El gran reinicio: MALÓN dio su primer show del año en la capital argentina #ReseñaReseñasShows (Así Fue) por Facundo Guadagno - 25/02/202525/02/2025 Históricamente, MALÓN ha sido una banda que representa todo el folklore del llamado «Metal Argento». Entiéndase: la eterna previa del show, los autos estacionados con música de la banda, la devoción casi absoluta por el grupo en cuestión, y otros rituales que, más bien, se dan en el recital mismo. La fecha del 22 de febrero en Groove tenía a un MALÓN que volvía a Capital Federal para continuar la presentación de Oscuro Plan del Poder (2023). Veremos lo sucedido.A eso de las 19:30 se abrieron las puertas del recinto y las huestes metálicas ingresaban como si fuesen pequeñas gotas: la tradición sostiene que, si de Metal Argento se trata, se entra sobre la hora. Esto no impidió que ya empezara el «agite» y, si pasaban DIO, METALLICA, o BLACK SABBATH, el público lo iba a cantar. Pero se acercaba la hora del show y… nada. Hasta que, de repente, como si de un malón genuino se tratara, la gente empezó a entrar y llenó Groove, multiplicando el calor de esa jornada.Introducción instrumental pregrabada de sonidos indígenas y apertura con «Un Cielo Rojo», canción que para los nuevos fans se ha convertido en un hit instantáneo, y para los antiguos en un imprescindible. Es lógico que MALÓN se concentre en interpretar canciones de su último registro discográfico: se aspira a un sonido moderno y a mostrar otra faceta de la banda. En total fueron siete temas de Oscuro Plan del Poder y todos fueron muy bien recibidos, incluso algunos más lentos o cuasi baladas, tal es el caso de «Paraíso de Cristal». Todo esto con un sonido perfecto: no caben dudas, el grupo es de los que mejor suena en vivo en la escena nacional, dejando en claro que no es casualidad que en breve hagan una gira por el viejo continente. Todos los ojos, siempre, van a Claudio O’Connor: no solo es el vocalista, es el frontman, quien puede mover multitudes con gritar «acá», en un rapto de furia. No caben dudas de su autoridad y se celebra su legado y vigencia. Es increíble la claridad sonora del «Tano» Romano, un guitarrista emblemático que lució tres guitarras, y un sonido que nada tiene que envidiarle a lo que se graba en estudio. Por atrás, casi como si fuera con timidez, está Karlos Kuadrado, bajista del grupo: siempre es una base imprescindible y al escucharlo con nitidez uno no puede sino maravillarse al percibir su buen gusto en los arreglos que ejecuta. Javier Rubio en batería siempre nos sorprende. Esta vez no solo fue su talento, sino su creatividad: al momento de dar su solo de batería hizo más de un minuto de «Hot for Teacher», himno de VAN HALEN y pesadillas de muchos bateristas.La elección de canciones fue acertada: siempre es un desafío cuando la banda tiene tantos temas que comprenden el repertorio de himnos de la música pesada nacional. Sorprendió la inclusión de «Mendigos» pero, más que nada, de una canción poco vista en vivo, «Sobaco Ilustrado», que tristemente refleja el loop socioeconómico de Argentina.El pogo fue un descontrol. Incluso gente en silla de ruedas fue alzada con el motivo de ver hasta dónde se llegaba con esa hazaña. Fue un show de casi dos horas y el público, si es que en algún momento se calmó fue, precisamente, cuando había canciones lentas, lo cual duró muy poco. «Llegar allí donde el sonido atraviesa el tiempo», sostiene «Impulsando el Encuentro», y de eso se trató esta jornada donde MALÓN demostró, nuevamente, por qué su nombre es esencial en el Metal Argentino y, más aún, en esa categoría difícil de encasillar que es el «Rock Argentino». Esperamos verlos pronto: sabemos que no fallarán.Facundo GuadagnoRedactor en RocktambulosAntropólogo. Politólogo. Escritor. ©Todas las fotos fueron tomadas por Carlos Martínez para Rocktambulos.com / Todos los derechos reservados