Vienen del desierto: TRUCKFIGHTERS en Buenos Aires, Argentina #Cronica

TRUCKFIGHTERS es actualmente la banda que mejor encarna el espíritu del desert rock de los 90’. Cuenta con los elementos necesarios del género y su música nos transporta al lugar donde el stoner, la psicodelia y la ruta se encuentran, dando como resultado este estilo del cual el trío sueco es uno de los responsables de que la llama que encendieron hace más de veinte años bandas como Kyuss, Fu Manchu y Nebula siga encendida.

Mambonegro

Viernes 20 de mayo era la fecha señalada para la segunda visita del grupo a la Argentina y Uniclub era el lugar elegido para dicha fiesta. La noche arrancó bien desde temprano cuando MAMBONEGRO subió al escenario y, en un set corto pero eficaz, el power trío santafesino calentó a un Uniclub a media capacidad con su rock and roll pesado y clásico pero con guiños stoner. Se despacharon con canciones pertenecientes a su disco Mambonegro (2013) y terminaron de ganarse al público apostando a un recurso que siempre da resultado: incrustaron un verso de “Sucio y Desprolijo” en medio de su canción “Perdedor”. Hacia el final de su performance el recinto se encontraba casi lleno, y para cuando BANDA DE LA MUERTE salió a escena ya había gente acomodándose incluso en las escaleras laterales.

BANDA DE LA MUERTE dio una sólida presentación que, en mi opinión, calmó un poco la euforia que había dejado flotando en el aire MAMBONEGRO. Será quizás porque la apuesta sonóricamente heavy metal con tintes Hardcore-Punk y Rock Alternativo de BDLM no pasa por hacer canciones tan gancheras y de fácil recepción como la banda que abrió la noche. Esta fue mi impresión y mi bajo entusiasmo hacia lo que estaba viendo se mantuvo hasta que el cuarteto anunció que había un invitado especial para su siguiente canción. Gonzalo Villagra (legendario bajista de Los Natas, actualmente en Audión) subió al escenario para encargarse del bajo en “Hombre muerto caminando”. A partir de esta canción BANDA DE LA MUERTE se aseguró de dejar tanto el escenario como a la audiencia calientes para TRUCKFIGHTERS a la velocidad del Punk Rock. Misión cumplida.

La espera pareció larguísima y sólo se trataron de 40 minutos los que transcurrieron entre el cierre del telón y la aparición de TRUCKFIGHTERS en el escenario, luego de la reapertura del mismo. Bueno, el que primero subió fue Niklas “Dango” Kallgren para arengar al público y lanzar su remera al mismo. Dango se encargó de hacer algo de ruido con su guitarra mientras los integrantes restantes, Oskar “Ozo” Cedermalm y Axel “Enzo” Larsson, se ponían en sus posiciones. El trío sueco arrancó con todo: “Mind Control” sonó y el público, tanto el que esperó cuatro años a que la banda regresara al país como los que los veíamos en vivo por primera vez, se agolpó a los saltos contra la valla intentando tocar a Dango quien fue el showman de la noche, no paró de saltar, bailar ni de acercarse para interactuar con el público en ningún momento.

La lista de tema fue la misma que venían haciendo durante la gira que los trajo hasta Argentina. Canciones que, tratándose de un recital de corta duración, aseguran dejar satisfecho al público. Con títulos como “Monte Gargano” y “Atomic” la adrenalina está asegurada. TRUCKFIGHTERS es una máquina hacedora de hits. Entre tema y tema Ozo charlaba un poco con la audiencia y nos invitó a todos a conocer Suecia. Sin dudas el momento más alto de la noche fue cuando Dango nos invitó a todos a tomar un profundo respiro y, en sus propias palabras, embrace the fuzz. Se oyó el punteo de “Mastodont” y el público se mantuvo suspendido en el aire durante los más de diez minutos que dura la canción, durante los cuales los concurrentes se dividieron en dos grupos bien definidos: los que mantuvieron los ojos cerrados durante toda la canción cada uno viviendo la canción a su manera, y los que no dejaron de asentir con la cabeza en ningún momento, cada vez más violentamente a medida que la canción lo exigía, cuasi headbang. Dos maneras distintas de sentir esta música, pero sin duda los dos grupos hicieron caso al guitarrista y abrazaron el fuzz.

Los temazos se sucedían, siempre bien recibidos por los asistentes. La banda no anduvo con vueltas y le dio a la gente los temas que quería escuchar, y los entregaban siempre transpirando la camiseta en una retroalimentación constante. Pero por supuesto, no todo es color de rosa. TRUCKFIGHTERS es una banda que no requiere muchas oídas para comprender su propuesta. Abrazarla y disfrutarla depende del gusto del oyente, pero aún ni el más optimista podrá decir que luego de varias oídas encontró cosas nuevas en TRUCKFIGHTERS, o descubrió una cara nueva de la banda, por más esfuerzo que éste haga. La banda no guarda ningún secreto ni cuenta con más recursos con los cuales poder encarar sus canciones desde otro ángulo. El optimista dirá que esta falta de variedad y matices se compensan con la energía que contagian en directo, y en parte es así, pero eso es solo un premio consuelo, el día que ya no puedan saltar ni correr por todo el escenario no se qué va a pasar.

Aquel que busque recibir y descargar grandes dosis de adrenalina por parte de los que están sobre el escenario, disfrutar de riffs efectivos y estribillos que piden ser coreados a viva voz, encontrará en TRUCKFIGHTERS todo lo que está buscando. Por mi parte, a pesar de la fiesta que se estaba desarrollando dentro de Uniclub, de la buena reacción de la gente ante cada canción y la energía ya mencionada, por momentos me aburrí ante una banda que entre saltos y arengas tropezaba con la redundancia de sus propias canciones.

Aún así, el balance es positivo y puede decirse que este segundo desembarco de los Suecos en nuestras tierras fue exitoso, y dejaron en claro por qué son los grandes referentes del desert rock en la actualidad. Al día siguiente tocarían en Córdoba para luego cruzar la cordillera y ser recibidos en tierras Chilenas. Estoy seguro que no tendremos que esperar otros cuatro años para volver a tenerlos en Buenos Aires.