Cuando se anunció el regreso de THE GATHERING a latinoamérica, fuimos muchos los que nos emocionamos, después de todo habían pasado muchos años desde su última visita en 2011, con separación de por medio y la incertidumbre de si volveríamos a escuchar nuevo material de los neerlandeses. Esa gira se suponía que ocurriría en septiembre de 2020 con la excusa de celebrar 30 años de formación pero… pasaron cosas. Sí, la pandemia del Covid-19 canceló todos los planes y el evento tuvo que ser reprogramado varias veces.

Finalmente, en septiembre de 2022, el tour se llevó a cabo, ya no con los grandes éxitos sino con un nuevo disco bajo el brazo: el maravilloso Beautiful Distortion (2022). La mala noticia fue que dejaron por fuera a varios países, como Argentina. Chile era la opción más viable para los fans que no se querían quedar con las ganas de escuchar en vivo a esta banda holandesa con cantante noruega y algunos, como este servidor, hicimos el viaje para estar ahí en el mítico Teatro Caupolican, donde hace exactamente 15 años (en 2007) la banda grabó su DVD A Noise Severe, de ahí el nombre de esta crónica. Eran otros tiempos, otros integrantes, y otro nivel de convocatoria para el grupo, que lamentable e inexplicablemente ha visto disminuir su cantidad de fanáticos luego de la separación con Anneke.

Y digo inexplicablemente porque además de que nuestra adorada Anneke continúa teniendo una exitosa carrera solista y hasta se ha reunido con la banda en ocasiones especiales, THE GATHERING siguió haciendo excelentes discos y cuenta con una increíble vocalista como lo es Silje Wergeland, a quien evidentemente muchos no le han dado la oportunidad.

La velada contó con unos invitados locales de lujo: POEMA ARCANUS. La banda chilena también está cumpliendo 30 años de carrera y aprovechó para tocar algunos de sus más conocidos temas ante una cantidad considerable de fans que llegaron temprano solamente para poder verlos a ellos. Podemos reducir su show a una frase: Sonido impecable; pero sería poco para lo que en realidad demostró la banda en tarima. Actitud, presencia, talento y todo lo que uno puede esperar de una banda tan experimentada, lo tuvimos esa noche por parte de la agrupación de Doom/Gothic Metal. Una verdadera apertura de lujo para esta celebración, y la gente lo demostró al pedirles con insistencia “otra, otra” tras finalizar su show. Que la gente no quiera que se vaya la banda soporte, es algo que no pasa todos los días.

A las 21 hs, puntuales como un reloj, salen los integrantes de THE GATHERING. Silje, su vocalista, aparecería unos segundos después cuando ya la música comenzaba a escucharse. El público hace lo suyo al gritar/aplaudir y Wergeland baila seductoramente mientras interpreta “Strong”, el tema más reciente que publicó la banda y con el que inician el set de esta noche. “Buenas noches Santiago, que bueno es estar aquí”, son las primeras palabras de Silje, y es que irónicamente, en medio de melodías melancólicas y letras tristes, esta noche todo es felicidad.

Además de interpretar gemas de la era post-Silje, como “Heroes For Ghosts”, y “I Can See Four Miles”, elegida para cerrar el show, la banda se paseó por clásicos de la era pre-Silje como “Leaves”, “Probably Built in The Fifties” y “Saturnine” -este último uno de los más coreados de la noche- por lo que algunos de esos temas eran interpretados por primera vez en Chile en la voz de Wergeland. “La siguiente nunca la he cantado aquí, mis compañeros si, y se que ustedes se la saben, así que canten conmigo” dijo la vocalista antes de que comenzaran los acordes de “Strange Machines”, el tema más conocido de la banda.

Lo bueno de que hayan venido con nuevo disco es que hubo más espacio para disfrutar el talento de Silje sin las odiosas comparaciones. Además, no es cualquier disco nuevo sino uno de los mejores trabajos que la banda ha hecho en muchísimo tiempo, para mí Beautiful Distortion es uno de los mejores discos del año. “In Colour”, “We Rise”, “Pulse Of Life” y “Weightless” fueron los cuatro temas de ese último disco que pudimos disfrutar esa noche. Yo hubiese matado por que tocaran “Black Is Magnified”, pero lamentablemente no sucedió.

Lo malo de que hayan venido con nuevo disco es que hubo más espacio para que “los distraídos” se “distrajeran”. Me refiero a esa gente indeseable que se dedica a conversar cuando lo que está sonando no es de su interés, interrumpiendo al resto que, incluso aunque no conozcan la canción, quieren escucharla. Esto pasa en todas partes, lamentablemente, no es una cuestión de la cual se pueda escapar fácilmente, pero cuando la música es tan suave y solemne como lo es en algunos temas de THE GATHERING, cualquier ruido molesta y hasta una mosca pasando puede dañar la atmósfera del momento. Por suerte, hay canciones con bastante distorsión que nos borran ese ruido de fondo de quienes no pueden esperar.

“René está casado con una chilena, lo sabían ¿no?” dijo Silje en una de sus intervenciones, invitando a la familia Rutten a que hicieran alguna señal o ruido para saber en qué parte del público estaban. La alegría de los músicos era notable, estaban como en casa, se sentían cómodos derrochando virtuosismo con cada tema, sobre todo con la (casi) instrumental “Sand & Mercury”, que emocionó a los más fanáticos, pero también se sentían en confianza, la suficiente para atreverse a tocar un temazo que no venían tocando en el resto de la gira y así regalarnos un momento especial: “On Most Surfaces”.

Justo después del encore o falsa despedida, la banda regresó para tocar el clásico “Great Ocean Road” y fue allí cuando nos sorprendieron con “On Most Surfaces”, sin embargo, esa falta de práctica se notó ya que Silje se perdió mientras cantaba y en medio de la confusión tuvo que dejar de cantar mientras el grupo continuaba instrumental. Culpa también de algunas fallas constantes en su sistema de monitoreo, ya que se le notó varias veces incómoda con el auricular. “Ustedes son muy buenos” dijo Wergeland al finalizar el tema, mientras pedía disculpas. Lo dijo en referencia a su equivocación ya que la respuesta inmediata del público, ante el obvio error, fue aplaudir y gritar en una clara muestra de apoyo para con ella.

Casi dos horas después, la banda se despedía de su público con uno de esos temas de la nueva era que se han convertido en clásico: “I Can See Four Miles”, y aunque obviamente hubo petición de un tema más, la banda se retiró finalmente, no sin antes agruparse al frente y reverenciar al público que llenó al menos tres cuartas partes del Teatro Caupolicán, su show más concurrido en toda la gira latinoamericana.

Once años después, THE GATHERING volvió y esta vez hizo prácticamente una gira de bares, como las bandas under, como en sus viejos tiempos. Que el único teatro en esta gira haya sido en Santiago es algo admirable para los fans chilenos, pero que el resto de los recintos hayan sido tan chicos es admirable para una banda que en algún momento se codeó con los más grandes del rock progresivo y aunque nunca fue masiva, si convocaba de a miles en nuestro continente.

Con Beautiful Distortion, su nuevo disco, el grupo promete un renacer que ojalá de frutos pronto, para que vuelvan a posicionarse dentro del género y ocupen ese lugar que merecen. Si la musa se mantiene activa y nos regalan más discos como este, estoy seguro que llegarán los ansiados nuevos fans ya que dudo que los decepcionados regresen, pero como dice el dicho, el que se fue no hace falta, hace falta el que vendrá, y la banda comandada por los hermanos Hans y René Rutten ya demostraron que no le temen a la reinvención, al reinicio y a los humildes escenarios. Se les nota que disfrutan estar sobre la tarima y al final eso es lo único que importa. ¿Volveremos a ver a THE GATHERING por estas tierras? Ojalá que si.

Frank Hernández