Para quien todavía no lo sepa, RISE AGAINST es una de las bandas más destacadas del punk rock actual. Con 24 años de carrera y letras que están marcadas por la crítica y la protesta, la banda estadounidense ha heredado la antorcha de otros grandes del género, algunos aún activos y otros ya en el retiro. En 2017, tocaron como teloneros de Linkin Park en el Movistar Arena de Chile, un evento donde también estuvimos y dejó un sabor amargo entre sus fieles fanáticos, debido -más que nada- a la duración del espectáculo, que duró solo 45 minutos y dejó varios de sus éxitos fuera del setlist. Esta vez, tendrían la oportunidad de reencontrarse con sus fans en dos shows únicos: un sideshow en el Teatro Coliseo el 16 marzo y cerrando el Axe Stage en el primer día del Lollapalooza Chile, el día 17. Allá fuimos para ser testigos de esta esperada visita.

A las 9:30 pm en punto, Tim McIlrath, Zach Blair, Joe Principe y Brandon Barnes saltaron al escenario del Lollapalooza para interpretar “Re-Education” y dar un mensaje al público chileno: “Chile, estamos aquí esta noche, ¿vamos a divertirnos?”.

“The Violence” y “Architects” fueron las siguientes canciones del set, en una noche sorpresiva incluso para la banda, ya que no esperaban ver tanta gente (su show coincidía en horario con el headliner principal del festival) y pogos o moshpits en casi todas las canciones. Continuaron con “Satellite”, donde Tim apareció con un megáfono a mitad de la canción y agradeció al público chileno y al propio Lollapalooza por la oportunidad de estar en el festival por primera vez. Luego interpretaron el esperado clásico “Give It All”, donde Tim bajó del escenario y se subió al vallado para cantar entre los asistentes, dejándole el micrófono al público para que corearan los minutos finales del tema.

En un show lleno de energía desde el principio, Tim bromeó diciendo -entre risas- que “desde la primera vez que visitaron Chile, hay una voz en sus cabezas que siempre les está diciendo ‘vuelvan, vuelvan, vuelvan a Chile'”. “Ready To Fall”, “Nowhere Generation”, “Survive” y “Chamber the Cartridge” fueron algunas de las canciones que no podían faltar en el show, donde tocaron temas de varios de sus discos.

Se acercaba el final del espectáculo ya que solamente una hora es lo que tenía disponible la banda, y llegó el clásico himno de los de Chicago: “Prayer Of The Refuge”, una de las más coreadas de todas las que incluyeron en el setlist. “Swing Life Away”, en versión acústica, fue un tema especialmente emotivo que hizo que incluso los asistentes no rockeros corearan y aplaudieran, dando paso al último himno de la noche.

El tema elegido para cerrar esta velada llena de pogos y energía fue “Savior”, un clásico pedido por todos los fanáticos de la banda desde que arrancó la primera canción, y tan infaltable como “Give It All” o “Prayer Of The Refuge”. Qué bueno que le hicieron caso a esa voz que les decía que regresaran, ya que a la postre, tras la cancelación de BLINK-182, terminaron siendo la banda de rock más importante de todo el festival, y además, esta presentación, sumada a la que dieron la noche anterior en el Teatro Coliseo, limó cualquier aspereza de su última visita a Chile y seguramente hará retumbar nuevamente en la cabeza de Tim y el resto de los integrantes el “vuelvan, vuelvan, vuelvan a Chile”. Acá los esperaremos siempre.

Alvaro Cumare

Colaborador en Rocktambulos

Venezolano. Amante de la buena música, el deporte y la tecnología. Apasionado por los conciertos de rock.