La pandemia fue un tiempo difícil para todos. Parecería complicado encontrarle algo positivo a esa situación, pero a nivel musical, quizás hay una luz al final del túnel. Cuando las restricciones terminaron en todo el mundo, la mayoría de las bandas salieron a girar al mismo tiempo. Claro, la sobreoferta y el incremento de los costos para un grupo en gira no auspiciaban el futuro prometedor que muchos añoraban luego de no poder tocar por mucho tiempo. Muchos grupos se separaron al no poder afrontar esa inversión y varias bandas debieron cancelar sus giras, ya sea por los altos costos o la poca demanda.

Y así es como muchas bandas empezaron a buscar nuevos horizontes para girar. Si bien, como nos comentaba la banda en entrevista reciente, tenían la intención de girar por la región hacía tiempo, es difícil imaginar una situación donde la pandemia no haya influido. Sea como sea, a más de veinte años de su comienzo, pudimos tener a SWALLOW THE SUN en Argentina.

Los encargados de abrir la noche fueron los locales LEPERGOD, agrapación oriunda de la Ciudad de Buenos Aires que fusiona el Death con el Black Metal y desplegaron todo su talento mientras el público continuaba ingresando al local. Si bien resultaban desconocidos para la mayoría, se despidieron con una merecida ovación y se podía notar las caras de asombro entre los presentes, que se preguntaban entre sí cual era el nombre de la banda, probablemente para buscar su música en las redes. Si bien ya habían demostrado un gran nivel de ejecución musical, el punto alto de la noche ocurrió cuando se les unió una chica en los coros, cuya voz llamó inmediatamente la atención y no dejó a nadie indiferente. Gran apertura.

Tráeme la noche: SWALLOW THE SUN en Buenos Aires

La banda sale a escena con “Enemy” entre luces oscuras y ropas que les tapan las caras. Casi que es imposible reconocer algún gesto de los integrantes. Pero lo que si podemos saber desde el comienzo es lo compenetrados que están con la música, moviéndose casi como si fuesen fans. Sí, no es la música más festiva, pero hoy los músicos muestran más efusividad que el público en la sala.

SWALLOW THE SUN no inventó nada. Su música bebe de las páginas de bandas como Paradise Lost, Anathema, Katatonia y My Dying Bride, por nombrar algunos. Ellos lo saben pero, al no querer esconder eso, la música resulta más atractiva. Tienen su personalidad y quizás esta radica en que mientras los grupos mencionados toman un género y lo mantienen durante la canción, los finlandeses pueden pasearse por diferentes estilos en una misma composición, como en el tema “Firelights”. Acá no solo vemos la proeza musical de la banda, sino también el talento y la versatilidad vocal de su cantante Mikko Kotamäki que puede pasar de la voz limpia a guturales que van desde los más graves al estilo death metal, o agudos más cercanos al black. Todos estos elementos quizás ponen a SWALLOW THE SUN un escalón más arriba entre su camada de «segunda ola de doom gótico», donde podemos encontrar grupos como Draconian o November Doom, por ejemplo.

Al ser su primera visita, la banda nos pasea por todo su catálogo, que va desde sus páginas más antiguas como “Swallow (Horror Pt1)” o “Descending Winters” pero hace foco en lo reciente con canciones como “Woven Into Sorrow”. Y pueden darse ese lujo porque su último disco, Moonflowers, se encuentra entre lo mejor de su obra. Se nota la evolución como músicos que han tenido y que la banda tiene mejores ideas. A eso hay que sumarle que es un disco inspirado en la muerte de la esposa del guitarrista Juha Raivio, lo cual le da cierta cuota de trascendencia.

¿Volverán? Con grupos como SWALLOW THE SUN nunca está garantizado un regreso, porque depende de demasiados agente externos. Más allá de eso, presenciamos un gran concierto de una banda muy esperada, quizás por pocos, pero no por eso menos importante. Será el secreto de los presentes esta noche en Uniclub.

Facundo Llano

Colaborador en Rocktambulos

Música, comida y libros, el resto está de más.