs pesados, un sonido distorsionado, al mismo tiempo limpio y al palo, el pegue potente pero certero de Nacho Benavides en la batería, la potencia vocal de Corva acompañado por las armonías de Tery. Ejecutada a la perfección.

Siguió Tecnocracia, con su respectivo videoclip proyectado en sincro en las pantallas de fondo, una canción que puso a todos a mover el cuello, es un single palero con todas las letras. Luego Espejo Roto, una de las canciones más rápidas y punkies del disco, hizo corear a más de uno con su estribillo súper pegajoso, luego a saltar durante el breakdown e incluso a acompañar con las palmas durante el puente. Tremenda descarga durante los primeros 3 temas.

Baladas y huracanes: un viaje emocional

Esperanza marcó la primera balada, una canción que transmite un gran mensaje, como los que caracterizan una buena parte de las letras de Marcelo Corvalán. “Si al triste abandonás, nunca tendrás esa suerte… de aprender a ayudar”.

Siguieron El día que nunca termina y El Ojo del Huracán, esta última con ese riff y groove pesadísimo, fue casi literalmente un huracán sónico que arrasó con todo y todos (pelucas voladas everywhere).

Hasta este punto, en lo personal, ya había podido rescatar un punto nuevo y uno ya conocido de ALS. El ya conocido: La ejecución instrumental impecable y el sonido demoledor, el punto nuevo: El performance y lo compenetrados que están como banda, la onda que tienen entre ellos.

Esto es algo de lo que me había llevado un pequeño atisbo en la anterior fecha de La Trastienda (que quedó superada por esta de Flores, lejos) y en lo que pude ver de su set del Knotfest. En mi opinión, es lo más lindo de ir a ver a una banda en vivo. Diez de diez.

Enfrentamos al Enemigo Interior con sus riff mega graves y pesados, sus versos que mezclan djent y hip hop (con las líneas rapeadas características de Corva) y un épico estribillo; para luego presenciar Lo Esencial, el track en el que colaboró César Andino en su versión de estudio, esta vez cantado en su totalidad por Corvata. Si bien el estreno de este tema en La Trastienda contó con la participación de Andino, en esa oportunidad los problemas técnicos en el micrófono de Corva opacaron la presentación, así que fue un hermoso desquite. Una canción y momento de lujo.

Una parte del público, los más fanáticos, no pararon de cantar y corear la mayoría de las canciones de Pase lo que Pase, como si hubiera salido hace meses. Si bien OBDC fue lanzado a finales de 2023 y luego fueron lanzando singles a lo largo del 2024, la otra mitad de las canciones tenían recién casi 2 semanas de haber sabido. Entre las conversaciones se escuchaba a varias personas que no conocían a la banda, reaccionar positivamente, sorprendidos, emocionados. Muchos habían venido por Corva y Tery (es decir, por Carajo).

Es brutal la descarga de energía que se siente al ver a estos muchachos en vivo, tanto por su música, performance y lo bien que suenan, como por el agite del público, algo que definitivamente permeó sin problemas del público carajero a Arde la Sangre. Fanáticos o nuevos seguidores, todos fuimos Los Unos y Los Otros en ese descontrolado Teatro Flores, agitando y compartiendo una noche de buena música.

Siguieron el setlist con Desencuentro, una balada power de desamor, luego llamaron a la tarima a la primera invitada de la noche: MINY, para interpretar el single OBDC, la canción más pesada y gutural del disco, que fusiona beats de trap y guitarras súper graves, con un sonido super industrial y muy actual, un buen punto fuerte de la noche. El pogo ardió en llamas durante esta canción, cabe destacar. Tremenda la potencia vocal y la presencia en tarima de la cantante de POST20.

Para cerrar la primera parte del recorrido, entramos en una vibra synthwave en Gigante Dormido, una canción lenta con mucho groove. De esta manera, Arde la Sangre finalizó la presentación oficial de Pase lo que Pase, que conformó la primera parte de su set. Pero la noche tenía más sorpresas bajo la manga.

El legado: recuerdos y sorpresas

Entramos en la 2da etapa del show con una intro que dio paso a El Reino Maldito, le siguieron Acertijos y Aguantar, los tres temas elegidos del EP Rompiendo Silencios, respetando el orden original, para continuar en la onda de una tras otra. Todo es Vanidad fue la canción que vino a romper con ese patrón, la primera de La Cura que sonaba en la noche, puso a todo el mundo a moverse, gritar y pogear. Le siguió Modo Perverso, un clásico cantado por el público entero.

La noche iba creciendo en intensidad y en potencia sonora, o al menos así se percibía. De hecho a partir de este punto ya se sacrificó un poco la inteligibilidad sonora por lo “al palo” que estaba el volumen, el único punto negativo de la velada en el Flores. Hay que usar tapones y cuidarse los oídos, muchachones.

Con una pequeña joda de parte de Tery, tocando la intro de Enter Sandman, Corvata bromeó “Se cantan este tema con nosotros?”. A lo que arrancaron con Luna Herida de Carajo… El teatro se vino abajo.

Entramos con todo a navegar por aguas carajeras y en este tramo del recorrido, la sorpresa fue La Venganza de los Perdedores, que no había sonado nunca en vivo en manos de ALS. Luego el clásico himno Humildad emocionó a todo el teatro y sacó lágrimas a más de uno.

El barco volvió al río de sangre ardiendo, que no paraba de fluir. En las pantallas, las visuales de códigos de programación y mucho glitch anunciaban el inicio de Rebelión, el tema que inaugura el primer disco de ALS, para luego continuar con Industria Asesina.

Ya estábamos cerca del final, se sentía… y de repente se prendió el Fuego del Cielo, ese banger que siempre pone a todo el mundo a pogear. Aplausos, gritos, vítores… Parecía que todo había terminado… sin embargo, después de unos minutos de agite de parte del público, volvieron al escenario.

El clímax: una noche para el recuerdo

En un discurso muy inclusivo y fraternal, Corva destacó que había muchas personas que los siguen desde hace mucho tiempo y que estaban en el público esa noche, y llamó al escenario a varios de ellos para el último baile de la noche.

Para cerrar una noche magistral, le dieron al público old school lo que querían: una buena dosis del primer disco de Carajo: Salvaje, Pura Vida y Sacate la Mierda.

Arde la Sangre demostró que no es simplemente una banda “nueva”. Su capacidad de conectar con el público, ofrecer un show de primera calidad y reinventarse sin perder su esencia habla de una madurez artística que solo se logra con pasión y experiencia. Desde los riffs poderosos hasta los momentos más íntimos, convirtieron una noche lluviosa en Buenos Aires en una tormenta de emociones.

El merch de ambas bandas estaba espectacular, sobre todo el de ALS. Al salir del teatro, un equipo de chicas estaban entrevistando a los asistentes sobre el show, eran parte del crew de la banda. Se nota el crecimiento en la producción y que su equipo de trabajo se está expandiendo. Bravo!

Si “Pase lo que Pase” es un reflejo del futuro de ALS, podemos esperar muchos más capítulos gloriosos en su historia. En el Teatro Flores no solo vivimos un concierto, sino un manifiesto de lo que significa Arder en la Sangre.