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CARAMELOS DE CIANURO en Argentina: Una dosis de veneno venezolano

“Las callecitas de Buenos Aires tienen ese qué se yo…” dice un famoso tango de Piazzolla y Ferrer, donde cuentan la suerte de un loco que recorre las calles de ésta gran ciudad, buscando enamorar con su locura. Éste delirio que entienden los artistas de almas rebeldes e impredecibles, es inevitable querer vivirlo al menos una vez en la vida, sobretodo cuando -desde el extranjero- creciste escuchando la música que se creaba en este lugar. Éste es el caso de CARAMELOS DE CIANURO, quienes con sus más de 25 años de carrera, siguen regresando -cada vez que pueden- a estas callecitas, siendo fieles a su instinto, estando claros en lo que quieren hacer y luchando a contracorriente en cualquier marea.

Octavio Suñé

Asier Cazalis (voz), Miguel “Enano” González (guitarra), Pavel “Ruso” Tello (bajo) y Darío Adamés (batería) son los cuatro venezolanos que hoy conforman la banda de rock alternativo más reconocida en su país de origen. Entre sus millones de seguidores se encuentran personas de cualquier edad y el pasado domingo 13 de Mayo visitaron una vez más la capital argentina para ofrecer un show en Groove, y así seguir demostrando que no importa cuánto tiempo pase, la esencia de quien eres, siempre queda.

Pero antes hay que hablar del encargado de abrir la velada: el cantautor argentino-venezolano Octavio Suñé. Acompañado de los talentosos músicos Alfonso Hernández en la guitarra, Enrique Perez en el Bajo y Pablo Mora en la batería, Octavio supo calentar muy bien los motores y animar a los asistentes que llegaron temprano al encuentro. Con un sonido impecable y un volumen bastante fuerte para tratarse de una banda soporte (punto para los organizadores), se ganó cada uno de los aplausos recibidos. Temas de su carrera como solista conformaron el set, pero también hubo tiempo para recordar a “el flaco” Spinetta y para versionar a su antigua banda LA NAVE con el clásico “Girasol“, tema que si bien los más jóvenes no reconocieron, fue muy bien recibido por los venezolanos treintañeros que se encontraban en Groove esa noche.

Como bien lo indica el nombre de su gira internacional, Retrovisor, escuchar a Caramelos en vivo es emprender un viaje nostálgico, sobretodo para aquéllos que codificamos con sus canciones momentos importantes de nuestra vida. Igual de carismáticos que siempre, transportaron al selecto y alocado público que se dio cita en Palermo, a una experiencia de regresión donde, mientras los más chicos (acompañados de sus padres) descargaban toda su energía con temas como “No Eres Tu”, “Las Notas” y “El Martillo“, los adultos jóvenes (y no tan jóvenes) exhibían su irreverencia bailando al ritmo de “Veterana”, “El Flaco” y “Asunto Sexual” o coreando “Sanitarios”, “Dos Caras, Dos Corazones” o “El Ultimo Polvo”. Son éstos últimos, la primera generación de fanáticos, quienes se notaron más complacidos de tener a CARAMELOS DE CIANURO en el escenario cantando uno tras otro sus temas favoritos. Muchos de esos adultos son ahora jefes de una familia que -como casi el total del público presente- se encuentra en status de inmigrantes, y esta noche les permitió vivir el imborrable deja vú de ver rockear a sus herederos con las mismas canciones con que lo hicieron ellos.

Y no es para menos la emoción, ya que hablamos de una situación que para muchos parecía imposible experimentar fuera de Venezuela. Sin duda el alcance internacional de CARAMELOS DE CIANURO es uno de los factores que lo han hecho posible, pero hay algo que destaca y hace realidad este tipo de reencuentros de la comunidad venezolana, y es que día a día, la creciente cifra de coterráneos caribeños sigue en rápido ascenso por esta parte del mundo, por lo tanto concentrarlos en una sola noche nos brinda la oportunidad de ver a Asier y compañía compartiendo con su público éxitos como “La Casa”, “Las Estrellas”, “Rubia Sol, Morena Luna” o “Verónica”. Y en este admirable paseo de canciones tan propias como sus ganas de seguir haciendo temas que perduren, anunciaron públicamente que falta muy poco para lanzar su nuevo material acústico (primero en éste formato para la banda), cuya fecha aún está por definirse, pero dejaron claro su entusiasmo por compartirlo lo más pronto posible.

Después de casi dos horas de show y tras haber tocado un set de 25 canciones impecablemente ejecutadas (incluso teniendo que sortear algunos problemas con el micrófono de Asier), llegamos al final de este viaje, en el que CARAMELOS DE CIANURO nos sigue demostrando que siempre hay mucho más por hacer después de “El Último Polvo” y que después una buena “Canción Suave (Despecho #2)” -himno infaltable para los seguidores iniciales- siempre nos podemos volver a despechar.

Pero, ¿Qué más puedes hacer después que logras romper barreras entre géneros musicales?, ¿Después de ganarle a las críticas más ácidas a través del tiempo? ¿Qué hacer después de convertirte en un ícono de la música de tu país? Pues, todas estas preguntas tienen su respuesta en las ganas que tiene la banda de seguir produciendo nuevas cosas, innovando con cada composición y no estancarse, tal como nos contó el propio Asier Cazalis en la entrevista exclusiva que tuvimos con él

Todo es posible para los CARAMELOS DE CIANURO el día de hoy, aún les queda mucho por conquistar, sobretodo en esta “ciudad de locos corazones” llamada Buenos Aires. Si te los perdiste, no te preocupes, estamos seguros de que volverán.

Nelson Fernández
Colaborador en Rocktambulos
Seguidor, admirador, discípulo, vocero y aspirante de la música. Mientras más cerca de ella, mejor.
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Todas las fotos fueron tomadas por Victor Parra para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

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