QSTOCK se celebra todos los años desde 2003 en la ciudad de Oulu, en el norte de Finlandia. Cada año el festival reúne bandas de distintos géneros –desde heavy metal hasta rap, pasando por jazz y pop– y este año Rocktambulos estuvo allá para contarles como fue. Más de 60 artistas tocaron en 6 escenarios, uno de los cuales estaba sobre la playa, uno era cerrado y otro semi cerrado. Los tres restantes, de distintos tamaños, eran al aire libre. Cada uno tenía su encanto, ya sea la monumentalidad del más grande, como lo intimista del más pequeño, o el techo estrellado del escenario llamado “carpa de circo” (Sirkusteltta en finés).

En Finlandia el público metalero no es necesariamente tan estereotipado como en nuestros países. Si bien es muy común encontrar atuendos típicamente rockeros, no es una sorpresa encontrar, por ejemplo, mujeres vistiendo vestidos floreados -más asociados a un día de playa que a un recital de heavy metal- bailando al ritmo de metal en sus distintas variantes. Y aunque es cierto que en Qstock había un área de playa, lo mismo sucede incluso cuando el predio es puro cemento.

Con una asistencia de 32.000 personas y un clima festivo, este año Qstock se llevó a cabo el viernes 29 y el sábado 30 de Julio.

VIERNES 29

Por cuestiones de logística no llegué a tiempo para ver a los primeros rockeros, MAJ KARMA, así que lo primero que vimos fue a los finlandeses trashmetaleros de LOST SOCIETY. Estos chicos son un derroche de energía. Por momentos te transportan a lo más viejo, más veloz y más trash del género, haciéndonos recordar a los inicios de Metallica. Por algunos instantes desaceleran un poco y se van más hacia el groove metal, para luego volver a tocar a toda velocidad. Este año lanzaron su tercer álbum, que incluye el cover de Pantera «P.S.T.88». Un show perfecto para arrancar la primera jornada del festival con la energía bien arriba.

Los finlandeses no suelen ser muy efusivos en los recitales. Por eso escuchar a alguien gritando “Te amo!” a algún miembro de CHILDREN OF BODOM antes que la banda arranque su set, no es poca cosa. Tampoco es poca cosa que a pesar de no ser los headliners del día, y a pesar de no ser un festival exclusivamente de metal, COB congregó una gran multitud frente al escenario principal. Ante un público agradecido, la banda ofreció un set compuesto principalmente por viejos clásicos.

El viernes fue una jornada corta. La última banda que presencié fue AMORPHIS. En el setlist predominaron temas de su último trabajo, Under the Red Cloud y no faltaron viejos temas como «My Kantele», «On Rich and Poor» y «Drowned Maid». AMORPHIS tiene una fuerza magnética, envolvente, que te chupa y sólo te suelta cuando terminan de tocar la última nota. Por eso no puedo entender cómo había gente que se iba antes que terminara el recital!

SÁBADO 30

Mi primer show del día fue el de RECKLESS LOVE. Esta banda es un viaje a lo más pegadizo del glam de los 80’s. Olli Herman derrite al público femenino no sólo con su aspecto sino también con sus movimientos. Y las chicas, agradecidas, le devuelven algún que otro grito histérico. Durante la mayor parte del show, el público no mostró mucho entusiasmo, pero el de Reckless Love fue uno de esos shows para bailar de principio a fin. El público entró en calor recién hacia el final, y con los últimos tres temas se mostró más efusivo y finalmente terminó bailando a todo ritmo.

La segunda banda del día en mi agenda fue DIABLO. La verdad, no logró atraparme. Y el hecho de que la iluminación fuera mala y no ayudara para tomar fotos, tampoco mejoró mi predisposición. Honestamente, para mí fue un show para el olvido.

Un rato más tarde, vestidos de naranja y con un barman propio en el escenario que les servía tragos, se presentaron los locales STAM1NA. Sería injusto encasillarlos en el género thrash, ya que se nota sus influencias técnicas, progresivas y heavy. Sus canciones están todas en finlandés, y este año, el número 20 para la banda, lanzaron su séptimo álbum.

El power metal dijo presente en Qstock de la mano de THUNDERSTONE, con dos reemplazos en su formación. En los teclados estuvo Henkka Klingenberg de Sonata Arctica, mientras que Pasi Kauppinen también estuvo presente, pero solamente haciendo apoyo moral a su compañero de banda desde la audiencia. Ofrecieron un show muy interesante, con mucha fuerza, con una audiencia no muy grande pero sí muy fanática, cantando al ritmo del power metal. Definitivamente, uno de mis favoritos del día.

Se acercaba el final del festival, y era el turno de OPETH. El show de los suecos fue apenas una pequeña muestra de su trayectoria, tocaron sólo 6 temas. Este año la banda cumple 26, y el próximo Septiembre estará lanzando su nuevo trabajo, Sorceress. Tenía muchas expectativas con Opeth, pero la verdad el recital me pareció algo aburrido a nivel musical. De todos modos fue con el show que más me reí ya que Michael Åkerfeldt se lo pasó haciendo chistes y contando anécdotas graciosas. Debo admitir que me dio un poco de pena, cuando llegando al final del concierto presentó el último tema del set y nadie en el público mostró el más mínimo entusiasmo. Åkerfeldt se mostró bastante decepcionado, aunque no desperdició la oportunidad para hacer un chiste más. Tal vez hubiera sido un show para disfrutar en un clima más íntimo, en un espacio más pequeño, o al menos no a plena luz del día.

No sin tristeza me perdí el show de Michael Monroe. Tocaba a la misma hora que SONATA ARCTICA. Y si bien había visto el set acústico de Sonata la semana anterior, por temas de la organización del festival no había podido sacar fotos ese día ni disfrutarlo al cien por ciento. La verdad es que no es lo mismo un show común que un acústico. Toda esa potencia de Sonata en vivo, se pierde en el acústico. Pero no por eso deja de ser conmovedor. La teatralidad de Tony Kakko siempre se aprecia mejor desde cerca, por eso fue bueno que el acústico lo presentaran en uno de los escenarios más chicos. El hecho de que el recital haya sido acústico, que los músicos hayan estados sentados en semi círculo y que hayan tenido como invitado especial a Masi Hukari de Amoral en guitarra, convirtió al set de Sonata en una pequeña y rara gema. Además, este año tocaron por primera vez en vivo el tema «Tonight I Dance Alone», bonus track de Stones Grow Her Name, presentándolo en los 3 recitales acústicos que hicieron durante el verano.

Al enterarme que Michael Monroe tocó dos temas originales de Hanoi Rocks y una de sus viejas canciones se me piantó un lagrimón. Pero como me decía un amigo mío, en la vida todo, todo, no se puede. Así es que tuve que elegir.

Y finalmente llegó el acto principal del día, THE PRODIGY. En el último tiempo vi a más de una banda de metal (en su acepción más amplia), que podría describir como magnética e hipnótica. Y podría aplicar los mismos adjetivos para hablar de The Prodigy. Pero esto es otro tipo de hipnosis, en un nivel completamente diferente. No es un estilo de música del que soy devota. Pero es innegable que es muy fácil dejarse entrar en una especie de trance. Para empezar, un espectáculo visual completamente diferente a todo lo anterior, especialmente por las luces estroboscópicas y colores fluorescentes en algunos elementos, como por ejemplo los micrófonos. Por otro lado, ver en Finlandia a absolutamente todo el público, miles de personas, saltando al unísono así como pasa en cada recital –más chico o más grande- en Latinoamérica, es algo raro.

Por ahora las bandas de rock y heavy metal no han logrado semejante hazaña (o al menos yo no lo vi nunca). En cambio THE PRODIGY sí pudo lograrlo. Así que fue como un nuevo espectáculo para mí, algo bastante único, tanto en términos del show como en cuanto a la audiencia. Semejante show no podía terminar de otra manera que con fuegos artificiales. Los dos días de música ininterrumpida habían llegado a su fin.

Valeria Belcuore

Fotógrafa en Rocktambulos

Disfruta la galería de fotos del festival a continuación:

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Todas las fotos fueron tomadas por Valeria Belcuore para rocktambulos.com / Todos los derechos reservados.