¡Indetenibles e inspiradores! IRON MAIDEN pasó por Buenos Aires para recordarnos que, si lo entendemos, vivimos el mejor momento #CrónicaDestacadaOXDReseñasShows (Así Fue) por Frank Hernández - 22/03/201605/05/2016 Dos años y medio habían pasado desde su última visita a la Argentina, ocasión aquella en la que colmaron el monumental de River en una única fecha, pero la base de fanáticos que tiene IRON MAIDEN en esta parte del mundo no les permite alejarse por mucho tiempo, y siempre querrán volver. Con dos shows programados esta vez en el país y superando algunos serios contratiempos, Maiden arribó nuevamente al sur del continente americano -ahora con nuevo álbum- y se presentaron en Córdoba y Buenos Aires. Rocktambulos estuvo ahí para contarles lo que ocurrió.Nada pudo impedir que por décima vez la banda inglesa volviera a Buenos Aires, ni siquiera el accidente de última hora que sufrió el Ed Force One -el espectacular avión de la banda- durante su parada en Santiago de Chile. El mismo Bruce comentó durante el concierto que el equipo técnico pasó días sin dormir pero logró gestionar todo lo necesario para que IRON MAIDEN se trasladara -sin avión y con todo su escenario- hasta Córdoba y luego a Buenos Aires para presentarse como estaba planeado. Muchos se quedaron con las ganas de ver aterrizar el Boeing 757-400 en Argentina, pero si vemos el lado positivo, estuvimos a punto de quedarnos sin ver, no solo al avión, sino a la banda. Los músicos aseguraron que continuarán su gira mientras la nave que pilotea Bruce Dickinson es reparada en Santiago, así que el resto de los países por donde planea pasar la doncella pueden estar tranquilos.Esta vez fue un martes, lo cual se traduce en mucha gente llegando tarde al recinto dado que gran parte de los fieles fanáticos de la doncella de hierro son adultos en edad laboral y no hace falta ser un genio para saber que, a menos que trabajes a dos cuadras del Estadio Velez Sarfield –lugar donde se llevó a cabo el show este pasado 15 de Marzo de 2016- sería complicado poder estar a tiempo para ver a la primera banda soporte. Y así fue, THE RAVEN AGE, banda del hijo mayor de Steve Harris, tuvo que tocar frente a unos pocos asistentes mientras la mayoría hacía fila a las afueras, intentaba pegar un colectivo hasta el lugar o luchaban contra el tráfico para llegar a tiempo, e incluso los propios ANTHRAX, leyendas del thrash metal que acompañan a IRON MAIDEN en esta gira, tuvieron que tocar ante un Velez a media capacidad porque a las 20 horas todavía la mitad de las personas hacían fila para entrar al estadio. Aun así, Belladonna, Ian y compañía dieron lo mejor de sí y con un sonido impecable mostraron parte de su recién publicado álbum For All Kings, además de interpretar algunos de sus aclamados éxitos. El pogo en el sector general no faltó y los pocos que pudieron ver su show quedaron satisfechos, pero para quienes se quedaron con las ganas la decepción fue grande, ya que desde afuera se podía escuchar a los neoyorquinos tocar y no hay nada más desesperante que saber que una banda que querías ver está en tarima pero, aun teniendo entrada, no puedes entrar. Clásicos como “Caught In The Mosh” (con el que abrieron su show), y sus conocidos covers de “Got The Time” y “Antisocial” formaron parte del breve pero poderoso set que presentó el grupo estadounidense, en el que también estuvieron los recién estrenados “Breathing Lightning” e “Evil Twin”. Tras despedirse con el reconocido “Indians” comenzó la espera más larga para los fans, la que precedía a los grandes de la noche. Sobretodo larga para esos que habían estado desde temprano en el lugar y no veían -primero- la hora de entrar al estadio y luego la hora de que se apagaran las luces para que toco comenzara. Son horas eternas para esos entregados fans que han estado contando los días para la llegada de la banda. Algunos incluso piensan que alentando la banda va a salir antes de la hora o que mirando el reloj los minutos pasarán más rápido.Pautados para las 21 horas, los británicos se retrasaron en su salida sin razón aparente, cosa muy rara que hacía que el público se tornara más impaciente aún. El escenario parecía estar listo desde mucho antes sin embargo es posible que hayan decidido esperar un poco para dar tiempo a que terminara de entrar el público remanente en las filas. En fin, todas son suposiciones y solo la banda sabe por qué no aparecieron a la hora establecida, pero lo importante fue que salieron.Foto cortesía de InfobaeDe pronto no hubo más silencio, “Doctor Doctor”, el conocido tema de UFO sonaba de fondo anunciando el inminente arranque del concierto. Quince minutos habían pasado desde las 21 hs cuando finalmente se apagaron las luces del estadio y las pantallas mostraron el nuevo intro animado que la banda preparó para sus shows, en el que se puede ver el avión del grupo atascado en la selva sin poder despegar. De pronto un gigantesco Eddie surge desde la profundidad de la tierra y les da el empujón que necesitan para salir de ahí. ¿Premonitorio? Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero lo cierto es que el avión realmente se atascó en Chile y la banda necesitó de un gigantesco equipo para salir de ahí. La euforia se hizo presente y cuando sonaron las primeras notas de “If Eternity Should Fail” comenzó la locura. Casi 40 mil personas de distintas regiones, edades y clases sociales, dijeron presente esa noche para -una vez más- recibir a los inmortales IRON MAIDEN y cantar cada una de sus canciones a todo pulmón.Como era de esperar de una gira cuyo nombre es “The Book Of Souls Tour”, la mayor parte de los temas del setlist fueron de ese, su nuevo álbum. “Speed Of Light”, “The Red and the Black”, “Death Or Glory” y “The Book Of Souls” se sumaron a la ya mencionada “If Eternity Should Fail”, pasando también por “Tears of a Clown”, tema que Bruce confesó haber escrito en honor a la memoria del fallecido actor Robin Williams. Si bien no fueron los más coreados, la audiencia disfrutó de cada nuevo tema y se mostró entregada a la banda en todo momento. Los constantes cambios de vestuario de Dickinson, sus distintos personajes, sus caminatas por las sobretarimas y toda la puesta en escena que involucra este nuevo trabajo cautivó a propios y extraños, además de que una vez más su escenografía se destacó, llegando a lucir mejor que en muchas de las giras anteriores. Foto cortesía de InfobaeLos años parecen no pasar por Steve, Nicko, Adrian, Dave, Janick ni mucho menos por Bruce, que no paró de correr y saltar por todo el escenario. El derroche de energía fue la constante por parte de cada uno de los integrantes de IRON MAIDEN y los clásicos como “Children of the Dammed”, “The Trooper” y “Powerslave” le sirvieron a Bruce para demostrar que su voz está intacta, algo digno de admirar para un hombre que acaba de superar un cáncer de lengua. Hacia el final, el coro de cuarenta mil voces se encargó de deleitar a la banda cuando sonaron, consecutivamente, “Hallowed Be thy Name” y “Fear of the Dark”, temas en los que por momentos la voz de Dickinson se vio opacada por el ensordecedor canto de los presentes. “Iron Maiden” fue el remate para esa primera parte del set, fue la falsa despedida antes de salir al encore y tocar otro esperado clásico como “The Number of the Beast”.Foto cortesía de InfobaeLa sorpresa de este regreso al escenario fue ver a Steve Harris ataviado con la camiseta de la selección argentina, algo que -a pesar de las muchas visitas de la banda al país- no ocurría desde hace veinte años y por ende emocionó a la multitud. Mareas de gente que iba y venía en el sector campo y pogos que se hacían y se deshacían fueron la constante durante estos históricos temas hasta que llegó “Blood Brothers” y se calmaron las cosas. Bruce la presentó con un inspirador discurso acerca de la hermandad en nuestro continente sudamericano, preguntando cuantos de los que estábamos presentes eramos de algún país distinto a Argentina y haciendo alusión al hecho de que así como esa noche todos fuimos hermanos sin ningún tipo de racismo ni xenofóbia, en todo el sur ocurría lo mismo y eso no es algo tan común a nivel mundial. En cierto modo el tema iba dedicado a todos los “hermanos de sangre” que estuvimos presentes ahí y a los que no estuvieron también. Y por si ya no era suficientemente melancólico hablar de hermandad, estos seis íconos del heavy metal decidieron cerrar su show con “Wasted Years”, tema que también fue cantado por el estadio entero y marcó el verdadero final del recital, tras dos horas justas de música, impecablemente ejecutada y acompañada de una puesta en escena que solo IRON MAIDEN es capaz de realizar.El mensaje reflexivo e inspirador de estas últimas dos canciones quedaron probablemente en la memoria de muchos esa noche, dando vueltas sin parar mientras salían lentamente por el embudo que fue la pequeña puerta de la cancha, pero por si todavía no habíamos captado el mensaje que nos quisieron dejar Bruce y compañía con ese último tema, nos remataron con “Always Look on the Bright Side of Life” de Monty Python como outro. ¿Necesitas algo más claro?Sin duda que detrás de toda esa indumentaria ruda, franelas negras y toda la escenografía diabólica, IRON MAIDEN quiere enviar un mensaje positivo y esperanzador a sus seguidores. Por muy hippie que parezca, estos señores -que han vivido más que la mayoría de nosotros- nos gritan que “la vida es bella” y no debemos preocuparnos demasiado por los problemas que surjan ni dejar que el pasado nos afecte. Por mi parte, si ellos lo dicen, yo les creo, miren que más sabe el Diablo por viejo que por Diablo. De cualquier forma mucha gente se fue contenta y están esperando desde ya la próxima visita de estos grandes del rock y de la vida, sigamos disfrutando de su talento siempre que sea posible, porque se nos están yendo los grandes y cuando los Irons ya no estén, los extrañaremos. [custom_author=frank]