El pasado 5 de Septiembre del 2023 vimos como el virtuosismo y la hermandad envolvió El Teatrito, recinto ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. Esa noche la banda australiana de Metal Progresivo, CALIGULA’S HORSE, hizo su esperado debut en Argentina. A continuación, te invitamos revivir la jornada.
La apertura estuvo a cargo de dos bandas de Buenos Aires. PROGNATUS, que arrancaron con “Pawns”, tema de su más reciente disco “Primitive”, fue la encargada de abrir la noche. La banda, cuya formación data de 2010, decidió impulsar su actividad en vivo recién hace un par de años y esa hambre por comerse el escenario se notó desde el primer momento de su show. Nahuel Gervasoni (voz), Lucas Heredia (guitarra), Nicolás Juárez (bajo) y Manuel Herrera (batería) mostraron una energía arrolladora mientras nos deleitaban con su interesante fusión entre el Nü Metal y el Metal Progresivo. Cada tema que interpretaron demostró la calidad de su propuesta.
Posteriormente la antorcha musical pasó a manos de VULCANA, banda de Doom/Stoner Metal oriunda del conurbano. No solo con su estilo musical marcaron una diferencia en el cartel, sino también con su presencia en el escenario, protagonizada por su vocalista Ana Patane, que apareció vestida con un esqueleto de sirena. Con “A los Animales” arrancaron un show que, con compases hipnóticos pero pesados, mantuvo en vilo a un público que se amontonaba cada vez más, ansioso por lo que estaba por venir. Una grata revelación.
Finalizadas las participaciones nacionales -que demostraron la diversidad y calidad del metal argentino- llegaba el momento más esperado de la noche: la aparición de los australianos.
“Muéstrennos lo que tienen”, exclamó Jim Grey, el talentoso vocalista de CALIGULA’S HORSE, desde el mismo arranque, antes de que la banda estallara en el escenario con “The Tempest”, canción elegida para abrir esa noche mágica. La gente no pudo evitar saltar y tararear al ritmo de la canción, como es ley en Argentina, donde sabemos que hasta los riffs se cantan.
Le siguió “Slow Violence”, también de su más reciente disco Rise Radiant de 2020 y luego invitaron al público a retroceder hasta el 2015 con “Rust”, del álbum Bloom. La emoción en la audiencia era evidente, especialmente entre los seguidores más acérrimos que conocían cada canción al pie de la letra.
La banda se detuvo unos minutos para interactuar con el público y enseñarnos a hablar “Australiano”, algo que algunos fans en la parte de adelante se tomaron muy en serio, siguiendo sus consejos al pie de la letra. Fue un momento divertido que demostró la calidez y el sentido del humor de cada uno de los músicos.
El repertorio continuó con “Songs for No One”, del álbum In Contact de 2017, y allí la banda pidió que todos los acompañaran con el arranque del tema. Su baterista, un extremadamente preciso Josh Griffin, marcó el inicio, y todo el recinto coreó al unísono la primera frase de la canción.
“Salt” y “Oceanrise”, impecablemente ejecutados, fueron el momento elegido por Jim para invitarnos a luchar contra la maldad que hay en el mundo y dejarnos un mensaje emotivo sobre el amor y la tolerancia que resonó en todos los presentes.
Como auténticos viajeros en el tiempo, regresaron al 2015 para una sublime ejecución de “Bloom”, la cual engancharon sin ningún tipo de pausa con “Marigold”, otro de los más esperados de la noche, pero luego bajaron las revoluciones con “Firelight” y anunciaron que solo había tiempo para tocar un tema más. Fue allí cuando empezó “Graves”, otro momento sumamente especial, en el que el virtuosismo de Sam Vallen y Dale Prinsse se hizo más presente que nunca, permitiéndonos viajar en esa montaña rusa de 15 minutos de duración que combina pasajes muy sutiles con furiosos riffs. El trabajo vocal de esta canción es algo que dejó a todos en trance por instantes.
Finalmente, las luces se apagaron y el clásico coro “¡Una más y no jodemos más!” resonó en la sala. Los australianos regresaron rápidamente al escenario para hacer un tema más, no sin antes expresar su asombro por la pasión del público: “Hemos tocado en lugares con públicos aún más grandes, pero ustedes fueron el más alocado”.
“Dream the Dead” marcó final del espectáculo, dejando a los asistentes contentos, pero a la vez con ganas de que la noche no se terminara, no solo por lo que musicalmente nos demostraron sino por la interacción cálida y emotiva – e incluso inesperada- de los australianos para con sus fans, la cual dejó una impresión imborrable en todos los presentes. Una fecha marcada por el virtuosismo de tres músicos y un gran cantante, que a pesar de algunos inconvenientes de sonido supieron hacer de esta primera vez, un show realmente inolvidable.
En conclusión, fue una jornada llena de talento por parte de todas las bandas, en la que el público también fue protagonista y se cumplió aquella premisa de que más vale calidad que cantidad. Una vez más, el público argentino logró enamorar a otra banda extranjera, demostrando que la música puede unir a las personas en todo el mundo. Muchos vimos con tristeza como CALIGULA’S HORSE nos pasaba de largo en 2019, cuando visitaron Sudamérica por primera vez, pero finalmente la segunda fue la vencida. Un debut muy esperado, que quedará marcado a fuego en la memoria de cada fan como una noche de pasión, música y hermandad.
Por Florencia Chamorro
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