Oscuridad, melancolía y misticismo: TIAMAT volvió a Argentina #ReseñaDestacadaReseñasShows (Así Fue) por Alejandro Gonzalez - 14/12/202514/12/2025 El pasado viernes 12 de diciembre se puso fin a una larga espera de 16 años, TIAMAT, uno de los máximos referentes del Death/Doom y el metal gótico europeo, regresó finalmente a Buenos Aires. El quinteto sueco liderado por su vocalista, compositor y fundador Johan Edlund se presentó en Uniclub, en una noche cargada de expectativa y misticismo, compartiendo escenario con AVERNAL, un pilar del metal extremo argentino, en una combinación contundente entre lo oscuro del gótico y el fuego feroz del Death Metal sudamericano.Desde los primeros acordes, TIAMAT dejó en claro que la atmósfera sería protagonista. La apertura con “Church of Tiamat” sumergió al público en ese clima denso y ceremonial que caracteriza a la banda, para luego dar paso a un triplete infalible compuesto por “In a Dream”, “Clouds” y “The Sleeping Beauty”. En ese tramo inicial ya se podía percibir claramente el respeto, la devoción y la euforia del público que colmó Uniclub, entregado a un viaje sonoro cargado de melancolía y oscuridad.El show giró, como es habitual, en torno a la figura de Johan Edlund, auténtico arquitecto del universo TIAMAT. Con sus gestos hipnóticos y su presencia enigmática, fue el encargado de conducir cada pasaje del ritual. Uno de los puntos más altos de la noche fue, sin dudas, el repaso por canciones del álbum “Wildhoney” y especialmente de “Whatever That Hurts”, con interpretaciones de “The Ar”, “Do You Dream of Me?” y “Visionaire”, ejecutadas con ese espíritu lento y pesado que define la esencia del doom metal. En ese contexto, el baterista Lars Sköld se destacó con una ejecución firme y contundente, marcando el pulso grave y envolvente que sostuvo gran parte del set.La banda sonó muy sólida en términos generales, pero fue notorio cierto cansancio físico, particularmente en Edlund. Si bien su voz respondió correctamente para la ocasión, es evidente que se encuentra lejos de su mejor momento vocal, especialmente si se la compara con su etapa de principios de los años 90. Aún así, su carisma y personalidad lograron sostener el clima introspectivo del concierto. En varias ocasiones (más de tres a lo largo del show), el cantante debió sentarse en el escenario para recuperar el aliento e incluso retirarse brevemente detrás de bastidores durante el final de un par de canciones. Un detalle que no pasó desapercibido, y aunque es imposible saber con certeza qué atravesaba en ese momento, tanto a nivel físico como emocional, es posible que el calor haya tenido algo que ver. A pesar de ello, cada vez que tuvo oportunidad, se mostró cercano con los fans ubicados en la primera fila, saludándolos y agradeciendo reiteradamente el cariño recibido y el regreso a la Argentina tras tantos años de ausencia, siempre a su manera. Cuando ya habíamos superado una hora de show, la legendaria y muy celebrada “Vote for Love” marcó el tramo final del concierto, preparando el terreno para «25th Floor» y dando el cierre con “Gaia”, donde los teclados cobraron un rol central. Esta canción, cargada de una reflexión poética y poderosa, volvió a poner en foco la fragilidad del medio ambiente y la responsabilidad humana en su preservación, funcionando como un cierre introspectivo y emotivo.Podría resumir este nuevo show de TIAMAT como una presentación muy buena, que sin llegar a ser extraordinaria, fue una experiencia valiosa, donde obtuvimos un recorrido íntimo por su discografía, y la audiencia pudo conectarse con esa energía oscura que, lejos de perderse, encuentra su propio camino. Con más de 35 años de carrera, TIAMAT demostró una vez más ante el público argentino por qué sigue siendo uno de los pilares indiscutidos del metal gótico.Alejandro GonzalezColaborador en Rocktambulos