JANE’S ADDICTION en Lollapalooza Argentina 2023: Mostrando cómo se haceDestacadaNoticiasReseñasShows (Así Fue) por Frank Hernández - 26/03/202327/03/2023 Diez años tuvieron que pasar para recibir nuevamente en Sudamérica a JANE’S ADDICTION. En 2013 nos visitaron como parte del Lollapalooza Chile, pero en Argentina se sumaron al Personal Fest ya que todavía no existía el festival de este lado de la cordillera. Esta vez a los fans argentinos de la banda no les quedó más remedio que comprar la entrada del día 2 para poder ver por fin a Perry y compañía, ya que a diferencia de lo que ocurrió en Chile y Brasil, la banda no ofreció sideshows en Buenos Aires. El Lollapalooza era nuestra única opción.A las 18:45 hs puntual, tal como estaba pautado, comenzó a reproducirse la famoso intro de «Stop!», en el que una voz femenina dice, en un mal español: «nosotros tenemos más influencia con sus hijos que tu tiene… (sic)». Siempre es gracioso escuchar ese intro mal traducido pero valoro el interés del grupo por el idioma español desde sus inicios. Con esa presentación que cierra diciendo«…de Los Angeles, Juanas adicción» comenzó oficialmente el show e inmediatamente se armaron grandes pogos al frente del escenario. El resto de los asistentes (la gran mayoría), que tal vez no conocían demasiado al grupo o estaban allí guardando lugar para cuando llegara TAME IMPALA, simplemente se dedicaron a observar tranquilamente mientras los más fans se hacían paso hacia adelante y se entregaban al pogo y al show. View this post on InstagramA post shared by Rocktambulos (@rocktambulos)Aunque no pudieron venir con su formación original (Dave Navarro todavía no se recupera completamente del Covid) la banda se trajo su show completo, con 3 bailarinas sensuales lideradas por Etty Lau, la esposa de Farrell y una escenografía que les permitía a las chicas treparse y jugar por todo el escenario con distintos juguetes y atuendos. El encargado de suplantar a Navarro fue el virtuoso y muy querido Josh Klinghoffer, bastante aplaudido al momento de su presentación. «Tenemos la compañía de Josh, alguien muy bien recibido por aquí» dijo Farrell. «Que gran fiesta, es la más grande que he visto» dijo Perry en una de sus primeras intervenciones. «Los amo Argentina, porque ustedes son especiales. Viniendo para acá nos escoltaron un montón de motorizados y policías, me hicieron sentir especial. Yo creo que en realidad todos aquí somos especiales ¿no es cierto?» continuó el vocalista, que aprovechó cada momento posible para hablar con el público mientras el sol caía en el horizonte, dándole un toque especial a su participación.Perry FarrellAntes de «Ocean Size», el líder del grupo recordó a su gran amigo Taylor Hawkins y con botella de vino en mano le dedicó la canción en medio de aplausos: «Quiero brindar por mi amigo Taylor Hawkins que dió su último show aquí. El amaba el océano, amaba surfear, y está canción es para él, y para ustedes, Argentina». El público inmediatamente coreó «olé, olé, Taylor, Taylor» en lo que fue el momento más emotivo del show. «Taylor we love you… three times» gritó el cantante al inicio de ese temazo.«¿Que van a hacer cuando lleguen a su casa? Coger» dijo el sonriente Perry después de bailar sensualmente con su esposa y esta lo besara mientras las bailarinas giraban a su alrededor. «Y si no tienen con quién, cojanse ustedes mismos» bromeó el vocalista en un juego de palabras con «go fuck yourself» que en inglés también significa «jódanse». «Perry Farrell mandó a decir que se ‘jodan/cojan’ « repitió entre risas y posteriormente nos recomendó interactuar entre nosotros. «Si no tienen a alguien, espero que puedan encontrar aquí con quién coger. Inténtalo. Sean valientes, si ves a alguien, acércate» fueron los consejos del tío Perry, cuya ideología es el «amar sin discriminar» y no desaprovecha ninguna oportunidad para invitar a los jóvenes a ser felices y disfrutar el sexo. View this post on InstagramA post shared by Rocktambulos (@rocktambulos)En la recta final del set, Perry nos habló de las cosas que lo mantienen humilde: «Cuando comenzamos, tocabamos para 5 o 10 personas, en jardines de casas de amigos. Ahora estamos aquí, tocando para todos ustedes» y mientras el público aplaudía, agregó: «El es Eric Avery, estuvo ahí conmigo al inicio y ahora vamos a tocar la primera canción que escribimos.» Se refería al clásico «Jane Says», que arrancó en formato acústico con Avery en la guitarra, quien por cierto estaba debutando en el país ya que para cuando JANE’S ADDICTION debutó en Argentina, en 2011, él ya no formaba parte de la banda, pero volvió el año pasado. No podían irse sin ponerse la remera de Argentina y en este caso fue el baterista Stephen Perkins quien lo hizo, justo antes de que comenzara el esperado «Been Caught Stealing», con el cual cerrarían el show tras una hora exacta de presentación. Además del gran show que presenciamos, este detalle de la duración (y el aprovechamiento máximo del tiempo disponible para tocar) me hizo pensar en la frase con la que titulo esta reseña. Una de las cosas que siempre me han llamado la atención en los Lollapalooza es por qué si los horarios publicados dicen el tiempo que tiene cada banda para tocar, la mayoría de ellas no lo aprovecha en su totalidad sino que terminan tocando 5, 10 o más minutos menos que lo disponible.Obviamente yo no estoy detrás del escenario y no puedo saber si el cronograma es una mentira y hay alguien allí diciendoles que tienen que terminar antes, pero el hecho de que otros artistas sí aprovechen cada minuto de su show me hace creer que es simple falta de preparación por parte de algunos, que en lugar de cronometrar sus ensayos y preparar un set especialmente para el festival, se limitan a tocar lo que siempre tocan y ver cómo fluye, dejando grandes canciones por fuera en la mayoría de los casos. Perry y sus muchachos nos dieron una cátedra de cómo se hace un show en un festival como el Lolla, cuando no se es headliner y se tiene el tiempo contado.Para quien no lo sepa, Perry Farrell es el creador de este evento, por lo que si alguien sabe cómo debería ser un show en Lollapalooza, es él. El hecho de que se haya presentado con JANE’S ADDICTION en la edición que menos rock tuvo hace que su participación sea aún más valiosa, porque además de que el grupo demostró un excelente nivel de ejecución, con Josh rompiéndola en la guitarra y Stephen Perkins detruyendo esos tambores mientras Perry hacía un impecable trabajo en la voz y Eric Avery hacía retumbar su bajo por todo el lugar, toda la puesta en escena nos hizo recordar las viejas glorias del rock.Perry se roba el show y lo sabe. Su buena onda, su sonrisa y su sensualidad sobre el escenario (siempre bromeando con quitarse la ropa y flexionando sus brazos) hicieron que este regreso, aunque solo tuviera 11 canciones y nos hayamos quedado con ganas de escuchar clásicos como «Just Because» o «Pigs in Zen», fuera perfecto y memorable para quienes esperamos tanto tiempo por verlos, y es una lástima que no haya tenido mayor público porque honestamente merecía una respuesta aún mayor de la que recibió. Al final, la deuda de su participación el año pasado fue saldada y la inclusión de Klinghoffer en la guitarra fue más que acertada, demostrando una vez más cómo es que se hace. Frank HernándezDirector en RocktambulosEscucho más de lo que veo y escribo más de lo que leo. Periodista musical. Radio Host. Colaborador en Billboard y Rockaxis. Fundador de RocktambulosTodas las fotos son propiedad de DF Entertainment / Todos los derechos pertenecen a su autor