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«Todavía tengo mucho para dar»: IORIO sacudió Rosario y cerró su gira argentina #Reseña

Sábado 14 de octubre. Ricardo Iorio y su banda se presentarían en el Anfiteatro Municipal de Rosario, Provincia de Santa Fe, con el motivo de cerrar su gira «Unas Estrofas Más». Para los early birds, o simplemente merodeadores, que pudimos presenciar la prueba de sonido, notamos algo muy peculiar: un enfado de Ricardo con su retorno. Ese será el talón de Aquiles de una noche genial, aun en su extrañeza.

La jornada comenzó con el trío VENCER O MORIR, quienes decidieron no tomar prisioneros y salir a la cancha con «Momento de Luchar», de V8. El resto fue una demostración de furia y poder, incluso emoción cuando el bajista, Marcos Salazar, se quebró de emoción al mencionar que su madre lo llevaba a ver a ALMAFUERTE y ahora ella estaba en el público viendo a su hijo abrir para su ídolo. El sello del patriarca del Heavy argentino es, sin lugar a dudas, indeleble.

Para el próximo acto, se anunciaba una batería Gretsch armada de platillos, para recibir a IMPUROS, quienes no solo invocaron a popes como PANTERA – «A New Level» -, sino que añadieron una versión Hardcore del clásico de HERMÉTICA, «Desterrando a los Oscurantistas». Así siguió su set, una fresca brisa en la tarde rosarina que finalizaba para darle la bienvenida a la noche y al acto principal.

La fresca brisa se convirtió en un frío helado, cortesía de la cercanía al río. Piedra de cuarzo en una tarima: sin lugar a dudas, Ricardo Iorio está cerca. Puntualmente, a las diez de la noche, IORIO estaba sobre las tablas y «Hoy Es» fue ese reencuentro que nos hizo sentir a gusto en ese hogar musical que nunca dejamos. Firme en su tradición nacionalista católica, Iorio desplegó su reverencia a la fe fundante – España, «no los calvinistas», como señalaría -. Estuvo la analogía volk del pueblo que, en este caso, no se identificaría con algunos de sus hijos – Inglaterra y QUEEN, por ejemplo -. Como siempre, aclaró: «esto no es Heavy Metal, es Metal Pesado, Heavy Metal es IRON MAIDEN. El Tango en Japón no se llama Tango Japonés». 

Los cantos a la indómita Patagonia – «De Mi Rumbear al Sur» -, a los seres queridos fallecidos – «Del Más Allá» -, como las pinceladas rosistas «Guitarrera» -, lo enmarcan en la genealogía del nacionalismo católico argentino, con los matices obvios, sin necesariamente convertirlo en un filósofo o ensayista, sino en un «cantor», un poeta, cerrando, de esta manera, el círculo intelectual.

«Hay que darle su espacio a los que vienen», anunció Ricardo para que Maxi Von, su ahijado de dieciséis años, decidiera el escenario con destacadas versiones vocales de «El Amasijo de Un Gran Sueño», «Al Pájaro» y «Buitres». Esta vez, Maxi estuvo mucho más suelto en el escenario: el tiempo lo va consolidando como artista.

Los muchachos de CHEWELCHE, quienes acompañan a Ricardo en su travesía, tuvieron – como siempre – una labor destacable, con mención especial para «Juanchy» Basualto, quien detrás de las seis cuerdas hace y deshace según le plazca. «Ese que te gustaba a vos, Luis Vai (sic), ese», bromeó Iorio para presentar a la talentosa guitarrista Carina Alfie, a quien, efectivamente, Vai reconoció su talento como instrumentista. Luego de un solo y la mencionada «Guitarrera», Alfie dio las primeras notas para el inesperado hit de IORIO: «Justo que te Vas».

Sonido perfecto, Ricardo de buen humor, chiste va y chiste viene, pero también un denominador común es el retorno que parece no responder. De la broma se pasó al hartazgo. Mientras Iorio señalaba la peculiaridad del eclipse lunar que estaba por producirse, también se abordaron temas más que sensibles, la política – «Olvídalo y Volverá por Más» -, y el retiro. ¡Este último en chiste: «porque la gente se muere… ustedes se van a morir! Yo tengo mucho para dar». Y así llegó la obligada «Ciudad de Rosario».

Era el momento de los bises, pero las cosas no estaban bien. Al parecer, los problemas sonoros fueron demasiado para Ricardo, así que, finalmente, los bises no aparecieron. Esto es un dato menor, ya que la banda tocó más de hora y media, agregó canciones a su setlist, y tuvo una performance excelente. Otro memorable show de IORIO, una banda liderada por el número uno del Metal en Argentina, de quien ya hemos tenido nuevas canciones – como «Calle, Vereda y Cordón» -, y solo podemos esperar con ansias su regreso a los escenarios. Mientras tanto, simplemente resta agradecer por otra sublime velada.

Facundo Guadagno
Redactor en Rocktambulos
Antropólogo. Politólogo. Escritor.
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Todas las fotos fueron tomadas por Facundo Guadagno para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

IORIO

VENCER O MORIR – IMPUROS

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