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Violenta (y calurosa) pacificación: D.R.I. volvió a Buenos Aires #Reseña

Luego de sucesivas cancelaciones que llenaron de malestar, y consecuente escepticismo, al público argentino, DRI volvió a Buenos Aires con el motivo de celebrar sus cuarenta años. Es por esa razón que el show se anunció con la premisa: “esta vez sí”. Previo a presentarse en Buenos Aires, el conjunto había cancelado su show en Montevideo; las señales desde Uruguay podían llegar a ser desalentadoras y los chistes/memes en las redes sugerían no comprar entradas hasta saber que estaban sobre el escenario, pero para nuestra tranquilidad, desde el Instagram de la banda, como también los perfiles de los músicos, se confirmó su presencia en Sudamérica y así fue como finalmente los tuvimos de visita en Argentina. 

Se trató de una jornada histórica: ola de calor que rompió récords y, finalmente, el retorno de DRI al país. Dado que el evento se acerca a lo que uno idealiza como perfección, intentaré comentar lo acontecido el viernes 10 de marzo en El Teatrito, recinto de la Ciudad de Buenos Aires.

EDO

A las 20:30 hs, con una puntualidad eficiente, E.D.O salió al escenario gozando de un sonido impecable y un público devoto ante las leyendas del Buenos Aires Hardcore. Actitud, nitidez e historia fueron las claves para una performance ideal. Mientras tanto, DJ SEEN CADENA amenizaba la jornada con un festejado set, en especial “I Don’t Wanna Hear It”, de DISCHARGE, que nos estuvieron visitando en Diciembre. Espontáneamente, se pudo ver pasando en fila a los muchachos de DRI hacia el camarín, ya que el único acceso al mismo era cruzando el campo en su integridad. Ahí estaban Kurt Brecht (voces), Greg Orr (bajo), Rob Rampy (batería) y… Bryon “Yapple” Ruelas en reemplazo del guitarrista Spike Cassidy, quien no pudo volar a Sudamérica por complicaciones oculares. Ahora se entiende la perfección relativa de la noche.

Buscando continuar con la tradición de empezar a la hora pactada, a las 21:30 hs se abrió el telón, ¡pero la banda no estaba lista! Desorientado, Byron Ruelas seguía probando sonido mientras uno de los ingenieros lanzó un apresurado: “espera, espera”. Diez minutos después, comenzó a sonar “The Application” y el calor era, simplemente, insoportable. No cabía un alfiler en El Teatrito y el pogo era tan intenso que dentro del mismo se iban formando otros más pequeños. Una mamushka de pogos. Voladuras de cerveza, sudor, y un sonido impecable para la seguidilla de  “Violent Pacification”, “Madman” – notable cambio de tiempo por el inmenso Rob Rampy – y “Couch Slouch”

DRI

Me parece sorprendente como Kurt Brecht mantiene intacta su voz teniendo 61 años. Tampoco necesita moverse demasiado en el escenario: simplemente tiene el carisma necesario para ser un frontman. A veces es tan simple como eso. Y, en ese sentido, es donde se podría señalar una suerte de crítica a esta presentación de DRI, ya que técnicamente Byron Ruelas fue eficiente, pero su personalidad en el escenario no es comparable con la del eterno Spike Cassidy. Greg Orr – de destacable parecido al bajista Tony Campos -, por su parte, parece funcionar orgánicamente en esta encarnación del grupo. Haré mías las palabras de Brecht sobre Rob Rampy: “ahí lo tienen, rompiéndola cada día de la semana”.

No faltaron las trifulcas que puede despertar el alcohol – que en esa noche no solo voló, sino que fue consumido adelgazando billeteras -, entonces la salida se mezclaba entre quienes eran retirados sofocados y los que eran echados por su repartija de trompadas. El calor récord, finalmente, se hizo sentir: al finalizar “Thrashard” hubo que darle aire a los casi desmayados que estaban adelante, calmando las aguas y retrasando el show unos minutos. “Hace calor, un poco”, señaló Kurt Brecht, y comenzó “How To Act”: a partir de aqui, el pogo se hizo un poco más pacífico.

DRI

Tampoco era posible contenerse demasiado: las sorpresas no tardaron en llegar, ya que el público empezó a pedir “Beneath The Wheel” y, precisamente, esa canción fue añadida a la lista ya que originalmente no estaba incluida. Sin lugar a dudas, este fue el punto alto de la noche. Nos tomó por sorpresa que fuera seguida por “I’d Rather Be Sleeping”, canción que no venía estando en su lista, lo mismo que “Equal People”.

“No hay bises, esto es todo”, anunció Kurt Brecht frente al calor que hacía difícil terminar la jornada. En realidad, hubo canciones que se agregaron a la lista, como mencioné, pero las condiciones para seguir con el show no eran las mejores. El cierre con “I Don’t Need Society” y “The Five Year Plan” culminó una noche única. Sí, faltó Spike Cassidy, pero fuera de eso, tanto la performance como el sonido no merecen ni una sola crítica. Simplemente, y como una exquisitez, se podría haber pedido tal o cual tema, pero sería un despropósito. DRI, o en realidad Kurt desde el micrófono, anunció que volverían y que de ser por ellos estarían en Argentina todos los años. Elijo creer.

Facundo Guadagno
Redactor en Rocktambulos
Antropólogo social y cultural, escritor, escéptico y crítico
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Galería fotográfica de D.R.I. en Argentina

Todas las fotos fueron tomadas por Carlos Martínez para Rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

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