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“La música cambió a la sociedad”: BILLY SHEEHAN dio una formidable masterclass en Buenos Aires

Pocas figuras de la música poseen la habilidad de BILLY SHEEHAN, no en términos técnicos sino, más bien, en un sentido intuitivo que lo configura como artista y ser humano, dos campos separados pero a fin de cuentas imposibles de escindir en la personalidad del individuo: su talento especial radica en ser un músico con la capacidad pedagógica de transmitir sus amplios conocimientos sin convertir este acto en una muestra de vanidad. Este tipo de clase a cargo de BILLY SHEEHAN tuvo lugar en Buenos Aires el miércoles 26 de Abril en The Roxy Live; un lujo para pocos y un deleite de nerds musicales.

BILLY SHEEHAN toma su bajo y comienza a improvisar; a sus espaldas se encuentran un par de amplificadores, configurando así un escenario austero para una figura de su relevancia, aunque con el correr de la charla que dio el bajista nos daríamos cuenta que la disposición espacial de los elementos materiales tenía un correlato con la personalidad del músico: no era necesario más, la clave era interactuar con el público, aprender en el diálogo de las experiencias de cada uno y, como era de esperar, verlo a Sheehan improvisando. Sería hipócrita decir que BILLY SHEEHAN está en pie de igualdad con los sujetos que habló, si así fuese el caso el evento no se llamaría “masterclass” ni tendría una difusión en la que se remarque el impecable currículum del bajista; de hecho, Billy triunfó en la música, una cuestión innegable, y es claramente importante aprender de lo que él tiene para decir: y aquí está la cuestión en donde la clínica se convierte en aprendizaje, en la pedagogía que tiene BILLY SHEEHAN para comunicar sus experiencias, ayudar a su público y, al mismo tiempo, irse con nuevas ideas gracias a los planteos que les hacen sus seguidores, en este caso con problemáticas generales – relacionadas a la ejecución del bajo o a su carrera – como también propias de la región – las dificultades de progreso desde un pueblo chico, cómo crecer en la escena si la banda no es conocida en el circuito, etc. -.

En primer lugar, ¿qué es lo que hizo que BILLY SHEEHAN llegara donde está? Bueno, él mismo puede dar la respuesta y la misma radica en amar lo que uno hace a tal punto que, su profesión, termina siendo su hobby. “La música es la prioridad número uno en mi vida” afirma el bajista, para luego sostener que ese ímpetu es el que lo lleva a siempre querer tocar y a desarrollarse como músico. Pero, ¿cuántos músicos talentosos se sienten igual? Algunos tienen el infortunio de nacer lejos de todo, carencia casi total de capital y otras circunstancias adversas, pero para Billy la clave está en dos cosas: el amor por lo que uno hace y un no radical a las drogas; de hecho, muchos artistas de su Buffalo natal tenían un gran talento, pero esa capacidad se vio desperdiciada por sus adicciones.

También aparecen realidades que por más que hayan pasado cuarenta años, BILLY SHEEHAN afirma como inamovibles, al menos hasta ahora: no vas a llegar muy lejos si vivís lejos de la gran ciudad; esta reflexión viene a partir de la pregunta “vivo a 300 km de la Capital y tengo una banda, ¿cómo puedo hacer para que mi banda sea conocida?”, y su respuesta es realista. La música es una decisión y dedicarse a ella a veces implica dar con conclusiones apáticas como la de apostar todo e irte de tu vivienda local a un lugar extraño al que tendrás que adaptarte y dejar todo, siempre y cuando confíes en el potencial de tu grupo, sino todo sería en vano. Pero si esa decisión se retrasa, ¿qué hacer? Tocar, tocar y tocar en tu pueblo hasta que se agoten las posibilidades. Ante esto Billy pone el ejemplo de cómo su banda TALAS llegó a ser la atracción del un pequeño local tocando y permaneciendo atento a qué bandas estaban en alza en el mercado musical para hacer covers de sus canciones. “Encuentra un lugar, sé grandioso, hazte amigos de tus fans y así crearás una escena”

Existieron las anécdotas curiosas en relación con otros músicos, como la pregunta de qué lo motivó a hacer Eat ’em and Smile (1986) – Sonrisa Salvaje – en español respondió que, precisamente, fue una idea suya ya que en Los Angeles había mucha presencia latina así que le comentó la iniciativa a David Lee Roth y éste aceptó. Por otro lado, sostuvo que Steve Vai es realmente detallista ya que para tocar con el prolífico guitarrista hay que respetar la digitación que él decide. Para el aspecto nerd, BILLY SHEEHAN derribó un mito: las cuerdas de su bajo, contrario a lo que suele pensarse, no están muy cerca de los trastes; aunque él mismo se encarga de setear sus cuerdas a mano, limando los diferentes trastes; también explicó cómo a través de dos amplificadores mezcla su sonido limpio con la distorsión que él también configuró.

Habiendo repasado facetas del músico que circundan por diferentes ámbitos de su vida, BILLY SHEEHAN se mostró como un músico con los pies en la tierra, sin delirios de grandeza y con pasión por lo que hace; pero también es interesante destacar que el amor que siente por la música lo lleva a dedicarle unas palabras a la política global, dado el delicado contexto que se está viviendo, tomando como ejemplo la rebelión que supusieron los distintos movimientos musicales en contra de la guerra de Vietnam. En ese sentido, para BILLY SHEEHAN “la música cambió a la sociedad” concientizándola de la negatividad que el conflicto bélico traía consigo. En síntesis, el prodigioso bajista no solo dio una lección sobre cómo tomar el bajo, sino que nos aconsejó sobre la vida, basándose en sus errores y aciertos.

Facundo Guadagno
Redactor en Rocktambulos
Antropólogo social y cultural, escritor, escéptico y crítico
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Todas las fotos fueron tomadas por Frank Hernández para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

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