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Culto al Riff: Así fue el día 1 del Noiseground Festival en Buenos Aires #Crónica

Luego de un cambio de locación y fecha a último momento, el Día 1 del NOISEGROUND FESTIVAL se llevó a cabo el domingo 7 de Agosto en un Niceto Club que se colmó de adeptos a todo lo que suene pesado y se encuentre un par de metros por debajo de la superficie.

Un festival no puede ir de menor a mayor, siempre va a haber gente que escuche las bandas por primera vez. No hay tiempo que perder y hay que subir el volumen desde el arranque, y eso fue lo que hicieron los muchachos de MONTAÑAS cuando sus riffs Sludge se oían desde la vereda del recinto de la calle Niceto Vega e invitaban a pasar. Los pibes con un LP homónimo editado dieron un adelanto de lo que será su próximo lanzamiento frente a un público que, a pesar del temprano arranque, dijo presente llenando más de la mitad del lugar. Agradecimiento a Noiseground mediante, la banda se retiró respetando el horario estipulado, al igual que lo harían todos los artistas de la noche.

ELEFANTE GUERRERO PSÍQUICO ANCESTRAL, los muchachos que hace poco tiempo abarrotaron The Roxy Live, continúan dándole nuevo significado a lo que se dice un Power Trío. Con poco viaje introspectivo los muchachos se encargaron de, en el poco tiempo que tenían para tocar, atacar con lo más rockero de El Viaje del Guerrero, su primer álbum y dejar con ganas de más a todos, pero sobre todo a los varios distraídos que no habían oído hablar de ellos y por ende no sabían que esperar, por lo que una vez terminado el set era común cruzarse con varias personas rascándose la cabeza y preguntando “¿Cómo es que se llaman? ¿Elefante qué?

Apurando el paso en las idas y venidas hacia la barra o los puestos de merchandising, la gente quería estar en primera fila para lo que podría considerarse como el primer show de una banda consagrada de la noche: SAURON.

“Un poco de Doom no le hace mal a nadie, ¿no?” dijo el Pato Larralde luego de tocar “Cruces”. Las destacadas presentaciones de apertura por parte de las bandas jóvenes no hicieron temblar las rodillas de los hermanos Larralde y SAURON dio un show sin puntos negativos que pareció más breve de lo que fue. Brindando con un vino en la mano, el Pato, dueño de una garganta que parece no tener fecha de vencimiento, fue aplaudido y vitoreado por gran parte del recinto. Tantos años de carrera y lucha por parte de esta banda es reconocida cuando, tanto un clásico como “El Color Que Cayó Del Cielo” y “Humo Eléctrico” de su trabajo más reciente, son cantados a viva voz por hombres de la edad de los músicos y por pibes que apenas pasan la veintena de años.

No pasando más de 15 minutos entre cada banda la organización fue impecable, así como la musicalización. Bastaba con ver como la gente celebraba cada canción asintiendo al ritmo de la música cada vez que arrancaba Metallica, Faith No More, Kyuss o Blue Oyster Cult entre otros.

Dos Rupias” fue lo primero en sonar frente a un Niceto Club ya repleto cuando SICK PORKY dio inicio a su show. El sexteto comandado por Carlos Villafañe estuvo de festejo. Ancestral (2006), su primer disco, se encuentra soplando diez velitas y fue repasado de pies a cabeza. Con casi veinte años de carrera y un CD en vivo recientemente grabado en el Teatro Vorterix, SICK PORKY hizo lo mismo que había hecho SAURON un rato antes y que harían más adelante el resto de los conjuntos, y eso es ganarse al público nuevo a fuerza de tirarles el camión de la experiencia encima, con ejecuciones precisas y ese espontáneo caminar sobre el escenario que las bandas adquieren una vez que comprenden que no hace falta posar para la foto todo el tiempo cuando lo que se toca es bueno.

La cuota del metal más pesado vino por parte de AVERNAL. La banda de Cristian Rodriguez dio un set corto pero efectivo mechando temas pertenecientes a La Quimera de la Perfección, su último álbum y los clásicos de siempre. La silueta de los músicos parados al borde del escenario, desafiando a sus seguidores con la mirada, impone respeto y no es para menos. A través de los años se han consolidado como una de las mejores, si no la mejor, banda de Death Metal en Argentina, además de ser la gran pionera del género en esta parte del globo, esto demás está decirlo.

Llegaba el turno de la visita internacional, la única luego de que los Chilenos YAJAIRA, debido a su agenda, se vieran obligados a bajarse una vez confirmado el cambio de fecha y locación del día 1 de este festival.

Directamente desde California, THE SHRINE trajo –luego de ciertos contratiempos con el bajo al comenzar su set- su Stoner de garage y pegadizo, junto con las ganas de llevar la música casi 50 años atrás. El trío y su rock setentoso, el cual abarca al público del Stoner y el Heavy, logra una hermandad en la gente; una hermandad que logra un entendimiento entre las partes, acabando estas por darle el pulgar hacia arriba a los artistas que adhieren a esa ley no escrita que versa que la música no debe adentrarse en aburridas experimentaciones ni probar cosas nuevas. Ojo, la presentación de los estadounidenses fue destacada y la mejor respuesta del público se la llevaron ellos y, por supuesto que hay mérito en reivindicar de manera tan efectiva lo que para muchos fue la época dorada del rock. Solo quiero remarcar que las diferencias que tenemos con la gente que escucha “música de radio” y de las cuales nos vanagloriamos tanto, terminan convirtiéndose en similitudes cuando se idolatra a músicos que no hacen más que delimitar más y más su zona de confort y estancarse ahí, sólo porque ese tipo de rock n roll es divertido.

Por cuarto año el nombre elegido para cerrar el Noiseground Festival fue POSEIDOTICA. La otra cara de la moneda de lo que habíamos visto inmediatamente antes. Alterando la idea de lo que debe ser un show de música –porque decir “rock” sería quedarse corto- la banda apuesta por elementos visuales en la pantalla, siempre haciendo juego con lo que se oye, y, por sobre todas las cosas, se apuesta a que el público preste atención. POSEIDOTICA no es para todos, no es un trago tan fácil de digerir. Quizás es por esto que unos minutos luego de haber arrancado su presentación se pudo ver gente abandonando el lugar. No se los puede culpar de nada, luego de varias horas de estar encerrado en un mismo local un show de estos muchachos parece ser pedir mucho. Pero los que se quedaron era porque sabían lo que se venía y los que no conocían es probable que se hayan llevado una grata sorpresa.

El merito de POSEIDOTICA reside en haber intentado -y estar logrando- que la gente se tome el tiempo de escuchar una banda que no sirve ni como música de fondo ni para escuchar cuando estás tomando una cerveza con amigos, todo esto en un lenguaje completamente instrumental.

Niceto lleno, sonido impecable, bandas y público felices, ahora que venga el round 2.

Leonardo Rodríguez Luque
Cronista y redactor en Rocktambulos
Colaborador en Rocktambulos.
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Todas las fotos fueron tomadas por Sil Morsenti / Todos los derechos reservados

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