Confort y música para... Descargar: ANIMAL se reinventó íntimamente al extremo

La zona de confort, esa de donde es tan difícil salir, podría empujarnos hacia afuera algunas veces en lugar de retenernos. No es algo común, pero si se tiene la experiencia y el olfato que tiene Andrés Gimenez, es más fácil percibir ese empujón y entender que se pierde más cuando se decide no dar el paso; no en vano lleva en sus manos tatuada la frase “no es el premio ganar sin saber lo que fue perder”. Cualquiera con esto último claro y la mente abierta, entendería y disfrutaría lo que ANIMAL preparó para sus fans bajo el título de “Íntimo y Extremo”.

La legendaria banda se presentó en el ND Teatro el pasado 12 de Agosto para ofrecer un show de formato inédito para ellos, en el que dejaron de ser un trio y encontraron en Osko la cuarta pata de la mesa. En principio se creía que sería un show acústico, por aquello de “íntimo”, pero lo que nos conseguimos cuando Marcelo Castro contó cuatro fue una banda bien enchufada, sonando a todo lo que daba y descargando la misma energía que de costumbre, con la diferencia de que esta vez los temas sonaban distintos y el cuarto integrante tendría mucho que ver con eso.

Sonidos robóticos, sintetizadores, samplers, pistas y demás herramientas electrónicas fueron la principal novedad en el show, y es que cada uno de los temas fueron arreglados en formato 2.0, por llamarlo de alguna manera, cambiando incluso varios ritmos y re-versionando canciones en algo que parecían covers del original. Lo que podría ser una aberración para los puristas, resultaría una genialidad para los experimentalistas, pero sobretodo interesante para las nuevas generaciones que han crecido con la música electrónica como algo indispensable.

Así lo entendió Andrés, quien ya pasó por otros proyectos en los que experimentó con el rock alternativo sin perder una pizca de carácter y agresividad musical. Su voz le permite explorar más allá del metal y esta vez cuenta con el apoyo de Titi y Marcelo para llevar a ANIMAL a otro nivel musical, algo que 20 años atrás hubiese sido impensable, precisamente por la mencionada zona de confort de la que muchos no se atreven a salir.

Desde “Combativo” hasta “El Nuevo Camino del Hombre” pasando por “Revolución”, “Milagro” y “Solo Por Ser Indios”, todos los clásicos se hicieron presente en las casi dos horas de show, y si bien todos estos temas pesados pasaron por el tratamiento quirúrgico de un nuevo sonido, fueron los tracks más lentos como “Sol”, “Aura” o “Lejos de Casa” los que más se vieron beneficiados por los nuevos arreglos.

Mención aparte merece la versión “electrónica” del tema “Esclavo de Ilusión” que interpretó Andrés tras el encore, acompañado unicamente por los sonidos sampleados de Osko, en la que demostró lo intacta que se encuentra su voz. El resultado fue una merecida ovación por parte de todos los presentes.

Este nuevo formato musical, que sin dejar de ser fuerte suena inevitablemente más suave, le permitió al público detallar con claridad las voces, una prueba que tanto Andres como Titi pasaron con creces. “Estábamos re cagados antes de salir, porque ahora están todos sentados y si la pifiamos se van a dar cuenta” comentó Andrés en modo chiste pero con total sinceridad.

Su impecable voz fue la protagonista de la noche, y sin perder poder en cada quiebre y cada explosión, nos entregaron un sonido moderno que a la vez los hacía parecer una banda de nu-metal del 2000 (por aquello del DJ).

La buena noticia es que si la banda está experimentando con nuevos sonidos es porque ahora es que tendremos ANIMAL para rato, y lo que comenzó como una reunión nostálgica y un pequeño EP se transformó en una nueva era para la banda.

El trío se siente lo suficientemente a gusto tocando en vivo que se atreven a explorar nuevos mundos para no aburrirse y conquistar otros terrenos. Incluso, la primicia de la noche fue saber, de boca de Andrés, que van a entrar dentro de muy poco a grabar un nuevo disco con canciones inéditas y será distribuido por Sony Music.

Los años pasan y las bandas que crecen con su público, teniendo la capacidad de entender a los nuevos fans, son las que trascienden. Eso es lo que busca ANIMAL con esta versión “más moderna” de si mismos, evolucionar su sonido sin dejar atrás la marca registrada que instauraron en el mundo del metal.

Desde la decoración futurista del escenario hasta la manera en la que fueron arreglados y ejecutados los temas, el show de esa noche me recordó mucho al famoso “confort y música para volar” de SODA STEREO, solo que esta vez la música invitaba a hacer un pogo de vez en cuando. Si querían rendir homenaje al desaparecido Gustavo Cerati (a quien Andrés le mandó un saludo, esté donde esté), lo lograron con creces.

Realmente familiar fue el ambiente en el que se desarrolló el show, y es que a juzgar por la honestidad con la que la banda interactuó con su público y sobretodo entre ellos, quedó claro que lo de “íntimo” en el título era en serio, porque la noche transcurrió entre chistes, anécdotas y saludos a miembros de la audiencia, como si de una reunión de amigos se tratase. De “extremo” tuvo el atrevimiento, pues, sabemos que el fanático promedio no está muy abierto a los sonidos computarizados ni le agrada la idea de sentarse en un teatro a escuchar metal.

Pero la realidad es una, y es que el ANIMAL creció, evolucionó y ahora busca nuevos horizontes, prometiendo llevar este show a distintos teatros del país en los próximos meses. Intimo y Extremo es un espectáculo diferente, ideal para quienes nunca han ido a ver a la banda por temor al pogo y sobretodo, no apto para mentes cerradas.

Frank Hernández