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Consejos Revolucionarios: BRUJERÍA hizo un desmadre en Buenos Aires

Por tercera vez consecutiva, BRUJERÍA se presentó en Buenos Aires, Argentina, precisamente en Uniclub, en una fecha que, en un vistazo rápido y desprevenido, no tenía nada especial. Este juicio es, por demás, equivocado. Dejando de lado que hace dos años el grupo editó Pocho Aztlán (2016), con los pseudochicanos ocurre algo que va más allá de alguna muestra artística particular: encontraron un nicho.

Si THE RAMONES hace veinte años había hecho de Argentina su segunda casa, entonces BRUJERÍA, humildemente, hace algo similar. No hace falta saber por qué vienen, sino que su llegada es inminente y aquí habrá un público que no solo los recibirá con los brazos abiertos, también lo hará exaltado. De hecho, los momentos previos a que el súpergrupo se presente, se basaron en gritos al aire, cantos a capella y gestos ansiosos.

Las inclemencias del tiempo en un día feriado en Argentina hicieron que llegáramos para ver a MECÁNICA, un grupo que cuenta con el experimentado Jorge Moreno (SERPENTOR) en sus filas, y con un sonido excelente, algo que nos hace preveer un disco debut de muy buen nivel. Según anunció  el vocalista de la agrupación, la obra pronto estará en las calles.

La jornada siguió con PLEGARIAS, una banda de Thrash que enloqueció a los presentes y provocó furiosos pogos que ya funcionaban como un síntoma de la temperatura que se estaba viviendo en Uniclub. Culminada la buena performance del cuarteto, caracterizada por la violencia en su ejecución musical, llegó el turno de BRUJERÍA, que tomó las tablas luego de una obsesiva media hora para probar sonido.

De repente se abrió el telón y sí, hay que admitirlo, hubo un comienzo tibio con “Cuiden a los Niños”. Quizás la cuestión fue de esa manera porque luego vino una seguidilla, liiteralmente, brutal: “La Ley de Plomo”, “El Desmadre”, “Colas de Rata” y “La Migra”. Me veo obligado a dejar de enumerar las canciones, ya que el setlist no tuvo fallas. Esta serie de canciones precisas fue la que le dio forma al show. Sonido claro, prístino, Juan Brujo y Sangrón en muy buen estado y, para rematar, un campo que se convirtió en un auténtico desmadre.

Sexo, drogas y Rock & Roll, un cliché que maldice al género, pero BRUJERÍA hizo un culto de la marihuana – se produjeron varias situaciones hilarantes cuando varias personas del público se acercaban a acercarles un cigarrillo a los músicos, admirándolos como dioses o compañeros de la fumada -. su Metal Extremo fue impecable y… no quedaría de lado la cuestión sexual.

Se ve que Juan Brujo y Sangrón son una especie de sex symbols de la música pesada, porque tres mujeres se subieron al escenario para pedir y ofrecer caricias: el epítome de esto, sería al final del show, cuando Juan pidió “ver las chichis” de una fan que se subió a las tablas. Y sí, pronto las chichis quedaron al descubierto.

De perfil extremadamente bajo, pero de excelente performance, Hongo y Hongo Jr., bajista y batería respectivamente, tenían sus particularidades. El primero acentuaba las frecuencias medias y altas, mientras que el segundo parecía una máquina tras los parches.

Al igual que en el 2017, el conjunto musical pidió que todo el recinto se una en su proclama “fuck Donald Trump”, en crítica al presidente de los Estados Unidos que “odia a la raza”. Por supuesto, posteriormente sería el turno de “¡Viva Presidente Trump!”, la ácida visión de BRUJERÍA sobre la realidad norteamericana.

La veta política también se hizo presente cuando el conjunto presentó “Anti Castro”, solo que en una “nueva” versión, a la que decidieron titular “Castro Muerto”, en referencia al fallecimiento del ex-mandatario cubano.

Luego de una bestial ejecución de esa maravilla extrema que es “Revolución”, llegó el turno de “Consejos Narcos”, canción en la que la banda requirió ayuda de una dama del público para sostener un cartel que decía “si” de un lado, y “no” del otro, según el consejo que se pronunciara. Lastimosamente, la mujer no se dio cuenta que sostuvo el letrero al revés y dio un pintoresco “on” para las recomendaciones narcos.

Finalmente, se dio otro curioso escenario, ya que la canción final, “Marihuana”, invitaba justamente a “fumar mota”. ¿Cuál era el problema? Desde Uniclub advertían que no se podía, es más, la banda al comienzo del show dijo “sin humo”. Pero, bueno, la obra artística se antepuso y el público se subió a compartirle a los músicos una pitada de su ensoñación.

Consolidando cada vez más una relación saludable con su público argentino, BRUJERÍA continúa dando shows excelentes en el país donde, literalmente, se produce un desmadre que, para cualquier presente allí, será inolvidable

 

Facundo Guadagno
Redactor en Rocktambulos
Antropólogo social y cultural, escritor, escéptico y crítico
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Todas las fotos fueron tomadas por Carlos Martínez para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

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