Infectando las Criptas: SUFFOCATION detonó una vez más Buenos Aires #ReseñaReseñasShows (Así Fue) por Manuel Herrera - 19/04/202519/04/2025 Para quienes disfrutamos del metal extremo, la visita de una banda extranjera del género siempre es un acontecimiento que genera mucha expectativa. Esto no solamente hablando de la ejecución y puesta en escena del artista, sino de la respuesta del público, dado que al tratarse de música que por lo general es de un perfil tan violento, no te esperas otro tipo de reacción distinta de armar un pogo bien picante y que no pare un segundo.Bueno, eso se tuvo en la más reciente visita de los legendarios SUFFOCATION, banda estadounidense pionera de la “rama” Brutal/Technical del Death Metal. El pasado martes 15 de abril se presentaron en el Teatrito de Buenos Aires y brindaron un show que… mamá, sálvese quien pueda. Acompáñenme en este relato, que desde ya adelanto, tiene sus puntos altos y bajos también, pero que resume una noche porteña de brutalidad extrema.La especial ocasión contó con la participación de EXTERMINIO, fundados hace más de 30 años abriendo la noche con su propuesta de Death Metal bien “old school”. Los siguió BUENA MUERTE, de la zona sur de Buenos Aires, que editaron su primer disco “Catalepsia” el pasado 2024, y finalmente LESA HUMANIDAD, banda con 15 de años de trayectoria en la escena que repasó en su set material de sus 3 discos editados a la fecha. Cabe destacar en cuanto a la participación de las bandas locales que todas tuvieron un buen sonido, situación (por suerte) bastante alejada de la “fija”. De esta manera quedó el escenario servido para el plato fuerte de la jornada: se abre el telón y ahí está SUFFOCATION, y a la voz de “Buenos Aires, Seraphim Slavement”, cortesía de su cantante Rick Myers, arrancó la masacre. El pogo se abrió inmediatamente, sin chance para los tibios, y esto fue algo que se sostuvo todo el show, mientras las bombas caían una tras otra: “Thrones of Blood”, “Jesus Wept” o “Effigy of the Forgotten”.Se trató de un show bien del estilo “palo y a la bolsa”, sin muchas pausas ni discursos extensos por parte de Ricky, el único miembro de toda la banda que se dirigió al público, y de manera muy ocasional, solo para decir “muchas gracias”, presentar algunos de los temas, y para agitar a la gente pidiendo que sigan mandando mecha al “circle pit”, con un particular gesto en su mano izquierda, o haciendo el viral gesto del corazón con ambas.Se pasearon por verdaderos clásicos de su discografía, como “Pierced From Within”, pero también haciendo espacio a canciones nuevas, que tocaron por primera vez en el país, como “Dim Veil of Obscurity”, o la que da nombre a su último disco editado en 2023, “Hyms From the Apocrypha”.Acá abro paréntesis para comentar algo tan importante en un concierto, sea de la banda o estilo que sea: el sonido. La verdad que fue bastante bueno, un protagonismo y provecho de los sub-lows del recinto como nunca antes me tocó presenciar, la banda sonando fuerte y claro en todo momento, pero no así la voz de Rick, que para la primera mitad del show si bien se escuchaba, podía tener más presencia. ¿Y para la segunda mitad qué pasó?, ¿mejoró? No, contrariamente tendió a escucharse más enterrada aún. Al empezar “Funeral Inception”, Rick dijo: “Buenos Aires, muéstrenme lo que tienen, UNO, DOS, TRES, CUATRO”, logrando que la cosa ahí en el pogo pasara de intensa a barbarie. Luego de agradecer al público y a la producción se despidieron con “Infecting the Crypts”, culminando así (y de manera tajante y definitiva, sin encore o bises) un show de apenas 1 hora de duración, que si bien fue intenso, dejó a muchos de los presentes con gusto a poco.Una vez más nos encontramos con un show que entra en esta tendencia (nada agradable, por cierto) de las bandas tocando muy poco tiempo, y que si bien no es el caso de Argentina en particular, porque así han hecho toda la gira, es un punto bastante negativo y polémico, al punto de escuchar comentarios del tipo “dale gringo p#%0, me salió caro el pasaje, un par de temas más”, probablemente de alguien que haya venido de lejos exclusivamente para verlos, y que genera un sabor agridulce, cuando además las entradas no son precisamente “baratas”.Dejando de lado los aspectos flojos en cuanto al sonido y la duración del show, lo que sí hay que decir es que SUFFOCATION brindó un show impecable y brutalmente sólido, donde el tecnicismo y la musicalidad propia del estilo que ejecutan brilló en su punto más alto. Si así es estar en el inframundo, pues que vuelva a pasar, solo que ojalá sea por un rato más.Manuel HerreraColaborador en RocktambulosEn las páginas de un libro o las canciones de un disco me puedo perder, y con suerte volver. Baterista, entusiasta del audio, intento de cronista. Amante de la música y la buena comida.©Todas las fotos fueron tomadas por JoLu de Simone para Rocktambulos / Todos los derechos reservados