Ayúdanos a hacer periodismo independiente

Por favor, desactiva Ad-block

Trabajamos duro para brindarte contenido gratuito y de calidad. Mostrarte publicidad es la única forma de monetizarlo y seguir creando.

Estás aquí
Página principal > Destacada >

ZAPPA PLAYS ZAPPA en el Teatro Opera de Buenos Aires. Tres horas de magia y virtuosismo musical #Reseña

Dos días atrás la agrupación ZAPPA PLAYS ZAPPA nos había dejado con la boca abierta luego de su presentación en el teatro Vorterix de Buenos Aires. La banda que rinde tributo a Frank Zappa y está liderada por su hijo Dweezil, se encontraba de visita en Sudamérica por primera vez y Argentina fue uno de los dos países con dos fechas confirmadas, la segunda de esas fechas se llevó a cabo en el Teatro Opera Allianz de la Avenida Corrientes, en Buenos Aires el 16 de Mayo de 2015 y prometía ser una noche muy especial. Rocktambulos estuvo ahí para contarles los detalles y a continuación les relatamos lo que ocurrió.

Con entradas agotadas para todas las localidades, excepto las mas costosas, todo apuntaba a que sería un show histórico y es que ya se había promocionado el recital como una noche especial porque Dweezil y sus compañeros interpretarían el álbum “One Size Fits All” de Frank Zappa and The Mothers Of Invention en su totalidad. A las nueve se abrio el telón y ahí estaban, una vez mas, los seis virtuosos integrantes de Zappa Plays Zappa listos para interpretar un álbum entero y complacernos con algunos temas mas. Un saludo a la audiencia y tras la señal del maestro Dweezil comienzo a sonar “Inca Roads” para el delirio del público.

ZappaPlaysZappa2BsAs09Impecablemente ejecutados, fueron sonando uno a uno los temas del disco “One Size Fits All”, desde “Inca Roads” hasta “Sofa No. 2”, obteniendo ovaciones de aplausos entre cada tema. Al comienzo algunos inconvenientes con el piano de Chris Norton afectaron levemente el desarrollo del show, pero una vez solventado no hubo nada que detuviera a estos monstruos de la música, al punto que cincuenta minutos mas tarde, una vez finalizada la interpretación del disco, continuaron tocando clásicos de Frank Zappa por dos horas mas.

El público que se dio cita en el Teatro Opera Allianz para este show, además de ser mayor en cantidad que los que asistieron al Vorterix, se mostraron mas efusivos y afectivos con la banda, coreando el nombre de Dweezel y agitando lo que tuvieran a la mano en todo momento. Dichos asistentes tuvieron la oportunidad de demostrarle a Zappa su agradecimiento y admiración a través de una misión muy especial, y es que ese día estaba de cumpleaños la hija de Dweezel y él estaba en tarima trabajando a kilometros de distancia de casa, por lo que el músico le pidio un favor a la audiencia (palabras que luego traduciría al español su colega Scheila González). Como Dweezel estaba muy triste por no poder compartir con su hija en el día de su séptimo cumpleaños, le pidió al teatro que le cantaran el cumpleaños feliz en español y el le enviaría el video a ella. Así lo hicieron, todo el Opera Allianz se unió en una sola voz para corear “que los cumplas felíz” y Dweezel no pudo contener las lágrimas, en lo que fue sin duda el momento más emotivo de toda la noche.

Clásicos y más clásicos sonaron durante toda la noche, cantados e instrumentales y la mayoría de ellos fueron coreados y hasta bailados por fanáticos que se olvidaron que estaban en un teatro y se levantaron a saltar y bailar. Mención especial para “Peaches En Regalia“, pieza instrumental en la cual el teatro en pleno se dispuso a corear al compás de la melodía para asombro de Zappa y sus músicos. Pero además de la oportunidad de escuchar todos esos temas que popularizó el gran Frank Zappa hace muchisimos años, su hijo se tomó el tiempo de experimentar en tarima y jugar con el público, como ocurrió por ejemplo durante el tema “The Grand Wazoo“, en el que además de incluir unos segundos de “Money” de Pink Floyd, decidió realizar lo que el llamó “The Buenos Aires Experiment”. Dweezil comenzó a darles a cada uno de sus músicos un compás diferente de tiempo, sobre el cual cada uno debía tocar algo. Uno a uno les fue asignando tiempos y finalmente los hizo tocar a todos simultáneamente mientras el soleaba, el resultado fue una fusión de tiempos dispares que coincidían cada cierto número de compases y le daban un sentido lógico a lo interpretado, con Zappa en la guitarra como protagonista y una audiencia anonadada. Luego de unos minutos haciendo el experimento continuó con el tema y con el show preparado, en el que no faltaron “I’m So Cute“, “Willie The Pimp“, “Cosmik Debris“, “Don’t Eat The Yellow Snow” y “Sinister Footwear”, todos coreados y bailados por los asistentes, sobretodo “Montana”, en el que el mientras Ben Thomas cantaba el coro final, el propio Zappa puso al público a corear “Yippy Ai o Ty Ay”.

ZappaPlaysZappa2BsAs11Habían pasado dos horas y media de show cuando la banda se despidió del público que los ovacionaba, y a juzgar por la cantidad de tiempo en tarima se podría suponer que el show había llegado a su fin (mucha gente lo asumió así y comenzaron a salir del teatro), sin embargo aún había mas. Dweezil y compañía volvieron para las tres canciones finales y en esta ocasión le pidieron a todo el teatro que se pusiera de pie para bailar “Dancin’ Fool”. A partir de aquí se rompió todo el protocolo y muchos de los asistentes de la parte de atrás se acercaron hasta el escenario para bailar en los pasillos y áreas comunes el reconocido tema, algunos se pararon sobre las butacas y todo fue una fiesta. Ben invitó a una chica a subir al escenario para hacerle o mejor dicho leerle “en español” las preguntas del final de la canción. Frases mal pronunciadas entre risas como “¿puedo comprarte bebida?”, “¡Eres tu italiana!” o “Me gusta tus uña” le dieron el toque humorístico al momento, al que le seguiría otro clásico: “I’m The Slime” y finalmente el esperado “Muffin’ Man”, con el cual cerraron un increíble espectáculo luego de tres horas de música.

Una noche mágica sin duda alguna, en la que los asistentes mayores pudieron revivir sus memorias y los mas jóvenes disfrutaron de algo que parecía imposible tras la desaparición física de Frank Zappa. Los músicos de ZAPPA PLAYS ZAPPA no podían ocultar su felicidad y asombro tras la respuesta del público, que indudablemente estaba mucho más felíz y complacido con la presencia de estos talentosos artistas. Si el recital realizado dos días atrás en el Vorterix parecía insuperable, ellos mismos se encargaron de desmentir eso y ofrecernos un show que nos hizo volar y soñar con una época que muchos no vivimos y otros extrañamos. Agradecimientos a MOMER 360º por hacer realidad la visita de estos maestros a tierras argentinas y por partida doble, en lo que además se debe destacar fue una extraordinaria producción.

[custom_author=Frank]

¿Qué opinas? ¡Queremos saber tu opinión!