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THE VINTAGE CARAVAN pasó por Argentina y demostró que se puede ser “hippie” y pegar fuerte

Evidentemente que el Rock de los 70’s – Psychedelic Rock o como se prefiera llamársele – se encuentre en un auge hoy en día es sintomático y, rastrear esta causa dentro del sistema social es una tarea ardua. Pero, de forma maniquea, podría decir que existe un vacío cultural y una apuesta a una época jamás vivida, idealizada y ahora consumada en un show, un espectáculo de los 70’s. Pero esta situación está relacionada con lo que se produce musicalmente que, independiente de si es “bueno” o “malo”, busca rescatar un retrovértigo, término introducido por Trevor Dunn (bajista de Mr. Bungle) en 1999, refiriéndose a un “tributo a las falsas memorias”. ¿Un vacío en la cultura musical contemporánea? Puede llegar a ser una respuesta válida.

THE VINTAGE CARAVAN aparece como una banda exitosa, con tres discos en su haber y un progresivo ascenso en la industria y el mundo musical, al menos del Rock y el Heavy Metal. El éxito de Arrival (2015), lanzado a través de Nuclear Blast, los convirtió en unos referentes del Psychedelic Rock. El anuncio de su llegada a la Capital Federal de Buenos Aires para dar un show en Uniclub, el día 05 de Octubre, fue una sacudida que demostró que el estilo psicodélico tiene una base de seguidores considerable y que tres bandas locales – AUDION, TO DIE  y PICAPORTERS – sean las encargadas de abrir la jornada tampoco es azaroso: el auge de la psicodelia tiene su parte lationamericana y, por supuesto, responde a algo muy concreto, pero que también se me escapa y requiere una investigación bastante ardua. Veamos qué ocurrió en Uniclub dentro de esta celebración psicodélica.

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To Die

En la fecha que significaba un parate por tiempo indefinido, TO DIE inauguraba el paradójico viaje en el tiempo: con los pies en 2016 pero con la mente cuarenta años atrás. Repito, no es algo malo aunque pueda parecer, es simplemente una impronta o una propuesta. Afines a las enseñanzas de Jerry Garcia, Pappo, Blue Cheer y toda esa gesta de Rock 60’s y 70’s, caracterizados por repetir cierta estructura y luego zapar. De hecho, la performance de TO DIE se resume en una guitarra efectiva en riffs y en improvisaciones, aunque sin demasiada variación en las notas y, por ende, casi minimalismo. Aún así, esto es una descripción, no es un juicio de valor, ya que el show de TO DIE realmente fue dinámico y supo variar entre el Blues y el Rock más pesado, según la situación lo ameritara – incluso el Metal, cortesía de algún que otro gutural de Josefina Anselmo – En el público estaban Alexander y Stefan, bajo y batería de THE VINTAGE CARAVAN, que bajaron del backstage solamente a verlos tocar y dieron su veredicto: TO DIE estaba dando un excelente show a juzgar por el headbanging de los islandeses (y del resto del público presente).

Pasada la primer banda ya podía vislumbrarse el carácter o el espíritu íntimo que sería una especie de emblema de la noche. Música “ambiente” seleccionada por Martín Rodríguez de Poseidótica – Rock alternativo, algunas joyas oscuras que ahora no puedo recordar, y otros nuevos clásicos como “American Valhalla” de Iggy Pop – y el público selecto que se agrupaba en círculos de tres o cuatro personas para tomar o fumar algo. Lo de selecto es, lisa y llanamente, una referencia a esto, ¿quién va a ver a THE VINTAGE CARAVAN un miércoles con recesión económica? Un puñado de selectos. Cualquier semejanza con elitismos es pura coincidencia y no es intencional.

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Picaporters

Sube PICAPORTERS al escenario y, como es sabido, si una banda ya posee cierto reconocimiento en el under, como es este caso, la velada será especial si son el acto soporte de un grupo que habla su mismo idioma, al menos en el plano musical. Por eso, es lógico considerar a la actuación de PICAPORTERS como una especie de triunfo, eso sí, en plan de celebración continua y de gozo permanente. Más inclinados al Doom, con un bajo no exento de complejos arreglos, la agrupación supo oscilar entre la banda y el frenesí. Se retiraron victoriosos y le dejaron espacio a los chicos de AUDION, el trío que estéticamente – por imagen y por sonido – parece el más relacionado a los 70’s: sus líricas existencialistas, de arraigo al campo, con reivindicaciones hacia la lejanía del campo en oposición a la corrupta ciudad, eran acompañadas con coloridos atuendos, una suerte de excéntricos peinados e instrumentos de primera línea. Entre el Doom y el Rock, AUDION continuó musicalizando la jornada hasta las 23 hs. Momento de finalización de su set. El DJ vuelve a ambientar a Uniclub y sólo es cuestión de minutos para que llegue la atracción principal.

Aproximadamente a las 23:20 hs subio THE VINTAGE CARAVAN, que servía como el epítome, la cúspide de la noche para algunos, y el motivo para despavilarse para otros. Y sí, se acercaba el jueves y el despertar matutino ya tocaba las puertas de la psiquis. “Craving” comenzó a sonar, la caravana vintage era pura dinámica a pura entrega del power trío y Uniclub explotó, con los clásicos cánticos tribuneros acompañando a la melodía, un sello y un cliché argentino. Sonaba el hit “Babylon” y la devoción del público no podía ser menor. Mientras sonaba este hit, soslayado por las FM locales, no podía dejar de detenerme en la disposición del grupo en el escenario: la jerarquía, si se quiere, es de Óskar Logi Ágústsson (guitarra y voz) porque su cargo dentro de la banda se lo demanda, pero es equitativa a los movimientos en el escenario que realiza Alexander Örn Númason (bajo), un músico con muchísima energía en el escenario y un cultor de la utilización de los dedos en detrimento de las púas. Desde su asiento, Stefán Ari Stefánsson (batería) era el motor de este imparable trío.

thevintagecaravanbsas28Y literalmente eran imparables porque el tiempo se los comía, pero aunque sea en este “modo compresión” porque Uniclub en algún momento debía cerrar, así que las canciones pasaban a una gran velocidad. Eso sí, los chistes, las arengas, los saludos y todos esos componentes “humanos” que hacen al feedback entre público y banda, se produjeron, con un momento para recordar: previo a “Shaken Beliefs”, la gente pidió “una de Pappo” y la banda se miró con el mismo rostro que pondrían si aparecería un cocodrilo en su inodoro, luego de esto Ágústsson se encogió de hombros y comenzó la canción. Con la llegada de “Crazy Horses” la noche llegó a un punto álgido, con la locura generalizada, sumada a la que ya casi automáticamente generaba cada tema, exceptuando el caso de un grupo concentrado de cinco o seis personas que durante todo el show se la pasaron saltando. Hubo momentos más concentrados en las improvisaciones introspectivas, como es el caso de “The King’s Voyage” o “Last Day of Light”,  esos ambientes de corte claramente New Age, hoy en auge – el baterista Stefánsson tenía un símbolo de “om” en la remera, por si se quiere apuntalar la asociación -.

Pero por más que el tiempo pasara y nos adentráramos en la noche porteña, el público arengaba por más y para la banda esto era más combustible para que su máquina no se agotara: el diálogo entre seguidores y artistas era tan fluido y único, cortesía de la intimidad de Uniclub, que el show podría haber durado hasta las seis de la mañana. Por eso “Midnight Meditation”, la canción con la que THE VINTAGE CARAVAN cerró su performance, fue una nota alta que detuvo el tiempo y generó una auténtica fiesta. Es momento de despedirse con la felicidad de cerciorarse del triunfo de bandas jóvenes que, a fuerza de su talento, ven interesantes objetivos en su horizonte.

thevintagecaravanbsas24En otro claro éxito de bandas cuasi-ignotas que llegan a Buenos Aires, generalmente a lugares reducidos, donde se agrupa una importante cantidad de seguidores es, como mínimo, la respuesta a una necesidad. No sólo porque el mercado está interesado en promocionar a bandas vintage, sino porque desde los ridículos filtros oldies de Instagram, Snapchat y otros tantos se pueden asociar a esta obsesión por el pasado. Mientras tanto, es bueno aprovechar y disfrutar de excelentes bandas como THE VINTAGE CARAVAN en Buenos Aires, algo inconcebible unos años atrás. Pero, mientras tanto, reflexionemos sobre esta obsesión que, aún si quisieras ir en contra, nos termina atravesando a todos, o como mínimo a una gran mayoría, para eludir a tramposas generalizaciones conceptuales.

Facundo Guadagno
Redactor en Rocktambulos
Antropólogo. Politólogo. Escritor.
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TO DIE, PICAPORTERS y AUDION

Todas las fotos arriba mostradas fueron tomadas por Frank Hernández para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

THE VINTAGE CARAVAN

Todas las fotos arriba mostradas fueron tomadas por Carlos Velazco para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

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