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Malcolm Young (AC/DC): La humildad detrás de una mente brillante

La muerte de un idolo genera, además de tristeza y shock, una sensación de vacío en sus seguidores, eso lo sabemos todos, pero ¿qué pasa cuando muere un ídolo al que, por desconocimiento, muchos no consideraron como tal? El de Malcolm Young, fundador, guitarrista rítmico y compositor de AC/DC, es particularmente uno de esos casos.

Vivimos en un mundo donde se “come con los ojos”, donde rige la ley de que “lo que no se exhibe no se vende” y generalmente solo se mira hacia donde apunte el reflector, por lo tanto Malcolm nunca fue el target hacia donde el fanático promedio solía mirar. Unos quieren ser como Bon Scott o Brian Johnson, otros anhelan ser como Angus Young, pero solo unos pocos soñaron con ocupar aquel lugar del escenario donde se podía ver a un tímido guitarrista que parecía “limitarse” a hacer su trabajo, pocos desearon ser como Malcolm, hasta que supieron quien era realmente y lo que significó para AC/DC y para el rock en general.

Angus Young (der) y Brian Johnson (izq)

Todo el que se considere rockero sabe quien es AC/DC, y su popularidad es tal que incluso hasta quienes no sienten afinidad por este género musical saben de qué le hablas cuando ese nombre, ese logo o la imagen de Angus sale a relucir. Nos guste o no, AC/DC siempre ha estado representada por la imagen de Angus Young y su vestimenta de school boy, y en un segundo lugar, la de Brian Johnson, haciendo parecer que todo se trata de ellos y sus acompañantes.

Lo irónico de todo es que esto es así porque así lo quiso Malcolm, quien no solo le enseñó a su hermano menor cómo tenía que tocar la guitarra, sino que fue él quien lo mandó al frente y ordenó que todos los reflectores apuntaran hacia él. Mal nunca quiso el protagonismo, nunca quiso ser la portada de los medios y ni siquiera le gustaba dar entrevistas, para él no había mejor lugar que la tranquilidad del estudio de grabación o la soledad en la que se refugiaba de vez en cuando. Una vez sobre el escenario, no importaba cuan grande fuera éste, su zona de confort siempre estuvo cerca de su stack de amplificadores Marshall, envuelto en ese sonido en el que tanto trabajó, nunca lejos de allí.

Malcolm Young fue el creador de algunos de los riffs más reconocidos de la historia, compositor de algunas de las melodías más populares del mundo, influenció con su música a innumerables artistas de todos los géneros y llevó a AC/DC hacia un éxito musical tan grande que pocos podrán superarlo. Un fenómeno lo suficientemente increíble como para que algunos religiosos sigan creyendo que le vendieron su alma al mismísimo diablo. Desde James Hetfield, hasta Eddie Van Halen, pasando por Dave Mustaine y Scott Ian, han reconocido el talento y la importancia de Malcolm como guitarrista rítmico y compositor, pero sobretodo como “el corazón de AC/DC”.

Malcolm Young en 1976 (PH: Bob King/Getty)

Todo esto lo hizo sin la ayuda de ningún “hit doctor”, ni llamando a rockstars a colaborar en sus discos. Malcolm no necesitaba eso porque venía de la mejor escuela: su hermano mayor, George Young, quien fue guitarrista, compositor y productor de los EASYBEATS, una exitosa agrupación australiana que ya sonaba en todas las radios locales para el momento en que AC/DC se estaba formando. Pero ese talento para producir y componer no fue su único legado, su logro más notable fue haber “inventado” un sonido tan propio y original que cualquiera que lo escuchara pudiera reconocerlo al instante.

“Mal siempre tuvo un mejor oído para grabar y mezclar que yo, él estaba más involucrado en eso cuando eramos jóvenes, jugando con distintos sonidos y cosas” confesó Angus en una entrevista para la revista Revolver en 2005, donde agregó lo siguiente: “él me ayudó mucho a ajustar mis propios sonidos, yo podía estar diciendo ‘no puedo sacar nada bueno de este Marshall’ y el venía y me ayudaba a arreglarlo y le sacaba lo mejor de sí”.

Malcolm siempre fue un hombre que sabía lo que quería y hacia donde iba. Era el tipo de hombre organizado y puntual, le enseñó a todos lo que significaba trabajar en equipo y desde el primer día tuvo claro cómo quería que sonara AC/DC. Trabajó incesantemente en lograr ese sonido, pero sobretodo, en mantenerlo a lo largo del tiempo, lográndolo una y otra vez. Fueron tres los vocalistas, tres los bajistas y cinco los bateristas fijos que pasaron por AC/DC durante el tiempo que Malcolm estuvo en la banda, sin embargo ese particular sonido que todos conocemos permaneció inalterado.

Tanto cuidó su sonido e imagen, que en más de 40 años de carrera, la agrupación nunca experimentó con modas, se negaron a cambiar su vestuario o componer “singles” para complacer a las disqueras. Nunca usaron sintetizadores ni elementos electrónicos, lo máximo que se permitieron agregar fue una gaita irlandesa en “It’s a Long Way to the Top…” y cuando les tocó enfrentar momentos difíciles, como la muerte de Bon Scott, fue el capitán Malcolm quien tomó el mando y decidió que había que continuar, no porque las disqueras y los managers los presionaran, sino porque él sentía que todavía les quedaba mucho para dar.

Malcolm Young

Cuando me reuní con ellos por primera vez y fui a Australia, me llevó a conocer a su madre y su padre.” le contó Brian Johnson a Rolling Stone en una entrevista reciente. “Luego él vino a Newcastle para conocer a mis padres, solo para decir, ‘Hey, yo soy Malcolm y esta es la banda.’ Siempre fue un hombre muy atento“, agregó.

Él fue quien llamó por teléfono a Brian para darle la noticia de su ingreso a la banda, tras la audición respectiva, y quien le confió las letras desde el primer día. Juntos lo dieron todo y triunfaron, hasta que ocurrió lo impensado: Malcolm ya no recordaba las canciones que él mismo había creado. ¿Saben lo que significa esto para un artista tan entregado? Los problemas neurológicos de Mal afectaron su memoria desde la época del Black Ice (2008), y sin embargo el prefirió continuar hasta el final, re-aprendiéndose las canciones cuantas veces fuera necesario. La opción de dejar la banda no estaba en sus planes pero su enfermedad continuó empeorando con los años.

A Malcolm Young le diagnosticaron demencia, una enfermedad silenciosa que lo obligó a dejar la banda en 2014, pero su amor por AC/DC era tan grande que le pidió al resto que continuaran sin él, y a pesar de que la cara mediática de la agrupación continuaba estando, los que conocen bien a AC/DC sabían que ésta sería una baja creativa difícil de superar. Su reemplazo quedó entre familia, su sobrino Stevie tomó su lugar y demostraron con Rock Or Bust (2014) que los Young son capaces de superar cualquier obstáculo, e incluso cuando fue Brian quien debió abandonar la banda en 2016, nada los detuvo.

Malcolm Young

La esperanza de una recuperación para Malcolm desapareció totalmente cuando se supo acerca de su temprana muerte, el pasado 18 de Noviembre de 2017, pero junto con la triste noticia también salió a relucir quién era él en realidad, qué significó para AC/DC y cuál fue su aporte para el rock. El mundo supo entonces el tamaño del vacío que Malcolm estaba dejando y se dio cuenta de cuánto lo vamos a extrañar, porque descubrió que la idolatría que sentimos hacia la banda australiana y sus inoxidables temas tenían en él un responsable, que siempre había estado ahí pero no se notaba demasiado porque prefería mantener un bajo perfil, dirigiendo todo desde su esquina con el más mínimo detalle.

A veces, cuando el ídolo que se va no había sido reconocido como tal, la sensación es peor, porque pensamos que no lo valoramos en vida, cuando pudimos, y es por eso que la partida de Mal golpea de una manera diferente a tantos fans. Tal como lo dijo el propio Brian, “Malcolm habría estado absolutamente anonadado por la cantidad de tributos y demostraciones de duelo. Él nunca se pensó a si mismo de esa manera, como un grande ni nada de eso“.

Dicen por ahí que “la humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas”. Malcolm Young nos dejó claro que él no vivió para que su presencia se notara, sino para que su ausencia se sintiera, y desde hace rato que la estamos sintiendo. Descansa en paz capitán… ¡We Salute You!

Frank Hernández
Director en Rocktambulos
Escucho más de lo que veo y escribo más de lo que leo.
Periodista musical. Radio Host. Colaborador en Billboard y Rockaxis. Fundador de Rocktambulos
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