La Fórmula es Reinventarse: SPARKS vuelve al ruedo con "Hippopotamus" #Reseña

El caso de SPARKS es absolutamente extraño, con más de cuarenta años de carrera solamente son reconocidos por un minúsculo grupo de seguidores, con especial énfasis en Europa. Más curioso resulta aún que su estilo sea ambiguo, siempre ecléctico y complicado de definir, a la vanguardia de la música popular contemporánea, poniendo al Rock y al Pop dentro de este conjunto de variables que la banda siempre hará mutar. Cuarenta y cinco años después de su gestación, el dúo de los hermanos Mael vuelve al ruedo lanzando un trabajo cuidado y rico, llamado Hippopotamus, que merece un análisis meticuloso

Ya en el mismísimo comienzo con “Probably Nothing” está esa mágica quimera que ha sido una constante en la carrera de SPARKS y aún mantiene la frescura del grupo, esa que, de manera simultánea, será la matriz interpretativa de esta obra: las melodías emotivas y las líricas absurdas, características de la banda y una marca de sofisticación por su elocuencia, una síntesis entre refinamiento estético y el ridículo. Sino, ¿con qué otras palabras podría describirse a la segunda canción del álbum, “Missionary Position”? Su temática aborda, lisa y llanamente, los pros y contras de la posición del misionero, acompañada por un solemne piano. Dentro de esos juegos líricos aparece una curiosa y entretenida obligación que es algo obvia, pero olvidada y descartada inconscientemente: nada más ni nada menos que buscar las letras, comprender el mensaje para entender el chiste, de otra manera ni lo intenten, sería en vano y una corrupción hacia la obra. Pero sumándole un atractivo, SPARKS añade referencias culturales en sus letras de manera constante, una actividad pedagógica que descifra un código y nutre al oyente.

Pocos tienen un sentido estético tan agudo dentro del Rock como es el caso de los hermanos Mael, a tal punto que nada queda fuera de lugar y se arriesgan a rapear con sonidos modernos – “Giddy Giddy” -, personificar a una deidad maldiciendo – “What The Hell Is It This Time?” – o realizar una canción entre el Drum and Bass y la música infantil con la pieza que le da nombre al álbum. La línea estética sigue a la mezcla con un sonido particular para que cada composición tenga su identidad, hasta llegando a sonidos realmente abrasivos conviviendo con una armónica idea general – “Unaware” -.

Creo que son pocos los casos en el Rock donde artistas con más de cuarenta años de carrera busquen reinventarse constantemente, y hacer de esto la condición para que la banda exista. Un caso tan radical es el de FAITH NO MORE, pero no tienen cuarenta años juntos. Entonces solo queda sorpenderse ante el esfuerzo y la efectividad de Russell Mael que a sus 68 años – próximo a cumplir 69 – sigue llegando a sus falsettos y las sutiles melodías que lo caracterizan, aunque también se muestra algo agresivo o dulce cuando le toca recitar, otra prueba de su versatilidad. Por otra parte, Ronald Mael con 72 años sigue estando atento a las nuevas tendencias musicales, en lo que concierne a producción o composición, como también se aferra a sus gustos por la música clásica, siendo el alma mater de SPARKS al idear de manera íntegra la mayoría de las canciones del grupo.

Hippopotamus concluye siendo una gran edición por parte de los hermanos Mael, realmente un trabajo para redescubrir en varias oportunidades, con distintas capas y perspectivas para poder disfrutarlo. En la era de la sobreinformación es realmente una distinción el hecho de lanzar algo que sea diferente sin esforzarse, sin pretender ser distinto y en síntesis no tener nada para aportar, algo que es imposible para SPARKS ya que la frescura es su lenguaje y vuelven a demostrarlo, haciéndonos desear más y soñar con una utópica gira por Sudamérica. Soñar no cuesta nada, e interesarse por un disco distinto al resto, tampoco. No van a arrepentirse.