MILLENCOLIN en Argentina: El verdadero skate-punk llegó desde Suecia… en patineta #ReseñaOXDReseñasShows (Así Fue) por Frank Hernández - 19/11/201524/02/2016 Suecia, una tierra musicalmente fértil de donde han salido incontables bandas de metal, también genera artistas de otros géneros. Argentina se complace en recibir a cada uno de ellos cada vez que se toman la molestia de pasar por acá y el pasado 8 de Noviembre de 2015 recibió a otro de los hijos de Suecia: MILLENCOLIN, una de las bandas más emblemáticas del punk melódico y la cultura skate. No son muchas las agrupaciones suecas que se hacen populares haciendo Punk así que, quienes asistimos esa noche a Groove, el conocido local de Palermo en la capital argentina, estuvimos ante una de esas gratas excepciones.No era su primera vez en el país y de sobra sabemos que cuentan con fieles seguidores en Argentina, así que -tal como se esperaba- se pudo ver como desde el arranque se encendieron los animos, los cientos de fans que se dieron cita esa noche de domingo no pararon de cantar y hacer pogos con cada tema y cada uno de los integrantes de la banda lo notó. “Egocentric Man”, “Penguins & Polarbears” y “Twenty Two” fueron los primeros tres del set, en el que no hubo descanso para el público que descargaba en el pogo. “Me gusta bailar”, dijo en español Nikola, bajista y vocalista, antes de tocar “Dance Craze” y confesó que el tema había sido escrito para una chica argentina, seguidamente Erik (guitarrista) agregó “esta es una canción acerca del tango”.La conexión entre el público y MILLENCOLIN fue intensa y constante, Nikola y compañía pedían y la audiencia cumplía. En varias ocasiones invitaron a cantar y el público obedeció, así como cuando pidieron un “circle pit” y de inmediato se formó. La banda contó con muy buen sonido y con lo impecable de su ejecución demostraron los años que tienen en el ruedo. A “Dance Craze” le siguió “Olympic” que fue presentada por Nikola como “una canción muy rápida”, expresión que dijo en perfecto español.Con “Mr Clean” pudimos ver a Nikola y Mathias cambiar de roles, incluso físicamente intercambiaron lugares y antes del final del show se vivió el momento emotivo de la noche, cuando el vocalista salió acompañado por una guitarra acústica y comenzó a cantar “The Ballad”. El público se sumó a corear para acompañar al solitario Nikola y a continuación fueron apareciendo el resto de los músicos, quedando esta vez el bajo a cargo de Erik. El público demostró su entrega también con canticos, y uno de ellos no solo era conocido por Nikola, sino que se lo sabía: “Ohhh Millencolin, es un sentimiento que no lo puedo parar…” comenzó a sonar en el local y el vocalista se sumó a cantar como un fanático más, para sorpresa de muchos.Un tema más faltaba por ser interpretado y tras invitar a todos a gastar los últimos cartuchos en el pogo con “No Cigar” se despidieron prometiendo volver. Fue una enérgica noche de punk europeo que estuvo colmada de emociones y entrega de parte de músicos y seguidores. Tal vez MILLENCOLIN ya no suenan en los videojuegos, pero siguen sonando en el corazón skater de sus fans y eso es lo que importa más. [custom_author=frank] 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Todas las fotos fueron tomadas por Frank Hernández para rocktambulos.com / Todos los derechos reservadosHaz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)MásHaz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva)Relacionado