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Kurt Cobain, un gato de muchas vidas: En el aniversario de su muerte, recordamos su tormentoso final

Un 5 de abril, hace casi 30 años, el mundo perdía una leyenda de la música. Tres días más tarde, se enteraría. La trágica noticia dejó a todos en shock: Kurt Cobain había fallecido y la causa de su muerte era tan impactante como predecible: Suicidio. Luego de haber estado desaparecido por 6 días, su cuerpo fue encontrado en el vivero de su casa, en Seattle, atravesado por una bala de escopeta calibre 20 y con varias drogas en su sangre. Todavía duele pensar que haya tenido ese final.

Muchos años después, se siguen escuchando por allí montones de teorías conspirativas con conclusiones diferentes al suicidio como causa de su muerte, lo cual, sumado al silencio de sus allegados, dieron pie a decenas de acusaciones dirigidas a su pareja y a su entorno, a quienes los fans culpabilizaban por lo sucedido. La traumática muerte de esta leyenda del grunge todavía sigue siendo un misterio para muchos y es por eso que vale la pena recordar cómo fueron los últimos días del vocalista de NIRVANA.

La depresión de Kurt Cobain

Vayamos al principio: Cuando NIRVANA logró surgir y llegar a la cima, pasaron rápidamente de ser una banda de amigos que tocaba para conocidos en los bares y clubes nocturnos de la oscura ciudad de Seattle, a ser una banda de alcance internacional que dominaría todas las carteleras musicales de Estados Unidos en cuestión de meses. Lamentablemente Kurt no estaba listo para ese cambio de vida y prefirió mantenerse en su mundo de adicciones, alejado de la realidad. Probablemente el cantante nunca entendió las consecuencias de esto.

Cuando hablamos de realidad, no hablamos de la fama, sino la realidad de la depresión que arrastraba Kurt desde su juventud, por ser un incomprendido dentro de su familia y por los constantes problemas con sus padres, quienes ignoraban sus opiniones y querían para él una vida común. Cobain nunca pudo alinearse a esta vida y decidió irse de casa cuando apenas era un adolescente. Fueron varios los domicilios en los que estuvo Kurt e incluso le tocó vivir en la calle durante un tiempo, pero cualquier cosa era mejor que volver a casa.

Sus padres, al ver esta actitud, simplemente lo abandonaron y Kurt solo contaba con su novia y su hermana, quienes lo mantuvieron animado para salir adelante y alejarlo de las ideas suicidas que desde muy joven tenía en la cabeza Cobain. Fue entonces cuando empezó a migrar sus emociones directamente a la música y en ese camino conoce a Krist Novoselic, con quien decide crear NIRVANA.

Para nadie es un secreto que NIRVANA tuvo una efervescencia incontrolable. Ningún integrante de la banda imaginó que llegaría tan lejos. El grunge pasó de ser un género apreciado por fanáticos locales y un sentir único de una ciudad como Seattle, a ser un movimiento internacional que expresaba rebeldía y cansancio hacia las artes tradicionales. NIRVANA se volvió un emblema anárquico de sentimientos e ideales, y este emblema lo representaba Kurt Cobain.

Sin embargo, esto no fue suficiente para apaciguar la depresión de Kurt, enfermedad que lo iba consumiendo tras cada aguja en su brazo. La necesidad de entrar en drogas fuertes para apartarse de la realidad de este mundo era cada vez más demandante. El documental Montage of Heck, dirigido por Brett Morgen y estrenado en 2015, muestra cómo fueron los últimos años de Kurt y revela una realidad que muchos de sus fans no hemos querido ver: En los meses previos a su muerte, Kurt ya no disfrutaba la vida, ni siquiera disfrutaba tocar música, ni estar con su esposa Cortney Love o su hija Frances. Al final de NIRVANA, Cobain solo disfrutaba inyectarse heroína. Es duro, pero es la realidad.

Una de las cosas que mejor muestra Montage of Heck es la depresión de Kurt, la cual lo llevó a volverse un adicto irremediable. La película nos revela cómo la depresión se encargaba de hundir al líder de NIRVANA cada vez que intentaba salir del hueco. Cada vez que pasaba algo bueno en su vida, de alguna forma él lo convertía en algo malo y se dedicaba a consumir drogas una vez más. Courtney Love alega que fueron esas adicciones y las varias sobredosis de las cuales asegura haberlo salvado, el motivo por el cual decidió alejarse de él en aquella época. Ella también era adicta pero trataba de estar alejada de las drogas desde su embarazo y no quería recaer por el bien de Frances Cobain, la hija que tuvieron en 1992.

Y fue precisamente alejarse de Frances lo que más le dolió a Kurt, algo inevitable ya que sus constantes peleas con Courtney (en las cuales solía intervenir la policía) y su consumo abusivo de heroína los convertían en el ojo de los servicios sociales. De hecho, en una oportunidad les prohibieron estar a solas con la bebé, dado el historial de ambos y luego de que un periodista dijera que Love había consumido drogas durante el embarazo, por lo que la contratación de una niñera fue necesario para mantener la custodia de Frances.

La última gira y el fallido intento de suicidio de Cobain

En medio de toda esa depresión, NIRVANA firmó un contrato de gira mundial para promocionar su disco In Utero (1993), lo cual fue un renacer para la banda después de mucho tiempo lidiando con la inestabilidad de Kurt y su imposibilidad de hacer largas giras debido a sus altibajos.

Sin embargo, este impulso no fue suficiente para mantener motivado a Kurt, que empezó a cancelar presentaciones por agotamiento y volvía a caer en las drogas para superar al alejamiento de su hija y de Courney Love. Ya en la tarima se le veía apagado y triste. Lo único que Kurt disfrutaba, además de las drogas, también lo había dejado de motivar. Según comentó Love en una entrevista para MTV, Kurt “odiaba seguir tocando allí y solo quería hacer música con Michael Stipe (R.E.M.)”, con quien Cobain tenía una excepcional conexión creativa en esos últimos años. Justamente durante esa última gira, un mes antes de su muerte, Cobain tuvo un intento de suicido en Roma tras pensar que su esposa le estaba siendo infiel, para lo cual se tomó más de 40 pastillas con champagne.

Fue precisamente Love quien encontró a Kurt al borde de la muerte esa mañana del 4 de marzo de 1994, ya que habían quedado en reunirse en Roma luego de que ella cumpliera con compromisos promocionales en Londres, con motivo de su próximo disco. “Cuando llegué, le salía sangre por la nariz… nunca lo había visto tan mal” le dijo Courney a la revista británica Select durante una entrevista en aquel momento. Acerca de ese lamentable suceso en el que Cobain casi muere en medio de una gira, Krist Novoselic comentó que nada alteraba más a Kurt que ser humillado, y por eso era sumamente cuidadoso al momento de hacer el arte. Sin embargo, no fue lo mismo sentirse humillado por la prensa, a la cual el líder de la banda confrontaba constantemente, a sentirse humillado por la mujer que amaba, la cual sentía que estaba perdiendo y era algo que internamente no soportaba.

Los últimos días de Kurt Cobain

NIRVANA volvió de Roma tras el incidente, esos primeros días de marzo, y Kurt dijo que tenía que pensar acerca de qué podía escribir porque se había quedado sin ideas. El vocalista no volvió a aparecer públicamente desde esa ocasión, sin embargo fue un último mes muy agitado en su vida privada, en donde destaca la pelea que tuvo con Courtney el 18 de marzo y en la que, según le declaró Love a la policía, Kurt se encerró en una habitación con un revolver calibre 38 y amenazó con quitarse la vida. Cobain le negó a la policía esa misma noche que estuviera planeando quitarse la vida, sin embargo ya lo había negado también cuando ocurrió el incidente en Roma, alegando que la nota de suicidio que había dejado era en realidad una nota de despedida porque planeaba fugarse y desaparecer de la vida de Love. La policía, por las dudas, confiscó todas las armas de Kurt.

Dylan Carlson, amigo cercano de Kurt, reveló que el 30 de marzo Cobain pasó por su casa para pedirle prestada un arma, bajo la excusa de que había escuchado intrusos en su casa. “Parecía estar bien, hablamos, además ya le había prestado armas antes” confesó Carlson, que supuso que Kurt no quería comprar un arma porque el gobierno se la confiscaría de nuevo. En lugar de prestarle una, le hizo el favor de comprar una nueva por él. Ambos se dirigieron a la Stan’s Gun Shop más cercana y compraron una escopeta Remington calibre 20 y una caja de municiones por aproximadamente $300, que Cobain le dio a Carlson en efectivo. Al día siguiente Kurt viajó a Los Angeles.

Aparentemente convencido por sus amigos y familiares de que ingresara en rehabilitación, decidió darse de alta en el centro de recuperación Exodus, en Marina del Rey, California. Desde allí, el 1 de abril, habló por teléfono con Courtney y, según ella misma le contó más tarde a un periódico de Seattle, él le dijo: “Courtney, pase lo que pase, quiero que sepas que hiciste un muy buen disco” (HOLE debía lanzar su segundo álbum, Live Through This, 11 días después) y ante su pregunta de “¿qué estás queriendo decir?” Kurt le respondió: “Recuerda, pase lo que pase, te amo”. Esa fue la última vez que Love habló con Kurt.

Se dice que esa tarde, Kurt se veía muy bien de ánimo y pidió permiso para salir al patio a fumarse un cigarrillo, sin embargo aprovechó para saltar la pared, escapar del lugar y volver a Seattle. La policía cree que Cobain deambuló por la ciudad sin una agenda clara en sus últimos días, aunque sospechan que se detuvo en una tienda de armas para comprar más municiones. Los vecinos dicen que vieron a Cobain en un parque cerca de su casa durante este período, luciendo enfermo y usando un abrigo demasiado grueso para el clima que hacía.

El suicidio de Kurt

En algún momento de la tarde del 5 de abril o antes, Cobain se atrincheró en el invernadero ubicado sobre su garaje y la evidencia en la escena sugiere que sus siguientes acciones, antes de dispararse, fueron las siguientes: se quitó la gorra de cazador que usaba cuando no quería que la gente lo reconociera, buscó algo en una caja de cigarrillos (se presume que allí guardaba las drogas), escribió una nota de una página con tinta roja y tiró su billetera al piso, abierta, para que se viera su licencia de conducir, lo cual sus amigos creen que fue para ayudar a la policía a identificarlo.

Así, de una manera trágica, terminaba la vida de esta leyenda. Es una lástima que un genio de la música viviera ese infierno interno, algo de lo que nadie está absuelto. Y para quienes deseen conocer más detalles, les recomiendo ver el documental Montage of Heck, que nos deja evidencia clara de cómo fueron los impulsos adictivos de Kurt, y nos quita de una buena vez por todas la idea de cualquier teoría conspirativa o asesinato, ya que no quedan dudas de que Cobain tenía un cuadro severo de depresión y adicción. De hecho, el día de su muerte pudo haber sido mucho antes, pero al igual que los gatos que tanto adoraba, Kurt tenía muchas vidas.

José Granado
Colaborador en Rocktambulos
Escritor del cuarto y el séptimo arte
José Granado on Instagram

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