Corazón de León: STEVE HARRIS debutó con su BRITISH LION en Argentina #Reseña

Desde que Steve Harris anunció el lanzamiento de su primer disco por fuera de IRON MAIDEN, el mundo del metal se paralizó, abrió los ojos y dijo ¿qué?. No es común que los miembros de bandas legendarias y masivas, inviertan tiempo y creatividad en algo que no sea la banda que los convirtió en íconos a menos que dicha banda se haya separado, aunque sea por un rato.

¿Por qué no se atreven? Por muchas razones, pero una de ellas es el miedo a no ser aceptados y poner en juego su reputación. El fracaso muchas veces viene por la inevitable comparación que los fanáticos -y el mundo entero- hacen entre su nuevo proyecto y su consagrada agrupación, pero sobre todo por la comparación que harán entre sus composiciones pasadas y las presentes, sin importar que se trate de un proyecto aislado que comienza desde cero (y sino vayan a ver cómo le fue a LULU).

Si bien es difícil para los músicos de cualquier género, ni hablar para los metaleros. Como público somos intensos e inconformes. Solemos ser más duros con el buen músico que saca un mal disco, que con el que siempre saca discos regulares, y claro está, no es por mal, es por miedo a que se desvíe de ese camino al que hemos definido como “correcto”.

El fanático trata a su ídolo como al amor de su vida y lo cuida de todo aquel con quien “se junta”. Sospecha que los agentes externos son los responsables de sus “nuevas ideas” y en medio de esa relación tóxica, no comprendemos que ellos no siempre quieren agradarnos, en realidad quieren, simplemente, ser felices.

Le ha pasado a muchos y le pasó también a Steve Harris con su BRITISH LION, una banda de talentosos -pero poco conocidos- músicos que bajo la sombra del legendario bajista de IRON MAIDEN publicaron un disco impecablemente producido y de composiciones dignas de codearse con las mejores del rock, pero que resulta “demasiado comercial” para el metalero promedio. BRITISH LION tiene de todo, desde rock clásico hasta progresivo, pasando por power ballad y heavy metal, sin embargo me atrevo a decir que falla en algo esencial hoy en día: El Target.

Desde su lanzamiento, la banda -intencionalmente o sin querer- se valió de la fama de su bajista para hacerse conocida, pero el público que sigue a Steve Harris es mayormente metalero y BRITISH LION no es una banda de metal en sí, por ende, no sorprende que este trabajo no haya tenido éxito en la comunidad en la que fue presentado, sino entre el público amante del rock más suave y progresivo, el cual, viene a ser un promedio bastante bajo del total de seguidores de IRON MAIDEN (por algo The Book Of Souls, un disco bastante progresivo, tuvo muchos detractores).

Con todo esto en cuenta, la visita de BRITISH LION a Suramérica fue una grata sorpresa para todos los que apreciamos el trabajo paralelo de Harris. Una banda que, según confesó el propio Steve, está pensada en cierto modo para tocar en clubes, ante audiencias pequeñas, hacer meet and greets y tener a los fans cara a cara, algo que al legendario músico le emociona mucho, puesto que con MAIDEN ya no puede hacerlo.

Argentina los recibió el pasado 16 de Noviembre, en un recinto que, como era de esperar, no se llenó, pero el público que se dio cita en San Telmo se encargó de que sus voces resonaran en todo el espacio e hicieron valer aquella gastada, pero certera frase que dice: “vale más la calidad que la cantidad”.

LORIHEN

Previo al show de los británicos, LORIHEN fue la banda encargada de calentar los motores. Con un sonido impecable, algo poco común para las bandas soportes, el grupo liderado por Emiliano Obregon ofreció un set de media hora que mezcló temas clásicos y nuevos (recordemos que acaban de publicar nuevo disco), pero sobre todo le sirvió para demostrar el nivel musical que poseen. Lucas Gerardo estuvo impecable en la voz y Ezequiel Catalano, el más reciente integrante, inmenso en la guitarra solista. Como banda, se notan las horas de ensayo, ya que para quienes los hemos visto en el pasado es indudable que suenan cada vez mejor. Los aplausos que recibieron al finalizar su show estuvieron más que merecidos.

A las 21:15 ya estaban sobre el escenario los protagonistas y los gritos ensordecedores no se hicieron esperar cuando apareció el legendario Steve. Al igual que ocurre en el único disco que tiene la banda hasta el momento, “This Is My God” y “Lost Worlds” fueron la dupla encargada de abrir, para delirio de quienes se agrupaban al frente de la tarima. Harris contagia con su actitud y buena vibra a todo el que se lo cruce, y entre sonrisas, gestos y poses de rockstar como sólo él sabe hacer, hipnotizó a todos los presentes. Es notable la actitud del bajista, que además de demostrar humildad, revela cuanto disfruta lo que hace. Para Steve no importa si hay 100 personas o 100.000, su presencia en tarima se nota y el público se puede ir con la satisfacción de haber recibido de él, todo lo que ha podido dar.

Muchos temas nuevos, que se esperan formen parten de su segundo disco, fueron parte del set list, como fue el caso de “Father Lucifer”, The Burning” y “Spitfire”, esta última estrenada recientemente de manera oficial. También se pudieron escuchar los temas nuevos “Bible Black”, “Guineas and Crowns” y “Lightning”, los cuales definitivamente traen un aire metalero que le dará a la segunda placa un sonido mucho más pesado que su homónimo debut.

A pesar del alto volumen de la mezcla y lo opacada que quedó la voz, Richie Taylor destaca con su vocalización suave y calmada. Contrario a lo que el metal exige, la voz de Taylor -muy de estilo progresivo- es relajante y genera un contraste interesante con la distorsión de las guitarras. Además, no es el típico frontman protagónico al que estamos acostumbrados, más bien luce tímido y en varias ocasiones deja que sean los demás quienes brillen, mientras él se mantiene a un lado.  El trabajo de Graham Leslie y David Hawkins en las guitarras es impecable, con solos y riffs que nos llevan de un género a otro rápidamente y sin compasión. Simon Dawson en la batería le da el motor que la banda necesita y a pesar de estar un poco escondido al fondo, hace muecas e interactúa con el público desde la distancia.

Los coreados “Us Against The World” y “Judas” se convirtieron en puntos altos de la noche, siendo esta última la elegida para presentar a cada uno de los miembros de la banda. Amagaron con despedirse pero nos ofrecieron dos temas más: “A World Without Heaven” y “Eyes Of The Young“. La poderosa “Karma Killer” resultó la gran ausente de la noche.

Se podría decir que hubo pocos curiosos y la mayoría de los presentes estaba consciente de lo que se iba a encontrar, pero sobre todo dispuestos a hacerse escuchar (no todos los días se tiene a Steve tan cerca). Esa es una ventaja de los shows pequeños, donde los cantos y gritos se hacen sentir, transmitiéndole esa vibra a los músicos. De nada serviría tener una audiencia masiva si se trata de un estadio repleto de zombies que no interactúan. Por suerte no es el caso de Harris.

Aunque el bajista se ha cansado de decir que BRITISH LION no es su proyecto solista, sino más bien una banda de la que es miembro, la gente lo viene a ver a él, y lo sabe. El público coreó su nombre repetidas veces pero también rindió tributo a la banda con el popular “sentimiento que no pueden parar”. Hasta Taylor tuvo su parte y fue homenajeado, aunque debió conformarse con ser llamado “pelado, pelado”.

Una hora y media de show les fue suficiente a los leones británicos para demostrarnos que sí podemos salir del molde y hacer cualquier cosa que nos guste, como nos guste, sin miedo a lo que otros puedan pensar.

El éxito es lo de menos para un artista que lo ha logrado todo, como Steve. Él sabe que siempre habrá gente que apoyará genuinamente, y los demás, por suerte tendrán a MAIDEN para ser felices de la misma forma que esta noche él fue feliz. Para el fan, esa sonrisa inolvidable es el mejor regalo, porque al final, para quien ve a su ídolo como quien mira al amor de su vida, la felicidad es lo único que importa.

Director en Rocktambulos
Escucho más de lo que veo y escribo más de lo que leo.
Periodista musical. Radio Host. Colaborador en Billboard y Rockaxis. Fundador de Rocktambulos

Todas las fotos fueron tomadas por Carlos Martínez para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

Frank Hernández

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