No queda duda de que resumir más de 30 producciones discográficas en una hora y media de show es una tarea imposible para cualquier banda, y el pasado 3 de Febrero RAGE se vio en la difícil misión de realizar dicha síntesis. Gracias a la gira que promociona su álbum Seasons Of The Black, Buenos Aires pudo disfrutar una vez más de la presencia de la agrupación de power metal liderada por el –literalmente- gran Peavy Wagner. Algunos de los mejores clásicos de la banda se juntaron con tres de esta nueva producción, conformando un setlist que buscaba complacer a la mayoría de los presentes.

La noche comenzó con el talento local de DREAM MASTER, agrupación de Buenos Aires que con más de 15 años de carrera, encontró en esta fecha una excelente oportunidad para volver a la actividad. El grupo de heavy metal había estado alejado de los escenarios durante más de un año, así que su aparición en la previa del show de una banda tan legendaria como RAGE fue algo más que especial. Le siguió ECLIPSE FINAL, banda de power metal que desde el 2013 ha venido dando de qué hablar y de a poco van ganando espacio en la movida local. Supieron calentar a la audiencia con sus temas, los cuales transcurrían a medida que se iba llenando Uniclub, pero el cierre con homenaje a DIO sirvió para dejar al público activado y listo para recibir a RAGE.

Desde que Peter Wagner aparece en tarima, se siente su autoridad y presencia. El alemán, alma y pilar fundamental de la agrupación, es un ídolo entre los amantes del power metal y si bien la banda que lidera no es precisamente la más reconocida del género, sus seguidores saben que merece mucho más y no escatiman en muestras de afecto para con él y el resto de la banda. Con el intro de “Justify” (uno de los temas incluidos en su nuevo disco) como fondo, fueron entrando cada uno de los integrantes de este nuevo line-up, siendo el primero en aparecer, el baterista Vassilios “Lucky” Maniatopoulos, seguido por Marcos Rodríguez y, finalmente, Peavy. Sin mediar palabra dieron inicio un show que se paseó por gran parte de la discografía de la banda, resaltando grandes clásicos como “From The Cradle To The Grave”, “Nevermore”, “Deep in the Blackest Hole”, “End of All Days” y el poderoso “Price Of War”.

“Les voy a contar algo que nadie sabe, yo nací en Mar del Plata” confesó “Markitos” Rodríguez, el virtuoso guitarrista que desde el año 2015 forma parte de la banda alemana. “A los 3 meses de nacido me llevaron a Venezuela, y hoy, 39 años después, estoy de regreso aquí”, agregó el venezolano, recibiendo a cambio una cálida ovación por parte de los presentes. Carisma y talento le sobran al guitarrista, que además de ejecutar impecables solos y –con su actitud- ser el blanco de todas las fotos, tuvo la oportunidad de demostrar sus cualidades vocales al final del show, en medio del clásico “Higher than the Sky”, homenajeando al gran Ronnie James Dio con un medley que incluyó a “Heaven and Hell” y “Holy Diver”.

Lo de Marcos no es sorpresa para quienes ya lo conocemos por su increíble trabajo en bandas como TORRE DE MARFIL y SOUNDCHASER, pero es grato verlo brillar al lado de gigantes como Peavy Wagner, demostrando que su talento está al nivel de los más grandes y convenciendo al público más exigente de todos: el metalero. Maniatopoulos, por su parte, hace una destacable labor detrás de los tambores y demuestra su experiencia como frontman (recordemos que es también vocalista de la banda TRI STATE CORNER) al interactuar a menudo con los fans. Wagner siempre ha sabido rodearse de músicos muy completos.

Pero no cabe duda que, aunque los asistentes corearon los nombres de cada uno de los integrantes, es a Peavy a quien vienen a ver y escuchar. Con su actitud de tipo rudo, el bajista y vocalista se mete en su personaje y contagia a los presentes con esa energía que invita a romperlo todo. Los fans hicieron su parte y saltaron sin parar con la mayoría de los temas, e incluso para los que una mirada de Peavy no fue suficiente para encender el pogo, estaba Marcos pidiendo en completo español que saltaran y descargaran.

Como nada es perfecto, el sonido nos quedó debiendo, aunque desconozco si realmente fue un “error”. ¿Por qué la duda? Pues, para ser una banda con una sola guitarra, el volumen de la misma se sintió bastante bajo en intensidad, resaltando el bajo por sobre todo lo demás. Pero sabiendo que el protagonista de la noche es precisamente el bajista, es posible que la mezcla esté “seteada” de esa manera con toda la intención de que las poderosas cuerdas de Peavy resuenen en el pecho de cada uno. Tal vez desde arriba, donde se encuentra la consola de Uniclub, se escuchara perfectamente mezclado pero quienes estuvieron abajo y cerca del escenario, no tuvieron la misma suerte. De todos modos, nada de esto opacó lo que se demostró sobre el escenario.

Asistir a un show en vivo de una banda con una trayectoria como la de RAGE, requiere la previa acepción de que hay cosas que son imposibles de evitar y por las cuales no deberíamos sentirnos mal cuando ocurran: esa ligera inconformidad que queda al no poder escuchar nuestro tema favorito, es una de ellas. Pero por supuesto, del dicho al hecho, hay mucho trecho y la realidad es que siempre nos quedamos con ganas de más. Fueron solo 13 temas que jamás podrían satisfacer a los fans que conocen las cientos de canciones que la banda ha grabado.

La buena noticia es que, tras una demostración tan sólida de poder, condición física y virtuosismo, como la que dio Peavy, Markitos y Lucky ese 3 de Febrero, es seguro que tendremos mucho RAGE de aquí en adelante y esperamos tenerlos de regreso muy pronto.