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Donde Todo Comenzó: 30 años de INVASIÓN ’88, más que un disco de punk argentino

El siguiente es un artículo de opinión. Los comentarios emitidos son responsabilidad absoluta de su autor.

El Rock como música alternativa goza, desde el comienzo en el que se mostró como antiburgués, de varias ilusiones, utopías, que fueron destruidas por la propia ambiguedad del movimiento y, claro está, por el sistema capitalista. La parte romántica, la decadente, triunfó sobre la organización racional, aquella que el Punk, por ejemplo, ilustró en los fanzines, y si esto no ocurrió, entonces pronto la moda era ser rockero. Eso ocurrió con el Punk en Argentina, de ideales loables y hoy naufragando en la confusión de la globalización, donde el individuo busca establecer su propia identidad frente a una saturación de mercancías.

Uno de los lanzamientos que cimentó la construcción de un movimiento Punk en Argentina fue Invasión 88 (1988), ya un disco de culto, porque en sí guarda la síntesis de los primeros años en los que el Punk tocó las latitudes del país. Editado por Sergio “Chuchu” Fasanelli y Walter Kolm a través de su sello Radio Trípoli, el disco se publicó el 16 de Diciembre de 1988 incluyendo en su primera edición un pequeño libro que servía como manifiesto de la escena, ya que este álbum contenía a bandas como ATTAQUE 77, LOS BARAJA, LOS LAXANTES o FLEMA, figuras fundamentales para comprender qué ocurrió con el Punk en Argentina. Todo esto, sucedido bajo la muerte del Plan Austral alfonsinista y el comienzo del Plan Primavera, con una economía oscilante y la inflación pronta a explotar: las condiciones precarias de la República se sentían en todos los ámbitos, ya que en términos musicales editar un disco era toda una hazaña, ni hablar el hecho de grabarlo, o siquiera tocar en vivo con un sonido a la altura de las circunstancias.

La obra comienza con LOS LAXANTES mostrando su agresividad contra la clase media alta argentina, románticamente violento y en contra de la alienación que produce el “ir a bailar”, es decir, las discotecas y su política de consumo – “Minifaldas” -, seguido por una crítica a las instituciones – “Escuelas” -. El Punk es tan ambiguo que en un mismo disco podía convivir una banda fascista, COMANDO SUICIDA con sus canciones “Último Recurso” y “Guacho Pulenta”, junto a grupos musicales que se mostraban fuertemente en contra de la represión policial o el totalitarismo. “Ratis” de DEFENSA Y JUSTICIA, “B.A.D” por ATTAQUE 77 o “Los campos de la Muerte” a cargo de DIVISIÓN AUTISTA son ejemplo de esto último. Una paradoja. También habrían muestras de populismo, como “Pasión de Multitudes”, también de ATTAQUE 77.

No quedan exentos los cantos existencialistas, producto de la represión que trajo la última dictadura, sumada a que Argentina nunca tuvo un Rock desarrollado debido a los sismos sociales que experimentó el país, anclado en la música pasatista, el Tango o el folclore. Allí estaban LOS BARAJA para cantarle a la libertad individual en “Operación Ser Humano”, y en una movida explícita de formar una escena Punk, probablemente por el insaciable lector Marcelo Pocavida (voz), “Juntando Tropas” proponía unir a los punks locales. En esa sintonía se encontraba RIGIDEZ KADAVERIKA que también reflexionaba sobre la actualidad en “Mundo de Hoy”, como también le dedicaba una canción a los punks locales con “Tropas de la Noche”. El paralelo con LOS BARAJA es imposible de ocultar, demostrando cierta búsqueda de legitimidad a partir de una jerarquía simbólica que juega con un imaginario militar, en guerra contra las costumbres burguesas.

Lejos de ser armonioso, el Punk por aquellos años tenía una división notable, por ejemplo, en la ausencia de ALERTA ROJA dentro de Invasión 88 por la presencia de los ya mencionados COMANDO SUICIDA. A partir de que el proyecto de país democrático tomó forma con Raúl Alfonsín, las inquietudes ideológicas florecieron de una manera inusitada, llegando a expresar los deseos que la juventud había soñado durante tantos años. Su resultado fue fanático, utópico, confuso y prometedor, una mezcla de proyectos que se sintetizaban en las ansias de poder expresar un cambio total en la sociedad. A treinta años de su edición, Invasión 88 es una buena síntesis sobre el comienzo del imaginario punk argentino.

Facundo Guadagno
Redactor en Rocktambulos
Antropólogo social y cultural, escritor, escéptico y crítico
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