Si ya leíste la reseña de MASTODON, dale click aquí para saltar el intro

Siempre son interesantes las vueltas que da la vida. Hace más de ocho años, Argentina recibió a GOJIRA por primera vez y en aquella ocasión llegaron como acto soporte, o mejor dicho, banda invitada, de MASTODON. Los franceces no eran una banda muy conocida en esos tiempos y estoy seguro que nunca se imaginaron que esa dupla se repetiría, pero con los roles invertidos. GOJIRA llegaba ahora como el gran protagonista y aunque MASTODON no es precisamente un grupo desconocido, sabemos que no cuenta con el alcance masivo actual de los hermanos Duplantier y en Argentina sigue siendo una banda de culto. El aprendiz superó al maestro, y no sería la primera vez que esto ocurre, sino pregúntenle a METALLICA y tantas otras bandas que en sus inicios abrían para gente que más tarde les sirvió como soporte.

Ocho años después de aquel show en el Teatro Flores, la dupla MASTODON-GOJIRA volvió a la Argentina y esta vez por todo lo alto, en un recinto inmejorable, para demostrar que cuando las condiciones técnicas son óptimas, ambos grupos son capaces de volarle la cabeza a cualquiera que ose dudar de su talento. Para rematar la jornada, los locales AGAINST fueron los encargados de inaugurar el escenario, completando una fecha muy prometedora. Veamos entonces qué fue lo que pasó este viernes 17 de noviembre en Buenos Aires.

Para leer la reseña del show de MASTODON, dale click acá

AGAINST fue el grupo designado como soporte en esta esperada jornada y, según nos contaba el propio guitarrista de la banda, fue GOJIRA quien los seleccionó entre un grupo de artistas que les hizo llegar la producción meses atrás. Con una base de fans que crece día a día y un innegable talento que los respalda, la banda argentina fue una elección más que acertada para representar al metal del sur en una fecha donde teníamos un representante europeo y uno norteamericano.

GOJIRA en Buenos Aires: Así suena el presente del metal

Luego de que AGAINST se encargara de calentar el escenario con su poderosa “nueva cultura pesada”, fue el turno de recibir a MASTODON, cuya reseña podrás leer entrando aquí, y finalmente a las 22hs con 10 minutos, llegaría el acto más esperado: GOJIRA.

Con un ligero retraso en el horario pautado, y ante un expectante público que coreaba “Gojira, Gojira”, comenzaron a escucharse sonidos de ballenas en el lugar mientras la pantalla gigante mostraba una silueta azul y blanca, como un planeta. Era el momento que la mayoría había estado esperando, comenzaba el show de GOJIRA. A diferencia de lo que había venido ocurriendo en México y Brasil, donde la apertura estuvo a cargo de “Born for One Thing”, el grupo francés decidió no tocar ese tema en Argentina y abrir con “Ocean Planet”.

Al igual que con la canción de apertura de MASTODON, me pareció que “Ocean Planet” es lenta para iniciar un show, sin embargo es el opening que el grupo tuvo durante toda su gira estadounidense este año, así que en este caso lo raro habría sido que iniciaran con otra, y como consuelo, ya “Born for One Thing” la escuchamos el año pasado. Aplaudo, de todos modos, esta práctica de las bandas de cambiar levemente su setlist en cada país, no solo porque les permite a ellos variar sino porque nos devuelve a los fans esa emoción de la sorpresa, tan necesaria en cada show y que el internet, con su exceso de información, nos ha quitado (hoy en día hay que esforzarse y esquivar spoilers para llegar al evento sin saber).

Hace poco más de un año vimos a GOJIRA demoler el Luna Park, en una fecha que llamé “la noche de las ballenas voladoras”. No es común que una banda de metal visite el país con tan poco tiempo de diferencia, pero cuando lo hace, la primera pregunta que nos viene a la mente es: ¿qué cosa nueva traerán? porque, si bien a los fans no les importa ver el mismo show cien veces, hay que convencer al resto de los no-tan-fans para que -en tiempos de crisis- se animen a comprar una entrada y volver a ver al mismo grupo. GOJIRA nos trajo a MASTODON, como condimento adicional, pero también nos mostró una puesta en escena impresionante, que superó con creces su presentación anterior.

Luces, lásers, fuego, cintas, confetis, humo y una cortina de chispas fueron tan solo algunos de los “juguetes” que la banda de los hermanos Duplantier trajo esta vez, pero lo que más me impresionó fue el trabajo de visuales implementado a todo el recinto. A diferencia de otros shows que hemos visto en ese mismo lugar, los franceses aprovecharon todas y cada una de las pantallas que tiene el Movistar Arena, por lo que además de proyectar en las pantallas gigantes que tenían detrás del escenario, veíamos las imágenes entrelazarse con el público, en las pantallas ubicadas a los lados y entre los pisos, normalmente utilizadas para publicidad. El mejor momento fue cuando en “Amazonia” todo el lugar mostraba llamaradas de fuego. Una verdadera experiencia inmmersiva que nos hace reflexionar sobre lo afortunados que fuimos de poder ver a GOJIRA en este lugar, algo que no sabemos si volverá a ocurrir, puesto que las entradas no se agotaron. Dependerá de los fans y del crecimiento que pueda tener la banda, en cuanto a cantidad de público.

El show estuvo cargado de momentos memorables y emotivos, como cuando en “Another World” las visuales nos mostraban al planeta devastado o en el cierre con el niño columpiándose mientras las guitarras de “The Gift of Guilt” nos hipnotizaban. “Amazonia” también fue un momento alto de la noche, pero sin duda el gran protafonista fue Mario Duplantier y cada una de sus interacciones, como cuando lanzaba palillos (baquetas) mientras tocaba “Backbone” o cuando en medio de su solo de batería, sacaba carteles en español argento, pidiendo que gritaramos más fuerte. El momento cumbre de su extroversión llegó al final, cuando una vez terminado el show, se lanzó al público sobre una balsa inflable, para navegar, con remo y todo, entre los fans.

Me sorprendió que no tocaran “Our Time Is Now”, el más reciente tema de la banda, dado que fue lo único nuevo que publicaron desde su anterior visita, sin embargo el setlist fue muy completo y esta vez incluyó un tema más, con respecto a su anterior visita. El público también lo sintió así, disfrutando cada uno de los temas a pleno, con un sector campo que saltaba como una sábana gigante en la que se abrian grandes huecos para hacer pogos. Mención especial para la ballena que no paró de nadar sobre la gente, y es que algún genio logró inflar una ballena durante el show y lanzarla “al mar”, quedando de parte del público la tarea de mantenerla viva y flotando durante todo el show.

“Gracias por estar aquí, vinimos el año pasado y dijimos ‘wow esto fue muy bueno tenemos que volver lo más pronto posible’ y acá estamos” dijo Joe en una de sus últimas intervenciones, provocando que el público comenzara a cantar el infaltable cántico del sentimiento que no puedo parar. Los honores al grupo no faltaron, y tras dos aparentes despedidas, regresaron siempre para un tema más. Ahora nos queda la duda de si su próxima visita será tan cercana como esta o pasará más tiempo esta vez. Por el momento sabemos que ya están trabajando en un nuevo disco, asi que seguramente para cuando les toque promocionar ese material, los volveremos a ver.

Es difícil describir a una banda como GOJIRA sin mencionar la palabra poder. Podemos decir que su presencia en el escenario es imponente, que su performance es sólida, que su sonido es compacto y arrollador, que su ejecución musical es impecable y que su actitud es agresiva y empática, pero todas estas cosas las podemos resumir diciendo que son una banda que transmite poder, musicalmente hablando. Cuando sentimos el bombo de Mario, preciso como un reloj suizo, retumbando en el pecho, sentimos el poder. Cuando escuchamos a Joe gritando sus impecables y desgarradores guturales, escuchamos el poder. Cuando contemplamos al enérgico Jean-Michel Labadie dando vueltas en su propio eje, saltando o tocando con fuerza su bajo, contemplamos el poder. Lo mismo cuando observamos al tímido Christian Andreu, cuyo poder radica en el virtuosismo de sus dedos con cada solo de guitarra. GOJIRA es pura energía y el público, más que rendirse a sus pies, se vuelve parte de ese poder, con cada headbangin’, con cada pogo, cada salto y cada grito.

Pero lo más importante es que no se trata de un poder que corrompe, ni tampoco ese poder que nos aleja del piso y nos hace creer más que otros, sino todo lo contrario. GOJIRA es una descripción positiva del poder, una banda con letras poderosas que confrontan y proponen cambiar al mundo, cantadas con música poderosa que nos mueve y nos hace sentir imbatibles. No todas las bandas saben transmitir esa sensación en vivo, y GOJIRA esta noche lo volvió a hacer, demostrando por qué son una de las mayores exponentes del metal mundial actual. Qué buen momento para estar vivos. Su tiempo es ahora.

Frank Hernández

Director en Rocktambulos

Escucho más de lo que veo y escribo más de lo que leo.
Periodista musical. Radio Host. Colaborador en Billboard y Rockaxis. Fundador de Rocktambulos

Todas las fotos fueron tomadas por Carlos Martínez para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados