Culto al Riff, parte II: Así fue el día 2 del Noiseground Fest en Buenos Aires #Crónica

…Y se vino el round 2 nomás. Habiendo pasado casi dos semanas para asimilar la fiesta que fue el primer día del Noiseground Festival, la segunda fecha del mismo se llevó a cabo el pasado Sábado 20 de Agosto en la Pokeparada más coqueta de Buenos Aires: el Teatro Vorterix.

A diferencia de lo que sucedió en Niceto Club, en la primer jornada del ya nombrado festival, la masa de chicas tatuadas y muchachos barbudos no dijeron presente desde el comienzo –quizás porque la música empezó muy temprano o por el hecho de que esta segunda jornada no prometía bandas con historia y peso propio como Sauron, Sick Porky o Avernal-, por lo que MONTAÑA ELÉCTRICA con su psicodelia setentosa y bluesera tocó ante un local casi vacío que se llenaba a paso lento.

¿Quién necesita dos guitarras cuando se tiene un Rickenbacker? Eso es lo que parece decir GRIPE y su sonido metálico, abrasivo y, sobre todo, pesado. Bebiendo directo de las fuentes del Sludge, el Stoner y demás yerbas, ésta y las demás bandas “pequeñas” de la noche no necesitan de ningún rockstar con prestigio que los apadrine y los lleve bajo su ala. Subir el volumen y defenderse sólo con cuerdas y pedales es la consigna.

La primer gran ola de aplausos –o quizás fue el simple hecho de que para ese momento Vorterix se encontraba más lleno- fue para PERSONA. Cuarteto instrumental que, a diferencia de las bandas anteriores, busca generar una atmósfera armoniosa, sin intención de empujar los sentidos al extremo. A veces menos es más. Rock psicodélico y modesto en cuanto a que no hay zapadas eternas sin pies ni cabeza. De esta banda me llevo el recuerdo más grato de la noche.

El ojo que todo lo ve: la música de SUTRAH es, probablemente, el punto en común que tenían todos los congregados la fría noche del 20. Stoner Rock puro, todo lo que tenga que ver con este estilo se puede encontrar en un show de estos muchachos. La gente ya los conoce, ellos lo saben y mientras el público les da el pulgar hacia arriba y el espeso humo de sus vaporizadores (?) va en la misma dirección, la banda juega el partido de local durante toda su estadía en el escenario.

La presentación de AUDIÓN fue, lamentablemente, el punto bajo de la noche. Una lástima porque es sabido que el set del trío era uno de los más esperados y el conjunto está pasando por su momento de mayor relevancia en el verde mundo del Stoner. Reiterados problemas técnicos con la guitarra de Dizzy Espeche no permitieron que el set de la banda se llevara a cabo con normalidad, por lo que su eléctrica y pulsante propuesta no se lució. Con la experiencia como su mayor recurso los ex Natas, Gonzalo y Walter, sacaron el show hacia adelante. Por supuesto que el apoyo de la gente estuvo, aunque esos aplausos fueron más un acto de compadecerse con la banda antes que por haber disfrutado del show. Siempre habrá revancha.

Cambio de cinta: olvídense de las atmósferas pseudo-hippies y los riffs de la década del ’70 por un rato. Pero sólo por un rato, porque BANDA DE LA MUERTE se despachó con un cover de “Abelardo El Pollo” de Pappo’s Blues que, si bien no le hizo ningún favor a nadie, deja claro que tanto esta década como varias otras fueron influyentes en la vida musical de estos muchachos y que todas se aglutinan en el duro núcleo de su Metal Alternativo, logrando que este grupo sea uno de los de mayor proyección en los últimos años, a puro trabajo y muchas horas pasadas consumiendo música. Si no te cruzaste con BANDA DE LA MUERTE tocando en algún sótano o en Uniclub en su ciclo Club De La Muerte es porque estuviste metido en el agujero equivocado. Los muchachos recorren con mirada desafiante el escenario mientras aparecen los primeros headbangs de la noche, habiendo recibido la primer dosis de Heavy Metal.

Llegó la hora del show más importante de la noche, al menos en mi opinión. Desde Córdoba SUR OCULTO hace rato que viene pisando fuerte en suelo porteño con su Jazz/Heavy Metal instrumental, pero todavía le quedaba pendiente que su nombre fuera protagonista en una fecha importante y en un recinto para el cual cabe el mismo adjetivo, estando por encima de bandas relevantes para la escena como las que nombramos más arriba.

SUR OCULTO fueron los únicos en la noche en captar la atención de todo el público. Quizás hubo algunas personas que no entendieron del todo la propuesta de la banda, pero lo que es seguro es que ninguno de los presentes quitó un ojo del escenario mientras los cordobeses hacían lo suyo. Su música es compleja pero no cuesta nada dejarse llevar por la misma. Me pone feliz que se esté valorando y se le dé lugar a los virtuosos estudiosos del arte. Cual estadounidense en la luna, los del interior clavaron su bandera de manera definitiva en Buenos Aires y, de yapa, nos regalaron dos canciones nuevas.

Se acercaba el final de la mano de la banda que más rápido y hondo caló en la gente en estos últimos años. Quizás sea por la falta de brillo por parte de los grandes nombres del Heavy Metal Argentino que LOS ANTIGUOS parecen ser los únicos en quien creer actualmente. Lo único seguro es que con sólo 15 canciones -ya convertidas en clásicos- conformando su repertorio, los comandados por Pato Larralde (¿el Lemmy Argentino?) eran el nombre ideal para cerrar esta quinta edición del Noiseground Festival.

La segunda fecha que LOS ANTIGUOS hicieron en Capital Federal en lo que va del 2016 se dio en un clima de fiesta. Cuando los artistas dejan todo en el escenario y cuentan con la simpatía del público es difícil hablar de un mal show, pero lo cierto es que su set no estuvo exento de ciertos tropiezos. Continuando con la rotación de su nuevo tema “Senda de La Luz Fantasmal” de su próximo álbum Oro Para Las Naves –del cual varios ya sabían la letra- el supergrupo se encontró con un sonido que no fue el ideal y con un Pato Larralde que se perdió en varias ocasiones.

¿Quién se ha tomado todo el vino? Si de algo sirvieron estos traspiés fue para dejar en claro que LOS ANTIGUOS trabajan en los ensayos: cada vez que el vocalista se adelantaba o metía un verso donde no correspondía, los músicos rápidamente rescataban la situación acomodándose al tempo de Pato. ¿Todo perdonado? La gente encontró estos bloopers divertidos. Como dije antes, el ambiente era completamente descontracturado y a nadie pareció molestarle. Luego de amagar a irse, los músicos –que no habían llegado a retirarse del escenario- se colgaron una vez más los instrumentos y por pedido popular interpretaron “El Sureño”, canción que terminó con Nico Foresi de BANDA DE LA MUERTE haciéndose cargo de las cuatro cuerdas y varios de los músicos protagonistas de este festival en el escenario, saludando y agradeciendo. ¿Hace falta repetir que fue una fiesta?

Luego del trajín de salir a buscar recintos a último momento, el Noiseground Festival V se realizó de manera ideal y con una organización impecable. Cierto es que la gran mayoría de estos grupos se nutren, quizás demasiado, de décadas pasadas, por lo que tildar de revival a toda esta movida está a la orden del día, pero al final, lo único que importa es la música, la cual es buena y hay de sobra. “Voy buscando el camino…” versa “La Peste Del Sapo” una de las canciones más coreadas en la noche del sábado. Y de eso se trata, solo hay que saber mirar para diferenciar cual es el sendero adecuado y animarse a recorrerlo. Las bandas y el talento están.