fbpx

Ayúdanos a hacer periodismo independiente

Por favor, desactiva Ad-block

Trabajamos duro para brindarte contenido gratuito y de calidad. Mostrarte publicidad es la única forma de monetizarlo

Estás aquí
Página principal > Destacada >

Reinventando el sonido: STEVE VAI dió cátedra en el Luna Park #Reseña

Volvió STEVE VAI a nuestro país con su «Inviolate tour 2023». Lo hizo este martes 06 de junio, en el Estadio Luna Park y, como si fuera poco, cumpliendo 63 y presentando un nuevo disco. Dicho lanzamiento gira en torno a la «Hydra», aquel instrumento de un cuerpo, tres mástiles y dos clavijeros que abarca entre guitarras de 7 y 12 cuerdas, un bajo de 4 cuerdas, cuerdas de arpa, un sintetizador MIDI y variedad de injertos creados por el neoyorkino guitarrista e Ibanez, sus sponsors de toda la vida.

La espera fue amenizada por el virtuoso guitarrista argentino CLAUDIO «TANO» MARCIELLO y su banda, quienes con gran acierto, fueron los elegidos para dar inicio al espectáculo. CTM, dadas las circunstancias, ajustó su set para, en poco más de media hora, dar una mirada hacia sus nuevos trabajos discográficos y algunas perlas. Ya clásicos en su repertorio sonaron: «Querido Padre», «Por el Sudaca», varios temas de sus últimos lanzamientos y la canción «Ceibo», recordándonos lo que fue su periplo con ALMAFUERTE como guitarrista y director musical. Cerca de las 20:30 hs el set llego a su fin. Luego de algunos agradecimientos a la productora por parte del tano y su banda, el escenario se despobló y se tornó oscuro.

En los dientes de la Hydra: Steve Vai en Argentina

¿Podremos culpar a las medidas de algunas líneas de transporte -al reducir su trayecto debido a un partido celebrado esa misma noche en la bombonera- que hizo, para algunos, inviable una llegada a tiempo al mítico estadio? Tal vez. Pasadas las 21 horas, y con la canción «Avalancha» ya siendo interpretada, la gente seguía entrando a borbotones.

El «entretenedor», como Steve gusta llamarse en su rol performatico, tomó posesión instantánea del sobrio escenario en el que las texturas sonoras, los climas y el buen gusto fueron los guías en la noche. Que fueran consecutivas «Little Pretty», «Tender Surrender» y «Lights are on» generaron una especie de hipnosis en un público que, de entrada, estaba viendo un show que comenzó en lo más alto. Junto a ellas las imágenes en 3D para acompañar el trance en la pantalla principal eran, por momentos, graciosas. Me gusta pensar que esta línea estética irónica de cada show debe guardar una relación muy grande con su paso de juventud por la banda de Frank Zappa, al igual que en sus breves comentarios entre canción y canción. Aunque salvando las distancias, obviamente.

En «Incantation» y, luego de una breve introducción para celebrar su comienzo de gira latinoamericano, llegó el turno para el solo de bajo y guitarra. A Philip Bynoe, en la posición del instrumento de graves desde hace mas de 10 años, no hay mucho que objetarle. Su momento fue corto pero contundente. Mucho que demostrar tenía Dante Frisello quien, como nuevo incorporado en el grupo, llegó para demostrar que puede cubrir aquellos lugares de gran complejidad o jugar con atmósferas tenues y profundas con los sintetizadores sin mayores problemas.

Es necesario tener la posibilidad de ver, al menos una vez al astro de la guitarra con tamaña carrera en su espalda. Habiendo colaborado en la primer categoría del Hard Rock, y con el brío aún en su estado de gracia. El paso del tiempo parece no hacer mella en la carrera de un artista que parece todo el tiempo estar reinventándose y recrear el sonido que revolucionó la era de los años ’80.

Ni «Bad Horsie» o un último solo para presentar a Jeremy Colson en su soberbia labor frente a la batería -con su toque casi Punk o su sección de timbales rítmicos- parecen sonar remanido con una banda que ha sabido jugar con los climas altos y bajos en un show bien distribuido.

El gran finale llego con «Teeth of the hydra», presentando así el curioso instrumento. Nacida a partir de una idea de Steve en la que constaba una armonía de bajo acompañada por dos melodías distintas de guitarra tocadas casi al unisono por una misma persona. Aquí Dante Frisiello se luciría como un corriente tecladista.

Más loas por parte del público con «Liberty», un «Cumpleaños feliz» cantado por Dani G, su técnico de sonido ahora devenido en cantante operistico en «For The Love of God», dando fin a una noche más que alucinante.

En fin, un gran show. No hay mucho más que pueda agregar a esta reseña que explicite lo personal. Siento que he descubierto algo más que estaba oculto para mí sobre la experiencia que significa ver y escuchar a STEVE VAI. Los elementos se encontraban allí para generar esa fusión de intimidad y cercanía, aún frente a grandes audiencias. Aquí debe haber al menos una cuota de arte o un ingrediente que sigue siendo desconocido para muchos.

Tomás Molina
Cronista en Rocktambulos
Estudiante de filosofía, Bajista, fetichista del disco.
Tomás Molina on Instagram

Todas las fotos fueron tomadas por Federico Echeverría y son cortesía de AVC Agency / Todos los derechos pertenecen a su autor

¿Te gustó? ¡Queremos saber tu opinión!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Top