Con apenas un mes de anticipación, Buenos Aires recibió la noticia de un nuevo festival: Renace. El evento, que cuenta con los mexicanos como headliners y se llevará a cabo en Chile este 1 y 2 de octubre en Concepción y La Serena, respectivamente, hizo realidad el regreso de MOLOTOV a Argentina, cuando parecía que nos pasarían de largo. El luna park fue el recinto elegido para esta fiesta donde también fueron parte las agrupaciones argentinas KAPANGA, ETERNA INOCENCIA y Lucy Patané.

Puntualmente a las 19 sube Lucy Patané y su banda ante, lamentablemente, escaso público. Una pena porque su show fue, quizás, el mas sólido -musicalmente hablando- de toda la jornada. La ex Las Taradas y La Cosa Mostra lidera un grupo musical que se mueve del hard rock al funk, a las baladas, al free jazz y todo lo que te imagines en el medio con una soltura envidiable. Un punto alto del show es la canción “Dock sud” dedicada a las otras bandas de la jornada que, sacando los mexicanos, son todos de la localidad de Quilmes, incluyendo ella.

Luego sale Eterna Inocencia, emblema del hardcore punk argentino y uno de los grandes ejemplos de la ética “Hazlo tu mismo” en el país. Por todos estos condimentos, su lugar en el evento era quizás el más extraño. Aun así, unos cuantos fans se unen para celebrar algunos clásicos como “Cassiopeia” y digerir canciones nuevas como “Tu mirada” o “Despedida”, del nuevo disco Ni bien abran las flores, un trabajo que marca un nuevo camino musical en el grupo que sin duda desafía hasta a los fans mas acérrimos.

Kapanga, por su lado, jugó de local. En parte por tener una propuesta musical mas cercana a la banda mexicana, pero por otro, porque es una banda querida, carismática y que siempre queda bien. Son quizás el mejor ejemplo, junto a los Auténticos Decadentes, de verdaderos obreros de la música. Saben que su trabajo es divertir a la gente y hacer que el lugar sea una fiesta. La avalancha de hits que tienen a cuesta lo hace sencillo; “Me mata”, “El universal”, “Bisabuelo”, canciones que el público no se cansa de escuchar. Además, el grupo siempre tiene algo para todos, desde el lado heavy metal con “Angus Young”, con Walter Meza de Horcas de invitado, hasta el cuarteto de la “La Crudita”. El final, como siempre, es con “El Mono Relojero” con todo el estadio en llamas. A esta altura, después de 27 años de carrera, lo único que uno se puede preguntar es si acaso existirá un show malo de Kapanga.

Si bien el evento era bajo el marco del “Festival Renace”, a la hora de la verdad es que para la gente era el show de Molotov con buenas bandas invitadas. Un ingrediente extra para una banda que no necesita excusa para convocar a miles de personas en el país.

Desde siempre la reputación que precede al grupo es la potencia en vivo y esta no es la excepción. Desde el inicio con “Amateur” van a tener a todo el estadio saltando y pocos serán los momentos de calma. La gran diferencia en esta visita es la inclusión de gran cantidad de canciones nuevas que serán parte de un próximo disco. Composiciones como “Rio”, “Pendejo” o “Money in the bank” hacen ver que el grupo volverá con un trabajo mas intenso y concentrado en el hard rock. Sinceramente estas canciones hablan mejor del grupo que otras como el polémico “Quiten el trap”, que, honestamente, los pone en el mismo lugar que el de los críticos de Molotov cuando ellos comenzaban su carrera.  Es triste ver a una banda que hizo su carrera en base a ser ácidos, caer en cosas obvias.

Positivamente podemos decir que el hecho de tener nuevas canciones y el periodo de inactividad por la pandemia ha dado aire fresco al grupo. Molotov nunca ha parado, pero no han sido el grupo mas prolífico del mundo, sobre todo en los últimos 15 años. Estamos hablando de apenas dos discos en este periodo y que tampoco han sido muy celebrados. La banda se ha visto forzada a concentrar su show en las canciones de sus tres primeros discos, pero a diferencia de Kapanga, por ejemplo, a los mexicanos se los notaba más por obligación que por gusto. Por años los shows parecían en piloto automático y hoy, aunque las canciones siguen siendo las mismas, quizás la distancia y el hecho de que todavía puedan tener mucho éxito ha reconciliado al grupo con su historia y la banda suena mas fresca en vivo, permitiéndose divertirse más como en viejas épocas.

El publico tampoco le exige demasiado; la gente va a buscar exactamente esas canciones. “Gimme tha power”, “Frijolero”, “Voto latino”. Molotov tiene infinidad de hits e incluso puede darse el lujo de dejar algunos afuera.

La característica del grupo siempre fue la irreverencia y creo que mucho de su publico encuentra un refugio en épocas de corrección política. Mientras Café Tacvba quita “La Ingrata” de sus shows, Molotov los cierra con “Puto” y “Rastamandita”. Por supuesto que tratan de dar vuelta la situación; aclaran que en la primera el enemigo son los políticos, mientras que, en las segunda, se trata de celebrar a las mujeres que suben a bailar en el escenario mientras un cartel de “Ni una menos” sale en las pantallas. Está en cada uno decidir si ese discurso se puede dar vuelta o irremediablemente quedó viejo.

Luego de dos horas de show, llegamos a la conclusión de que, si uno es fan de Molotov, pocas bandas van a hacer valer tanto tu dinero. Siguen siendo muy poderosos en vivo y vas a escuchar todas esas canciones con las que creciste. Y si querés seguir más allá de la nostalgia, el grupo todavía intenta mostrar algo nuevo, más allá de los resultados. Para los ajenos, más allá de lo impactante del show, no imagino a demasiados adolescentes o un público nuevo enamorándose de Molotov.

Facundo Llano

Colaborador en Rocktambulos

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