El terror de las otras bandas: ACCEPT mostró el peso de su leyenda y su actualidad en Argentina #Reseña

A la hora de ser una banda clásica, se pueden tomar dos caminos. Uno podría ser el de vivir del legado, dejar de sacar discos y solo tocar los clásicos que la gente quiere escuchar. No tiene nada de malo, pero a la larga se vuelve algo cansino, tanto para la gente como para los músicos. Luego está el camino de ACCEPT: nunca parar, plantarse ante la adversidad y siempre tener la música como foco. Los liderados por Wolf Hoffmann nos visitaron este 3 de mayo y se presentaron ante sus fieles fans en el mítico Teatro Flores de Buenos Aires.

Antes de los alemanes, los encargados de abrir la noche fueron los argentinos Amalgama, Lid y los peruanos de Metal Crucifier, que a base de un Speed Metal sólido y un volumen brutal supieron ganarse el interés del público.

¿Qué hace decidir al publico a la hora de pagar una entrada para un show? ACCEPT volvía a Buenos Aires apenas un año después de su última visita y lo hacía durante el aluvión de bandas del género que tuvo el país debido a los festivales que se realizaron en Chile y Brasil. Bueno, hay algo que existe que tiene que ver con que, frente a una abrumadora cantidad de opciones, lo mejor es ir a lo seguro. Y a juzgar por un Teatro Flores bien cargado, esta parece haber sido la lógica de la mayoría de los asistentes.

Si bien dijimos que la banda había visitado el país el año anterior, la reciente salida del disco “Humanoid” (2024) hace que este show sea fresco, y el grupo se encarga de dejar eso en claro cuando arranca el concierto con “The Reckoning”, uno de los singles de la placa y uno de sus momentos más altos, cabe decir. La respuesta del público no se hace esperar y la satisfacción en la cara del guitarrista y líder del grupo, Wolf Hoffmann, es indisimulable. Es que, luego de unas décadas complicadas durante los 90 y 00, Accept ha logrado reinventarse y resignificarse. A partir de la salida del histórico cantante Udo Dirkscneider y la entrada de Mark Tornillo, en 2010, la banda se ha mantenido prolífica, sacando una seguidilla de discos que se encuentran entre lo más destacado de su carrera. Poder lograr eso, a casi 50 años de empezar, no es un logro menor. El disco “Humanoid” puede no encontrarse entre lo más destacado de su obra, pero sigue siendo un trabajo sólido y eso se evidencia con la respuesta del público ante canciones como “Straight Up Jack” o el tema que titula el álbum.

Por supuesto, Accept tiene clásicos para rato y son realmente imbatibles; “Restless and Wild”, “Midnight Mover” o “London Leatherboys”, por citar algunos. Hoy por hoy, hacer una lista de temas para un show de Accept, debe ser muy complicado, ya que, a los temas nuevos y los clásicos inamovibles, hay que sumarles los nuevos hits, estos que se han instalado gracias a la gran calidad de sus últimas obras. “Dying Breed”, “Pandemic” o “Teutonic Terror” funcionan igual de bien que cualquier canción de la época de oro. Pero es que, en realidad, los 2010 pueden ser una nueva época de oro para los alemanes. También hay que buscar lugar para las gemas, las canciones un poco más ocultas para contentar al fan más exigente. Ahí es donde salen composiciones como “Amamos a La Vida”, de un disco un tanto olvidado como “Objection Overruled” (1993).

Otro recurso son los Medleys, donde agrupan varias canciones como “Demon´s Night”, “Starlight”, “Losers and Winners” y “Rockin Man”. Un acierto, sin duda, ya que, teniendo un catalogo tan grande, sería una pena que tantas canciones sean olvidadas para siempre. Todo esto dado con un buen sonido y una interpretación brillante de los músicos, que en esta oportunidad se trata de tres guitarras, y hay momentos donde cada uno se puede lucir. Puede ser que el barco sea comandado por Hoffman, pero no hay ninguna tiranía.

Para el tramo final dejan sus dos mayores hits; “Fast as a Shark” y “Balls To The Wall” donde cantan hasta los empleados del lugar. El cierre definitivo es con “Burning”, canción que la banda no había interpretado hacia años, por lo que es como un regalo extra que nos hacen.

Muchos podrían mirar a Accept con desconfianza, siendo Hoffman el único miembro original, y con el resto de los miembros, exceptuando Tornillo, que rondan entre los cinco y diez años de antigüedad. Pero, otra vez hablando de dichos: en la cancha se ven los pingos. Desde su regreso, Accept ha sacado seis discos que van desde buenos a excelentes, y bancan esos discos en el vivo, no los dejan de lado. Las listas de temas están compuestas por los clásicos inoxidables y gemas para los exigentes. Además de todo eso, hay una banda tremendamente solida que, es probable, nunca dé un mal show. En cuanto a recital de Heavy Metal clásico se refiere, es posible que Accept hoy por hoy, esté entre lo mejor, y cuando viene lo mejor, no hay ninguna razón para no ir.

Facundo Llano