El reconocido Steven Wilson ha decidido aportar su grano de arena en pos de reconstruir la escena musical británica, más precisamente la industria de los teatros y bares que durante décadas han servido como recintos para conciertos, luego de que la pandemia del coronavirus llevara a la quiebra a la gran parte de los espacios dedicados al arte.

El artista británico decidió meter en una caja varios de sus artículos más personales (manuscritos de canciones, medallas, reconocimientos, credenciales y más) y juntarlos con ediciones físicas de su nuevo disco (aún sin publicarse), para venderlos como una edición única en formato ‘Ultra Deluxe’. El artículo de colección, cuyo gracioso nombre traducido sería algo como «Ultra lujosa edición limitada de un producto musical en medio obsoleto» y tenía un valor de 10.000 libras, consiguió comprador este viernes 27 de noviembre.

Contrario a lo que muchos pensaron (y comentaron en redes) al ver el video de la caja y su elevado precio, no se trata de una frivolidad de marketing, sino que por el contrario, la acción perseguía apoyar a la industria musical, tan golpeada este año por la pandemia.

Todas las ganancias obtenidas irán directamente a la fundación Music Venue Trust que trabaja para ayudar la organización de conciertos populares en todo el Reino Unido. A continuación, el video que muestra todo lo que contiene la caja:

El comprador de esta única y valiosa caja es Alan Lastufka, editor en jefe del sello de música independiente ShortWave Media, de Estados Unidos. Al respecto de los motivos que llevaron a Steven a crear este «Ultra Deluxe Music Product On Obsolete Media«, comentó:

El primer show de PORCUPINE TREE fue en un pequeño club llamado The Nag’s Head en High Wycombe, de hecho, durante los primeros 10 años, la banda actuó únicamente en ese mundo subterráneo de clubes y pubs. Como alguien que nunca ha sido realmente parte del mainstream, puedo decir con seguridad que ni siquiera estaría aquí sin estos lugares y la gente que los dirige.

La música en vivo es una inspiración y algo mágico para muchas personas, por lo que es esencial que trabajemos ahora para salvar estos lugares para las generaciones futuras de artistas y fanáticos.

La pérdida de esos lugares en este país se siente como una gran parte de mi historia muriendo. Si intentas imaginar el mundo sin música en vivo, sabrás inmediatamente que sería un lugar terrible.

La música es un conector, es una inspiración y es un sanador para muchas personas. Es esencial que trabajemos ahora para salvar estos lugares para las futuras generaciones de bandas y fans.

Steven Wilson