Molotov Cocktail Party: MOLOTOV celebró 20 años chingando madres en Luna Park

Parece que fue ayer cuando visitaban nuestro continente sudamericano con su primer disco, ¿se acuerdan? Aquel polémico ¿Dónde Jugarán las Niñas? (1997), que no sólo hacía burla del disco de sus compatriotas MANÁ, sino que contenía temas de alto contenido explícito y mensajes contra los gobiernos. Yo lo recuerdo, era el año 1998 y aquellos cuatro mexicanos nos volaron la cabeza a todos con su energía y sus atrevidos temas en vivo en aquel ¿Dónde Jugarán las Niñas? Tour. Para aquel momento ya Randy, Micky, Tito y Paco tenían tres años de haber formado MOLOTOV en 1995. Hoy todavía siguen.

Más de veinte años han pasado y estos cuatro particulares personajes continúan derrochando talento y energía cada vez que se montan en un escenario, esa siempre ha sido su marca, su sello. No son una banda de grandes montajes escenográficos, su show se basa en la música, en sus personalidades y en el mensaje, no hay nada que pueda distraer al público de lo que importa, excepto los chistes y ocurrencias que los propios músicos le agregan a cada presentación.

Así fue cómo llegaron al emblemático estadio Luna Park de Buenos Aires para celebrar estos veinte años de desmadre. Con un montaje sencillo, sin muchas pretensiones, aparecieron los mexicanos (y el gringo) para dar inicio al show. No hubo paredes de amplis ni grandes sobretarimas, sino un backline básico que se perdía en la inmensidad de aquel escenario.

“Que no te haga bobo Jacobo” abrió el set y puso a todo el Luna a saltar desde que el bajo hizo el primer acorde. “Ustedes son pinche cool pero no lo pinche saben” decía Tito en su primera conexión con los presentes, a la vez que agradecía a la audiencia por haber venido. Temas de la nueva era como “Lagunas Metales”, “La Fuga” y “Oleré y oleré y oleré el UHU” se juntaron con clásicos de la vieja escuela durante todo el set, algunos de los cuales implicaban la rotación de músicos en los instrumentos (sobretodo Micky y Randy), otra particularidad que caracteriza a MOLOTOV, y es que casi todos tocan todo.

“Esta canción tiene mas años que ustedes” aclaró Tito antes de tocar “Voto Latino”, aquel sencillo con el que se dieron a conocer en todo el continente gracias a MTV, pero su fama se daría gracias al imperecedero “Gimme Tha Power”, que por su puesto sonó esa noche, tema en el que le permitieron a una fan subirse al escenario y tocar la guitarra. En la misma onda contestataria se pudieron escuchar “Frijolero”, el cual le dedicaron a Donald Trump y “Hit Me”, todos muy coreados por un público que por momentos permanecía quieto pero por otros no paraba de saltar.

Algunos de sus conocidos covers, como “Amateur”, “Rap Soda y Bohemia” o “Perro Negro Granjero” dijeron presente y como para agradar a los locales, hicieron su versión cumbia de “Marciano”, el cover que tienen de “I Turned Into a Martian” de los MISFITS, para luego tocarla en una salvaje versión punk, provocando el pogo automáticamente. Más adelante, una versión slow motion de “Más Vale Cholo” que se mezcló en forma de “popurrí” con “Blanca Navidad” y “Hava Naguila” pusieron a bailar a casi todos.

La celebración continuaba y conforme se acercaba el final, la banda seguía paseándose por toda su discografía, por lo que “Changuich a la Chichona” le antecedía a la esperada “Queremos Pastel” (no podía haber cumpleaños sin pastel y eran muchos los que pedían la canción) y el remate fue para dejarnos sin aire: “Dance And Dense Denso”. Con esta cerraban dos horas y media de show, haciéndonos creer que todo había terminado, pero no, habría más.

Un momento curioso ocurrió durante los diez minutos que duró el descanso: un compromiso en la audiencia. Si, un chico le pidió matrimonio a su novia con la complicidad de toda la banda que había pedido un minuto de silencio y posteriormente volverían para tocar “Noko”, apropiado tema para este momento romántico.

Otro acontecimiento curioso pero nada amoroso llegó de parte de una fanática mexicana que se encontraba cerca de la tarima y continuamente gritaba cosas en contra de Peña Nieto, intentando despertar a quienes estaban a su alrededor. Fue tanta su insistencia que Tito se acercó hasta ella en señal de aprobación y le dijo “tienes razón”, mientras Micky, que no paró de interactuar con todos los fans que tenía a su alrededor, le invitaba a que siguiera reclamando.

“Podemos tocar una mas, si quieren”

Randy volvería al frente para el “Molotov Cocktail Party” y con los poderosos “Matate Tete” y “Puto” pondrían a todo el estadio a descargar las energías remanentes en lo que parecía el verdadero final. Ya se iban a cumplir las tres horas y vino la pregunta de si queríamos otra: la respuesta fue obvia. La banda invitó a todas las chicas de adelante a subir al escenario para que los acompañaran en “Rastaman-dita” y con una cantidad incontable de mujeres protagonizando el show y las pantallas del Luna mostrando el lema #NiUnaMenos se terminó este gran espectáculo en el que Tito Fuentes, Micky Huidobro, Paco Ayala y Randy Ebright celebraron dos décadas de desmadre, rebeldía y mucho mensaje social.

La mayor parte de los más de 35 temas que pudimos escuchar esa noche forman parte del disco debut, ¿Dónde Jugarán las Niñas? (1997), y es que de hecho, sonó casi todo el álbum, quedando por fuera únicamente “Por Qué no te Haces para Allá… al Más Allá”, un clásico ausente sin explicación. Especulando un poco, no me extrañaría que el polémico tema (por su lírica violenta contra la mujer) haya quedado fuera del setlist por ir en contradicción con el lema #NiUnaMenos con el que se identificó la banda al final del recital, sin embargo sería raro, pues, la censura y el qué dirán nunca ha detenido a MOLOTOV en su proceder y el tema sigue formando parte de su show en otros lugares. Habría que preguntárselo directamente a ellos, y me comprometo a salir de esa duda la próxima vez que podamos entrevistarlos. Mientras tanto nos quedará en el recuerdo este extenso e histórico show y solo nos queda desearle muchos años más de vida a la banda, son pocas las agrupaciones que se mantienen unidas durante tanto tiempo y todavía más pocas las que mantienen su esencia a lo largo del tiempo. Feliz cumpleaños MOLOTOV, y que chinguen a su madre.

Frank Hernández