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Un Amor de Hierro: ZAPATO 3 debutó en Argentina, 30 años después #Crónica

Cuando a mediados de los 80’s Fernando Batoni fundó, junto a “Vieja”, ZAPATO 3, probablemente no se imaginó la importancia que la banda tendría dentro del rock venezolano tres décadas después. Si bien sus influencias del post-punk europeo eran evidentes y no estaban inventando el agua tibia, Z3 supo destacar sobre el resto al no ser una banda que naciera buscando unirse a alguna moda local, sino todo lo contrario. Estamos hablando de una década en la que la música que dominaba los eventos y radios juveniles de Venezuela era la música “disco”.

La comunidad rockera de aquel entonces tenía sus principales referentes en géneros como el progresivo y el heavy metal, sin embargo, parecía haber un vacío que ZAPATO 3 supo llenar, sobre todo líricamente. Más allá de la gran calidad compositiva de su música, llamaron la atención por ser una propuesta lírica atrevida y oscura, lejos del sonido alegre y optimista al que el público estaba acostumbrado, y es que mientras muchos se concentraban en escribir sobre romance, rebeldía o revolución, muy pocos se atrevían a hacer poesía inspirada en temas como el suicidio, el sexo y las drogas en ese momento.

Fue una apuesta exitosa y con su segundo disco, Bésame y Suicídate, se convirtieron – contra todo pronóstico – en un fenómeno local. Por primera vez una banda de rock pudo entrar en las carteleras musicales del país sin tener que hacer fusiones latinas o baladas pop, sino con canciones de lírica un poco más profunda, que utilizaban la metáfora como principal herramienta y abarcaban desde temas tan comunes como el amor y el sexo hasta otros no tan comunes como la depresión y la muerte. Todo esto acompañado de un rock sensualmente oscuro que logró calar en un país caribeño donde no existe el invierno y se vive de fiesta los 365 días del año. Todo un logro.

Muchas cosas pasaron desde aquella primera formación, y tras haberse separado en el año 2000, la banda regresó con fuerza y ganas de retomar las cosas donde quedaron. Es por eso que lo que parecía ser una reunión momentánea en 2012 se convirtió en una nueva era de actividad para la banda, que entre sus deudas pendientes tenía la internacionalización. Fue así como en 2019 se embarcaron en una gira titulada “Asfalto” y llegaron, por primera vez, a Argentina el pasado 8 de Agosto para plantar su bandera en la tierra donde nacieron muchos de nuestros ídolos del rock.

Carlos Segura

A las 21 hs ya Palermo Club se encontraba completamente lleno y a la expectativa. Gente de todas las edades, pero mayoritariamente adultos, se dieron cita en el recinto porteño para ser parte de la historia y recibir a los venezolanos en su debut sudamericano. Mientras todavía DJ Lobo hacía sonar temas emblemáticos del rock latinoamericano de los 90, se fueron subiendo uno a uno los músicos que conforman una de las alineaciones más memorables del rock venezolano. Jaime Verdaguer en los teclados y sintetizadores, Diego Márquez en la batería, Álvaro Segura en la guitarra, Fernando Batoni en el bajo y Carlos Segura en la voz.

Una selfie de Carlos con el público fue la señal de arranque para que comenzara oficialmente el primer show de ZAPATO 3 en la capital argentina. La euforia fue inmediata. “Separación” y “La razón de estar aquí” fueron los temas encargados de abrir el set antes de la primera intervención de Carlos. “Ahora los venezolanos estamos en todas partes” dijo el vocalista, mientras agradecía, no solo a los productores, sino al país (Argentina) porque nos recibió a todos los que estábamos presentes.

Ahí llegaría el turno para el primer tema nuevo de la noche, “Te prendo como mirra”, con el cual la banda demuestra que planean continuar con su sonido tradicional y sus seductoras letras en el futuro cercano. El clásico “Tan cerca de ti“, otro tema fuertemente coreado por el público, fue la antesala del siempre sensual “Azul, Azul”, cuyo intro encendió a todos los presentes. Alvaro, ataviado con franela de Sex Pistols y sus poses de Rockstar, se supo lucir en este y en muchos de los temas que vendrían luego, con grandes solos y sensuales riffs, como fue el caso de “Amo las estrellas” y “Maya”. Fernando, por su parte, permanecía como siempre, concentrado, calmado, sensual… sintiendo cada nota que salía de su bajo mientras escuchaba a la gente cantar cada tema con todas sus fuerzas.

“Dime palabras dulces Buenos Aires” pedía el carismático vocalista antes de comenzar a cantar el clásico “Muriendo por ti“, canción que sirvió de antesala para otro tema nuevo, el más reciente: “Elefantes Marinos”. El turno de Diego para lucirse en los parches llegaría al final de “El Sol y la Luna”, un sobresaliente tema donde, mientras Carlos servía de director de orquesta frente a la batería, Diego descargaba su furia contra los tambores dándole un cierre épico. Al final, el propio Carlos pidió un merecido aplauso para Márquez y dieron paso a otro tema memorable que la gente pedía a gritos: “Un amor de hierro“.

Carlos Segura

Carlos, genio y figura hasta la sepultura, baila, corre, salta, se abraza de Álvaro, se cuelga de Fernando y hace sus épicas poses con pandereta en mano. Una personalidad única que se mantiene a lo largo de los años y sobre todo con una energía tan elevada que contagia al público durante todo el show. Así llegaría “Como un fantasma”, otro de los grandes clásicos que unió a los presentes en una sola voz, aunque cabe destacar que la mayor parte del público cantó, a todo pulmón, cada uno de los 24 temas de la noche.

“Quiero aclarar una cosa, ZAPATO 3 no es pasado, es presente y futuro” aseguró Carlos antes de tocar “Amaranto”, otra de las novedades de la noche. “Se los voy a decir en inglés: fuck you nostalgic, no me gusta la nostalgia”, remató el vocalista en claro rechazo a la idea de “vivir de la renta del pasado”, como muchos podrían pensar. La banda venezolana se encuentra en una nueva etapa creativa, con miras a un nuevo disco y con el objetivo de cautivar nuevas audiencias.

Llegaría el momento de invitar a un viajo amigo al escenario, el vocalista Octavio Suñé (LA NAVE). Suñé, que se encuentra haciendo carrera solista en Buenos Aires desde hace algunos años y hasta sirvió de soporte para el show de CARAMELOS DE CIANURO en Buenos Aires el año pasado, se montó en la tarima para hacer un dúo junto a Carlos y cantar “Hermana“. Todo era alegría en el escenario hasta que comenzó uno de los temas más melancólicos de la banda: “Dónde estás“.

Álvaro Segura

Fue durante este tema que pudimos ver a Batoni mover sus labios y cantar. El bajista, ubicado al frente y en el centro del escenario, salió por un momento de su trance introspectivo y tomó un rol protagónico en el escenario para honrar un tema muy especial para él, ya que desde la muerte de su amigo y co-fundador de la banda, Javier “Vieja” Avellaneda, este tema siempre ha sido interpretado en su nombre. Vale la pena recordar que fue Avellaneda quien grabó la primera versión de dicha canción. ¿Qué pasaría por la mente de Batoni en ese momento en el que la canción era tocada – por primera vez – en Argentina? Seguramente algo como “Vieja, ¡lo logramos!”.

Ahora estoy sin ti” fue el tema que le siguió en el orden y al finalizar hicieron una pausa que parecía ser el final. La gente coreó incansablemente el “olé, olé, olé Zapato 3” para invitar a la banda nuevamente al escenario, ya habían pasado 75 minutos de show pero el público pedía más, así que al volver, luego de la presentación formal de los músicos por parte de Carlos, tocaron uno de los covers que más popularizaron en los 90’s: “Vampiro“. Al tema, que originalmente es de otra leyenda del rock venezolano (SEGURIDAD NACIONAL), le siguió otro clásico extraído directamente del baúl de los recuerdos: “Qué Mente”. “Este tema es de culto, tiene 30 años, el que se la sepa cante” dijo Carlos Segura al introducirlo. La canción, que pertenece a su disco debut Amor, Furia y Languidez, editado de manera independiente a finales de los 80’s, fue uno de esos tracks inesperados que le hizo la noche a los más fanáticos.

Con “No puedo despegar“, también del disco debut, se fue creando un ambiente introspectivo y gris que se combinaba con las pocas luces que iluminaban el escenario, el cual se mantuvo oscuro, iluminado únicamente por un par de luces y la pantalla del fondo. Era la atmósfera perfecta para darle paso a otro tema significativamente emotivo, “Entrada de bala“, canción que fue escrita para el fallecido primer vocalista de ZAPATO 3. “No todos nos vinimos en avión, no todos tenemos familia aquí, muchos se vinieron a pie, caminando, en carro, sobreviviendo” comentó Carlos mientras en la pantalla se mostraban imágenes de “los caminantes”. Así es como se le conoce a los migrantes venezolanos que han salido del país a pie y según palabras del vocalista, este tour trata de eso, es por ello que se llama “Asfalto”, coincidiendo también con uno de los temas más antiguos de la banda, del mismo nombre, que sería interpretado a continuación.

“Vergación tenemos como dos horas y media tocando ya” bromeó, imitando acento maracucho, el vocalista ante la insistencia del público por “una más”. Es difícil complacer a todo el mundo cuando tienes una discografía tan extensa, y ciertamente nos quedamos con ganas de clásicos como “Obstinado”, “Cuchillo” o “Antonin Artaud”, por ejemplo, pero el cantante respondió con “tres más, pues”. Fue allí cuando tocaron “Tocarte, Tocarte“, una perfecta antesala para el siempre esperado clásico “Pantaletas Negras”.

La inmejorable versión que hacen de “Uñas asesinas” (también de SEGURIDAD NACIONAL) fue el tema encargado del cierre y ante la petición de “Cuchillo” por parte de los presentes, Álvaro tuvo que confesarse: “Panas, con toda honestidad, no ensayamos nada, sin embargo we fuckin rock” dijo entre risas. “Lamentablemente cuchillo no la podemos tocar, pero, en su lugar tenemos otra” agregó el guitarrista y comenzaron a descargar con todas las energías remanentes para cerrar un gran set. “Los quiero a todos felices llegando a su casa a follar, carajo” fue el mensaje de despedida de Carlos antes de bajarse del escenario, agradeciendo por una noche mágica y soñada en “la cuna del rock latinoamericano”.

Desde su debut con Amor, Furia y Languidez hasta la actualidad, ZAPATO 3 ha hecho esa música que tus padres no querían que escucharas pero ellos disfrutaban a escondidas. La banda ha sabido mantenerse fiel a su esencia y estilo, demostrando que su música no pasa -ni pasará- de moda porque se hizo desde el alma y no desde un laboratorio. Más de 30 años después, el legado de la banda es indiscutible, pero sus ganas de ir por más son inspiradoras y es emocionante saber que, más que vivir del pasado, la agrupación apunta al futuro con una vitalidad envidiable. Estaremos a la espera de ese nuevo disco.

Frank Hernández
Director en Rocktambulos
Escucho más de lo que veo y escribo más de lo que leo.
Periodista musical. Radio Host. Colaborador en Billboard y Rockaxis. Fundador de Rocktambulos
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Todas las fotos fueron tomadas por Tomás Rojas para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados

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